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La Eurocopa promete un torneo excelso

24 países buscarán en territorio germano, del 14 de junio al 14 de julio, obtener el más ansiado título de selecciones de Europa.
Florian Wirtz representa a la nueva generación alemana. Se coronó con el Bayer 04 Leverkusen campeón de la Bundesliga 2023-24.
Actualizado
  • 17/04/2024 00:00
Creado
  • 16/04/2024 20:02

La edición 2024, que tendrá como anfitrión a Alemania, da visos de llegar a ofrecer una competición con uno de sus niveles más altos, por el fútbol que se está viendo y la nueva generación de noveles jugadores europeos

La UEFA está brindando en esta Champions League, su torneo anual de clubes, unos duelos hacia las semifinales del más alto nivel de juego que puedan aspirar a ver los aficionados del fútbol profesional, cuyo punto competitivo más álgido debe darse el 1 de junio en el estadio de Wembley, Inglaterra, en la final que determinará al campeón.

El apasionante nivel de la Champions está contribuyendo a sumar mayores expectativas hacia la Eurocopa 2024, el campeonato de selecciones nacionales europeas también propiedad de la UEFA, programado para comenzar dentro de 60 días, cuando el 14 de junio Alemania y Escocia se enfrenten en este torneo que será albergado por Alemania como país anfitrión.

La mayoría de los protagonistas consagrados, a quienes hemos visto en la Champions como mejores jugadores europeos, así como la pujante nueva camada de jóvenes estarán participando con alguna de las 24 selecciones nacionales en su pretensión por consagrarse en un momento de identificación deportiva tan particular con su país.

Los jugadores llegarán con el trajín acumulado en sus cuerpos por los campeonatos y las eliminatorias disputadas durante la presente temporada, aunque posiblemente como en ocasiones anteriores logren en parte equilibrar sus energías con el tanque de oxígeno extra, que les otorga la motivación de una competición a la que tienen que esperar cuatro años para aspirar a participar. Con todos estos elementos en la balanza se tiene confianza que la imagen que está ofreciendo la Champions va a replicarse en la Eurocopa.

Alemania acoge como país anfitrión la XVII versión de la Eurocopa, a la cual se le llamó y conoció en sus inicios, en 1960, como Copa de Europa de Naciones. Como todo suceso deportivo trascendente, su historia es rica en hechos y momentos que describen su legado. En esta primera entrega abordaremos rápidamente algunos de los sucesos.

1960, ambiente de guerra fría

Si la Copa Mundo tuvo en su primera versión, Uruguay 1930, el desplante de los principales países europeos –entre ellos Inglaterra e Italia (a excepción de Francia)– que no acudieron a la cita, a la primera convocatoria de la llamada hoy Eurocopa se negaron a participar 16 países de los 33 que formaban en aquel entonces la UEFA. En el ambiente político internacional estaba instalada la llamada ‘Guerra fría’.

Bajo un sistema de competencia de partidos de ida y vuelta en sus primeras tres rondas, Francia se clasificó a la final de cuatro junto a Checoslovaquia, Yugoslavia y la Unión Soviética (ninguno de estos tres países existe hoy), siendo Francia la sede de esta fase.

La final la disputaron la Unión Soviética frente a Yugoslavia en el Parque de los Príncipes de París. Empataron 1-1 en los 90 minutos y jugaron la prórroga de 30 minutos en un momento en que los equipos no tenían derecho a hacer sustituciones de jugadores.

Ganaron los soviéticos 2-1, el gol decisivo lo hizo Viktor Ponedelnik. Cuando lo anotó a los 113 minutos, en Francia todavía era domingo, en Moscú era lunes. Un guiño anecdótico, su apellido Ponedelnik se traduce como lunes en ruso. Algunos medios de comunicación soviéticos titularon con humor “Ganamos el lunes, con un gol de lunes”.

La figura del campeonato fue el portero soviético Lev Yashin apodado ‘La araña negra’. Tres años después, en 1963, ganaría el Balón de Oro, el único arquero que lo ha conseguido hasta hoy.

Los soviéticos no tuvieron que jugar cuartos de final para ir a Francia, les correspondía hacerlo frente a España, pero ante la fama de los soviéticos que venían precedidos de haber ganado la medalla de oro en los Juegos Olímpicos Melbourne 1956, y después que los “espías deportivos españoles” observaron un amistoso previo en el que los soviéticos derrotaron 7-1 a Polonia, el general Francisco Franco ordenó que España no jugara la eliminatoria. Temía que les ganaran por un amplio margen, hondeara su bandera y se escuchara el himno soviético en Madrid. Una posible humillación que no iban a dar pie a que sucediera.

España gana en 1964

Cuatro años después, el general Francisco Franco encontraría la oportunidad ideal para obtener notoriedad en este evento. España quedó como sede de la ronda de cuatro selecciones, la selección española y la soviética disputaron una final marcadamente política, con Franco en el estadio.

Ganó España 2-1, la figura fue Luis Suárez. Al exjugador del Barcelona, que se había ido para Italia a jugar en el Inter en uno de los traspasos millonarios de la época, lo habían acusado de antipatriota. Su presencia y el aporte a la selección ibérica le revindicó. Llamado ‘El Arquitecto’ por su contribución a la creación de juego, había ganado el Balón de Oro en 1960; es el único español que lo ha alcanzado.

Italia se hace campeona

En 1968 se denominó al torneo Campeonato de Europa de Naciones y se disputó en Italia. Los italianos llegaban arrastrando las secuelas de la vergüenza que supuso ser eliminados, contra todo pronóstico, por Corea del Norte en la Copa Mundo Inglaterra 1966.

En la semifinal Italia enfrentó a la Unión Soviética, empataron 0-0 en 120 minutos de juego; como todavía no existía la tanda de penales de última instancia para definir un ganador, la opción era lanzar una moneda al aire. Los 68.000 aficionados que se considera estaban presentes en el estadio San Paolo del Nápoli, estuvieron largos minutos de tiempo a oscuras sobre el resultado. Se enteraron que había ganado Italia cuando su capitán Giacinto Facchetti salió del túnel de los vestuarios saltando de alegría. El sorteo se hizo en el vestuario de los árbitros con la presencia de los capitanes de ambos equipos y el cuerpo arbitral. La moneda los llevaba a la final.

La final entre Italia y Yugoslavia es inédita: tuvo dos partidos. Como empataron 1-1, se programó un segundo encuentro dos días después, nuevamente en el estadio Olímpico de Roma; una repetición a la que asistieron 32.000 espectadores, casi la mitad de los 68.000 que lo hicieron en el primero, decepcionados por el fútbol poco vistoso del primer partido. Italia ganó 2-0 haciendo gala del fútbol defensivo que los llevaría a caracterizarlos con el denominado catenaccio.

La figura fue Giacinto Facchetti, un extraordinario defensa lateral izquierdo al que se consideraría como el primer lateral que actuaba como un atacante por su contribución al juego ofensivo.

Bélgica encumbra a Alemania

Bélgica sería el anfitrión de un torneo que tendría como ganador a Alemania Federal, en 1972, en un Campeonato Europeo en el que participaban por primera vez en su fase final, presentando a su nueva generación y presagiando con ello lo que acontecería dos años después, en la Copa Mundo de 1974, que recibieron en casa y ganaron ante Holanda.

Los alemanes habían demostrado su poderío en los dos partidos de cuartos de final en los cuales derrotaron a Inglaterra, con una sobresaliente victoria 3-1 en Wembley; resultados que les permitieron llegar a la final de cuatro equipos.

En la final, Alemania venció 3-0 a la Unión Soviética. Tres jugadores se considerarían piezas esenciales de su conquista: su mediocampista Gunter Netzer, el goleador Gerd Müller y el defensor Franz Beckenbauer. Sin duda el que tuvo mayor resonancia fue Beckenbauer; su capitán llamado ‘El Kaiser’ revolucionó su puesto en la función de jugador líbero.

Con el título alcanzado inauguraban una presencia en el torneo europeo en el que han sido tres veces campeones y dos veces subcampeones. En junio, por segunda ocasión, reciben en casa la Eurocopa, les ha costado encontrar su mejor versión desde que ganaran la Copa Mundo Brasil 2014 y llegaran a las semifinales de la Eurocopa Francia 2016.

España es uno de los exponentes con mejor presente futbolístico y renovación; los alemanes no han logrado posicionar un cambio generacional, aunque no figuran como súper favoritos para ganar la Eurocopa, nadie racionalmente en sus cuentas los saca del pelotón de candidatos que comandan las apuestas para una Eurocopa que promete complacer al aficionado con el ojo más exigente.