La formalización laboral de los artesanos en Panamá se ha convertido en un motor clave para dinamizar su economía y la venta de productos autóctonos
- 08/09/2011 02:00
PANAMÁ. Aunque alejada de la lucha por los derechos civiles, Chance, (enero de 2010) cinta de ficción escrita y dirigida por el panameño Abner Benaím presenta también una historia que refleja la realidad de la relación entre criadas y sus patrones, mostrada de manera cómica pero sin dejar de lado la ironía.
Dos empleadas domésticas deciden secuestrar a sus patrones y tomarse la casa pues ellos les adeudan varios meses de salario. La farsa en la que viven los dueños de casa se destapa frente a los ojos de estas dos mujeres encargadas de mantener funcionando el hogar.
La producción fue presentada en varios países del área y en Panamá, superó en taquilla a la megaproducción Avatar.
Las risas que genera este filme contrastan con la seriedad del documental que el mismo realizador estrenara el pasado mes de enero llamado Empleadas y patronos, aunque fuera este último el que inspirara la creación de Chance.
Aunque personal de servicio y patronos comparten el mismo techo, el conflicto de clases y las barreras socio-económicas y culturales hacen que una relación tan cercana se torne completamente distante.