Sueños que se hacen realidad

PANAMÁ. Un selecto grupo de periodistas nos dimos cita como fieles testigos del sueño de un niño llamado Christian Méndez.

PANAMÁ. Un selecto grupo de periodistas nos dimos cita como fieles testigos del sueño de un niño llamado Christian Méndez.

Él, de tan solo 14 años, lucha cada día con un diagnóstico de cáncer. Su joven y pequeño cuerpo alberga un tumor de vejiga y próstata llamado rapdomiosarcoma.

A pesar de su enfermedad, Christian tiene ganas de estudiar, aunque lo tiene que hacer desde su casa debido a su delicado estado de salud, una situación que no ve como impedimento para querer ser un profesional cuando sea grande.

Y sus ganas de luchar van ligadas a los muchos sueños que tiene, uno de ellos, volar en helicóptero.

Más que un sueño era un imposible para él, pero gracias a las muchas personas que trabajan por ver cumplidos los sueños, se hizo realidad.

LOS CÓMPLICES

Muchas fueron las personas que trabajaron arduamente para llevar a cabo el sueño de Christian, una de ellas fue la fundación Make a Wish Panamá, quien tiene 16 años haciendo realidad los deseos de niños que tienen enfermedades de riesgo.

‘Nosotros trabajamos con pequeños de entre 3 a 18 años con alguna enfermedad que amenace sus vidas con el único fin de devolverles un poquito de esperanza y alegría’, mencionó René Irigoyen miembro de ésta fundación.

Ellos, en conjunto con la empresa Mapiex llevaron a Christian a lo más alto del espacio aéreo panameño a bordo del helicóptero del jugador de grandes ligas Carlos Lee.

La emoción se sentía en todas las personas que acudimos puntuales a las 10 de la mañana al hangar del Aeropuerto Marcos A. Gelabert y Christian no sabía si sonreír o llorar de emoción.

¡SOPRESA!

Pero ésta sorpresa estuvo acompañada de otra. Una computadora portátil fue entregada a ‘nuestro soñador’ por parte de David Guiraud, hijo del dueño de la empresa Mapiex.

Una mañana cargada de alegría, sueños convertidos en realidad y gran emoción por lo que se vivió en el hangar azul del aeropuerto de Albrook.

Una aventura más convertida en realidad, y el sueño 726 que la fundación panameña concreta en un niño que lucha con una enfermedad que amenaza su vida.

Historias como éstas nos inspiran a seguir luchando por nuestros ideales y nos invitan a no dejar de soñar porque nunca sabes cuántos cómplices hay cerca de ti trabajando por sorprenderte y arrancarte una sonrisa que puede curar la peor de las heridas.

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