Banesco acelera su próxima etapa: tecnología, datos y servicio como ventaja

Carlos Alberto Escotet y Alfonso Prieto presentan los avances del plan: crecimiento orgánico, número uno en hipotecas y foco en eficiencia, riesgo y atención.
IA y datos, del backstage al cliente. Modelos predictivos, automatización y seguridad avanzada sostienen decisiones más rápidas y experiencias simples en canales digitales y puntos de venta.
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  • 28/10/2025 00:00

Estrategia centrada en experiencia, inversión robusta, modernización del core y alianzas con fintechs impulsan crecimiento orgánico, eficiencia operativa, seguridad y tiempos de respuesta, según directivos en el segmento final del encuentro

El Banesco Vision Day 2025 reservó su tramo más introspectivo para mirar hacia adentro: ¿cómo se ha transformado Banesco Panamá en estos 18 años y qué viene ahora? En el segundo foro, tres voces trazaron el mapa de ruta con claridad poco frecuente en la banca: Carlos Alberto Escotet (director de Banesco Internacional) explicó por qué Panamá fue y sigue siendo estratégico; Alfonso Prieto (presidente ejecutivo y gerente general) conectó la visión con resultados medibles en negocio; y Marlene Fernández (vicepresidenta ejecutiva de Tecnología y Transformación Digital) detalló la arquitectura que convierte objetivos en experiencia real para los clientes.

Panamá, primera casa internacional y laboratorio de transformación

Escotet recordó que Panamá fue la primera experiencia internacional del grupo y que la tesis de inversión —estabilidad macro, apertura, seguridad jurídica y una plaza financiera sofisticada— se validó con hechos: el banco bordea los 6.000 millones de dólares en activos tras un crecimiento fundamentalmente orgánico. “No vinimos a imponer un modelo, sino a integrarlo a la realidad local sin renunciar a nuestros valores”, resumió. Esa integración, añadió, demandó profesionalizar la gobernanza: planificación estratégica rigurosa, métricas comparables y una cultura que conserva “espíritu emprendedor” con disciplina regulatoria.

Esa disciplina sustentó decisiones de calado: más de 65 millones de dólares invertidos en tres o cuatro años para renovar el core bancario, escalar medios de pago y desplegar canales digitales; el diseño de un ecosistema de APIs (open banking) para integrarse con fintechs; y la creación —a nivel de grupo— de una cuarta división dedicada a inteligencia artificial (IA), al mismo rango de banca, seguros y pagos. La lógica es dar gobernanza y tracción a una tecnología que el grupo considera verdaderamente transformadora del negocio financiero.

Estrategia que se ve en los números (y se siente en la atención)

Prieto ancló la conversación en resultados concretos: Banesco es número uno en desembolso hipotecario en la plaza, un termómetro directo del acompañamiento a familias que adquieren vivienda; la cartera comercial creció 12%, con foco en empresas y pymes de sectores estratégicos; y en adquirencia el banco es segundo en número de POS operativos, superando las 20.000 terminales con funcionalidades como factura electrónica desde el mismo dispositivo. Todo, subrayó, sin descuidar el binomio crecimiento + control de riesgo, y apoyado por capacidades de data & analytics que permiten personalizar ofertas, anticipar necesidades y reducir tiempos de respuesta.

Más allá de la tecnología, Prieto subrayó el factor humano: 900 colaboradores sostienen una cultura de servicio, eficiencia y mejora continua. Una anécdota repetida con orgullo sintetiza ese ADN: el primer día de operaciones abrió siete sucursales en simultáneo. “Planificar, ejecutar y estar cerca del cliente —dijo— es lo que convierte una hoja de ruta en realidad”.

Arquitectura tecnológica: cuatro vectores para ganar tiempo y confianza

Fernández desmenuzó la hoja de ruta tech con un principio operativo: la banca moderna es una empresa de tecnología con licencia financiera. Su ejecución viaja sobre cuatro vectores:

1. Facilidad de uso. Aplicaciones y procesos simples, que reduzcan fricción y eviten rutas confusas; el “banco en el bolsillo” debe resolver operaciones en pocos pasos, sin manuales.

2. Seguridad reforzada. Controles de autenticación y monitoreo que cubran todos los puntos de contacto (sucursal, web, app, POS), con detección anticipada de fraudes y protección activa de datos.

3. Capacidad predictiva. Modelos de analítica e IA que “escuchen” señales transaccionales para ofrecer el producto justo en el momento preciso, o prevenir incidencias antes de que el cliente las note.

4. Velocidad de respuesta. Automatización, integración con fintechs y procesos orquestados para acortar SLA en aperturas, créditos y reclamaciones.

Con ese marco, Panamá se convirtió en punta de lanza tecnológica del grupo en América. La operación local procesa pagos para la región, acelera integraciones con terceros y sostiene una plataforma de adquirencia que compite por performance y confiabilidad. El objetivo, dijo Fernández, es que la innovación no se quede en “wow tecnológico”: debe traducirse en minutos ahorrados, menos pasos, menos errores y más seguridad.

Open banking y alianzas: sumar especialistas para multiplicar valor

Cuando el banco habla de open banking, no es un eslogan: describe una capacidad de integración vía APIs que permite conectar fintechs especialistas —por ejemplo, en originación de crédito, cobros o conciliaciones avanzadas— para enriquecer la propuesta sin duplicar esfuerzos. “En Latinoamérica, fintech sola alcanza un punto; fintech con banca acelera y escala”, planteó Fernández. Esa visión reconoce que el cliente busca experiencias completas, no catálogos dispersos: pagar, financiar, conciliar, facturar y reportar dentro de un flujo coherente, seguro y auditable.

IA como palanca transversal: de “backstage” a experiencia visible

Escotet puntualizó que la nueva división de IA no responde a modas, sino a la convicción de que es palancatransversal: mejora eficiencia operativa, gestión de riesgo, analítica de clientes y seguridad. En “backstage”, la IA ya prioriza tareas, detecta anomalías y sugiere decisiones; hacia el frente, acorta tiempos, propone siguientes mejores acciones y personaliza. El desafío —añadió— es gobernar su adopción con ética, trazabilidad y métricas, para asegurar que los modelos aporten valor y cumplan estándares regulatorios.

Crecer con propósito: eficiencia, costos y estandarización

La ambición “tech” convive con prudencia financiera. Prieto insistió en que crecer exige cuidar costos y estandarizar procesos: la escala importa en un sector de márgenes ajustados. Por eso, además de la cartera hipotecaria y el impulso a pymes, Banesco prioriza adquirencia como sistema nervioso del comercio; allí la estabilidad de los POS, la factura electrónica embebida y el soporte técnico se vuelven diferenciadores. Si la caja del negocio está en el punto de venta, cada segundo de disponibilidad y cada clic menos importan.

Una relación de largo aliento con Panamá

Escotet habló de vocación de permanencia. Panamá no solo fue el inicio: sigue siendo operación estratégica para probar, consolidar y exportar capacidades—en especial, pagos e infraestructura digital—al resto de la región. Esa continuidad se expresa en inversión recurrente, talento local como protagonista y una escucha activa de reguladores y autoridades para alinear innovación con estabilidad del sistema.

¿Qué viene?

Prieto y Fernández delinearon tres prioridades inmediatas:

• Más predictividad útil. Que las plataformas entiendan el momento del cliente (compró vivienda, crece su empresa, inicia exportaciones) y ofrezcan justo lo necesario: tasas, plazos, límites, seguros, herramientas de cobro.

• Tiempo real de verdad. Onboarding, originación y resolución más rápidas, apalancadas en automatización, modelos de riesgo y verificaciones integradas.

• Seguridad “invisible”. Controles que no interrumpan pero cubran: biometría, patrones anómalos, tokenización avanzada y monitoreo continuo en todos los canales.

A nivel de grupo, la división de IA seguirá consolidando casos de uso, y en Panamá se profundizarán integraciones con aliados tecnológicos para extender el alcance de la banca en comercio electrónico, pagos y financiamiento de cadenas de valor.

La ecuación que sostiene el plan

El segundo foro dejó una conclusión nítida: la ventaja competitiva de Banesco no es una sola pieza; es la ecuación que junta confianza, tecnología, datos y talento:

• Confianza: 18 años construyendo una relación con familias y empresas, con indicadores de negocio consistentes y crecimiento orgánico sostenido.

• Tecnología: un core renovado, pagos regionales, canales robustos y APIs abiertas.

• Datos: analytics e IA para decidir antes, personalizar mejor y reducir fricción.

• Talento: 900 personas alineadas con una cultura que prioriza experiencia del cliente y control de riesgos.

Si el primer ciclo demostró que Panamá fue el lugar correcto para empezar, la próxima etapa apunta a hacer más con lo que ya funciona: simplificar, asegurar, acelerar y multiplicar valor para quienes operan y viven en esta economía. Ese es el mensaje que el banco quiso dejar en su propio aniversario: la madurez no es un punto de llegada; es una plataforma para seguir creciendo.