El modesto Auckland City sufre una dura derrota ante el Bayern en su estreno en el Mundial de Clubes
- 16/06/2025 12:55
Los jugadores del club neozelandés enfrentan muchas limitaciones al ser aún futbolistas de un equipo considerado como amateur El Mundial de Clubes de la FIFA ya está en marcha. El inicio del torneo estuvo enmarcado por el debut sin goles del Inter Miami y el Al-Ahly egipcio, sin embargo las cámaras se la ha robado el Auckland City, club que no es aún considerado como profesional.
El equipo proveniente de Nueva Zelanda sufrió la dura goleada del Bayern Múnich 10-0, pero eso no le quitó la sonrisa a muchos jugadores de poder cumplir su sueño de enfrentarse a un equipo tan grande como los teutones.
La limitación del Auckland City es tan marcada que incluso muchos jugadores tuvieron que pedir vacaciones en sus trabajos para poder ir a los Estados Unidos y disputar el certamen. Esto nos quiere decir que prácticamente toda la plantilla del club se debe dedicar a otras labores para subsistir, ya que en Nueva Zelanda aún la liga y muchos equipos no son considerados como profesional.
Esta realidad afecta por supuesto a los jugadores, quienes llegaron a este Mundial de Clubes con la ilusión de competir y dejar el nombre de su país lo más alto posible. En un cuadro prácticamente de neozelandeses, destacan la presencia de un español, Gerard Garriga y del colombiano, Jerson Lagos.
El primero de ellos ya cuenta como un neozelandés más, ya que lleva en el país poco más de ocho años. En una entrevista con ABC, Garriga confirmó que lo máximo que puede ganar un jugador son 80 euros semanales.
“El fútbol no es un deporte profesional allí. No entendemos por qué, pero es así. El sueldo tope que ha establecido la Federación es de 150 dólares neozelandeses a la semana, que vienen a ser unos 80 euros. Es decir, serían 320 euros al mes. Tienes que tener otros trabajos para subsistir. Solo hay una manera de vivir del fútbol en Nueva Zelanda”.
“Aparte de ser futbolista, algunos jugadores somos también empleados del club. Tenemos un contrato de coaching. Es decir, estamos a disposición del club para lo que necesiten. Entrenamos a niños de la Academia, vamos a colegios a hacer ‘community coaching’ para promocionar los valores del fútbol... Yo vivo del fútbol en el Auckland City, pero no viviría si fuera solo futbolista y ya”, añadió Garriga.
El español confirmó que, a pesar de que el fútbol es el deporte más practicado en Nueva Zelanda, el baloncesto y el rugby son los únicos deportes profesionalizados en la isla oceánica.
Pero Garriga no es el único jugador que debe mantener una vida ‘alternativa’ profesional además del fútbol para poder pagar las cuentas.
Mario Ilich, capitán del elenco neozelandés, reveló para el sitio The Guardian que trabaja para la empresa de bebidas Coca-Cola y tuvo que pedir todas sus vacaciones anuales para poder asistir al Mundial de Clubes.
“He tomado todas mis vacaciones anuales para este viaje, así que no iré de vacaciones con mi pareja este año, eso es seguro”, expresó Ilich.
Angus Kilkolly, quien es gerente ventas de una firma de herramientas eléctricas, también tuvo que solicitar vacaciones, estas sin gozar de un sueldo.
“Llego a la oficina a las 7:30 a.m., trabajo, entreno tres o cuatro veces por semana, llego a casa a las 9:00 p.m., me acuesto y otra vez desde el principio. No es fácil, son cuatro semanas. Pero como no tengo cuatro semanas de vacaciones anuales, me tomo unas sin sueldo”, dijo Kilkolly.
Así como estos jugadores, también están los casos de Conor Tracey, quien se desempeña en una ferretería. Nikko Boxall y Adam Mitchell están en esa misma situación. El primero es productor de seguros y el segundo, un agente inmobiliario.
La vida de estos futbolistas demuestra el nivel de profesionalismo que en estos momentos existe en Nueva Zelanda.
A pesar de estas grandes barreras, el Auckland City es el equipo más prestigioso de la Confederación Oceánica de Fútbol. Es el club que más veces ha ganado la OFC Champions League (13) y el conjunto de esta región que más veces a asistido a un Mundial de Clubes (11).
Con la goleada encajada frente al Bayern Múnich, el Auckland City aún tiene por delante dos retos importantes en el torneo. Les toca enfrentarse al Benfica (20 de junio) y a Boca Juniors (24 de junio).
El Mundial de Clubes de la FIFA ya está en marcha. El inicio del torneo estuvo enmarcado por el debut sin goles del Inter Miami y el Al-Ahly egipcio, sin embargo las cámaras se la ha robado el Auckland City, club que no es aún considerado como profesional.
El equipo proveniente de Nueva Zelanda sufrió la dura goleada del Bayern Múnich 10-0, pero eso no le quitó la sonrisa a muchos jugadores de poder cumplir su sueño de enfrentarse a un equipo tan grande como los teutones.
La limitación del Auckland City es tan marcada que incluso muchos jugadores tuvieron que pedir vacaciones en sus trabajos para poder ir a los Estados Unidos y disputar el certamen. Esto nos quiere decir que prácticamente toda la plantilla del club se debe dedicar a otras labores para subsistir, ya que en Nueva Zelanda aún la liga y muchos equipos no son considerados como profesional.
Esta realidad afecta por supuesto a los jugadores, quienes llegaron a este Mundial de Clubes con la ilusión de competir y dejar el nombre de su país lo más alto posible. En un cuadro prácticamente de neozelandeses, destacan la presencia de un español, Gerard Garriga y del colombiano, Jerson Lagos.
El primero de ellos ya cuenta como un neozelandés más, ya que lleva en el país poco más de ocho años. En una entrevista con ABC, Garriga confirmó que lo máximo que puede ganar un jugador son 80 euros semanales.
“El fútbol no es un deporte profesional allí. No entendemos por qué, pero es así. El sueldo tope que ha establecido la Federación es de 150 dólares neozelandeses a la semana, que vienen a ser unos 80 euros. Es decir, serían 320 euros al mes. Tienes que tener otros trabajos para subsistir. Solo hay una manera de vivir del fútbol en Nueva Zelanda”.
“Aparte de ser futbolista, algunos jugadores somos también empleados del club. Tenemos un contrato de coaching. Es decir, estamos a disposición del club para lo que necesiten. Entrenamos a niños de la Academia, vamos a colegios a hacer ‘community coaching’ para promocionar los valores del fútbol... Yo vivo del fútbol en el Auckland City, pero no viviría si fuera solo futbolista y ya”, añadió Garriga.
El español confirmó que, a pesar de que el fútbol es el deporte más practicado en Nueva Zelanda, el baloncesto y el rugby son los únicos deportes profesionalizados en la isla oceánica.
Pero Garriga no es el único jugador que debe mantener una vida ‘alternativa’ profesional además del fútbol para poder pagar las cuentas.
Mario Ilich, capitán del elenco neozelandés, reveló para el sitio The Guardian que trabaja para la empresa de bebidas Coca-Cola y tuvo que pedir todas sus vacaciones anuales para poder asistir al Mundial de Clubes.
“He tomado todas mis vacaciones anuales para este viaje, así que no iré de vacaciones con mi pareja este año, eso es seguro”, expresó Ilich.
Angus Kilkolly, quien es gerente ventas de una firma de herramientas eléctricas, también tuvo que solicitar vacaciones, estas sin gozar de un sueldo.
“Llego a la oficina a las 7:30 a.m., trabajo, entreno tres o cuatro veces por semana, llego a casa a las 9:00 p.m., me acuesto y otra vez desde el principio. No es fácil, son cuatro semanas. Pero como no tengo cuatro semanas de vacaciones anuales, me tomo unas sin sueldo”, dijo Kilkolly.
Así como estos jugadores, también están los casos de Conor Tracey, quien se desempeña en una ferretería. Nikko Boxall y Adam Mitchell están en esa misma situación. El primero es productor de seguros y el segundo, un agente inmobiliario.
La vida de estos futbolistas demuestra el nivel de profesionalismo que en estos momentos existe en Nueva Zelanda.
A pesar de estas grandes barreras, el Auckland City es el equipo más prestigioso de la Confederación Oceánica de Fútbol. Es el club que más veces ha ganado la OFC Champions League (13) y el conjunto de esta región que más veces a asistido a un Mundial de Clubes (11).
Con la goleada encajada frente al Bayern Múnich, el Auckland City aún tiene por delante dos retos importantes en el torneo. Les toca enfrentarse al Benfica (20 de junio) y a Boca Juniors (24 de junio).