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- 15/07/2011 02:00
PANAMÁ. ¡Sacrificio! para los 2 mil 500 semovientes —vacas, caballos y búfalos— que han invadido la isla de Coiba, dijo Juan Maté, biólogo del Smithsonian Panamá (STRI). Para el científico esa es la solución que requiere la reserva para evitar ser despojada del título de Patrimonio de la Humanidad que le otorgó la Unesco.
Pero la matanza podría traer consigo otras consecuencias nefastas. La descomposición de los cuerpos y la sangre derramada de los animales podría contaminar el ambiente de la ‘Perla del Pacífico’ panameño, ¿qué hacer?
TRAS UNA SOLUCIÓN
En la búsqueda de una solución al problema, personal de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), la Asociación Nacional de Ganaderos (ANAGAN), el Smithsonian y el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), hicieron una gira terrestre y aérea para determinar la condición de los animales silvestres, relató Edgar Chacón, director de Áreas Protegidas de la ANAM. Llegaron a la conclusión de que no deben salir vivos de la isla.
Emilio Kieswetter, titular del MIDA, lo sostuvo. Gerardino Batista, presidente de ANAGAN, le dio su respaldo: ‘sacar estos animales de Coiba es muy complicado, ya que el lugar donde se encuentran es de difícil acceso’. No obstante, ninguno de los dos funcionarios explicó con certeza qué se va a hacer con estos animales.
La Unesco advirtió que se deben eliminar todas las especies introducidas para que este parque conserve los créditos de sitio de importancia ecológica para el mundo. La presencia del ganado en el lugar no es compatible con el manejo de un área protegida. Las pisadas de las vacas provocan erosión en los suelos y los lleva a perder sus nutrientes. Como si esto fuera poco, los animales no tienen controles sanitarios. Las enfermedades que portan en sus cuerpos las pueden transmitir a especies propias de la isla, las cuales sí es importante conservar por pertenecer a este ambiente.
PROPUESTA INVÁLIDA
Anteriormente la Unesco había propuesto sacar los semovientes del área protegida. Luego, se procediera a la recuperación de los suelos dañados, pero las entidades encargadas de desarrollar el proyecto han alegado que por condiciones fitosanitarias no es conveniente. Si se decide sacarlos, la ganadería de la provincia de Veraguas, donde se ubica la isla de Coiba, podría verse afectada por enfermedades.
Para los próximos quince días se espera tener el borrador de una propuesta que ofrezca una solución al problema de la isla. Se prevé que será presentada al Órgano Ejecutivo. Se busca encontrar una solución lo más rápido posible, explicó la ANAM en un comunicado de prensa.
El equipo de trabajo debe estar ya en condiciones de presentar un plan concreto para sacar esos animales, concluyó Jeremías Aguilar, administrador regional del Ambiente en la provincia de Veraguas.