Los Juegos Ancestrales, gran oportunidad para observar potenciales atletas indígenas
- 08/09/2025 00:00
Hoy, es muy común que atletas de orígenes indígenas sean integrados a las selecciones nacionales de sus respectivos países En los juegos olímpicos de Estocolmo (Suecia) en 1912 llamó la atención el atleta estadounidense Jim Thorpe, debido a que dominó las pruebas de pentatlón y decatlón, siendo la primera y única vez que se registró esta hazaña.
Los orígenes de Thorpe, despojado de sus medallas al descubrirse que había jugado béisbol profesional, provenían de las tribus Sauk y Fox, algo que tampoco se había dado en la historia del deporte estadounidense.
Hoy, es muy común que atletas de orígenes indígenas sean integrados a las selecciones nacionales de sus respectivos países, pero en esos tiempos era un tabú, por toda la historia que rodeaba a los pueblos originarios.
Las mentalidades y las normas se fueron abriendo con el tiempo, y lo que fue un impedimento no formal de participación en el pasado se convirtió en una oportunidad, al aprovecharse las características idóneas de este nuevo grupo de atletas.
Panamá no ha sido ignorante de estos movimientos con sus grupos originarios indígenas en materia deportiva, aunque muy tímidamente porque nunca se le ha prestado el apoyo ni en forma económica ni de infraestructura.
Para el profesor guna Darnelo Jiménez es posible que esta situación acontezca, porque a ellos siempre se les ha visto como una comunidad que ven al deporte, como una recreación y no como algo mucho más serio.
“Creo que esto tiene que ver con las leyes. A los pueblos indígenas dentro de Pandeportes nos tienen como algo recreativo, pero eso podría mejorar si, entre otras cosas, se mejoran las instalaciones deportivas y se construyen otras”, dijo.
“Gunayala es el único lugar donde Pandeportes no tiene una oficina ni un presupuesto, aunque nosotros también tenemos algo de responsabilidad, porque no nos vemos como deportes competitivos sino recreativos y por ello nos dan algunos balones y nos sentimos contentos”, expresó.
Jiménez trabajó cuatro años en Gunayala, donde conformó en diferentes islas grupos de lucha olímpica, deporte que practicó por varios años e incluso representó a Panamá en varias competiciones.
También involucrado en el trabajo técnico de quienes participan en los Juegos Ancestrales Indígenas, también entrenó a otros jóvenes en el canotaje y el juego de la soga.
“Somos pequeños y tenemos la fisonomía para varios deportes, en el caso de los gunas y emberá podemos participar en las pesas y la lucha olímpica”, señaló Jiménez al tiempo que destacaba la figura del profesor Narciso Orán, un guna que destacó en las pesas en los años 70.
“El ser pequeños nos da una ventaja en estos deportes, solo hay que llevarlos de la mano y analizar cómo estamos, para mejorar deportivamente nuestros pueblos indígenas”, añadió.
Trabajando con la federación Debido a su pasado como atleta, Jiménez pudo vincularse con la federación de lucha, y hoy como técnico lidera un grupo que es invitado a los diversos torneos de la organización.
“Una vez me trasladé a Gunayala, aproveché para conocer las diferentes islas y traer jóvenes que habían practicado conmigo, a competir a Panamá. Allí recibimos apoyo de la federación, que nos invitó a participar en sus eventos como Gunayala”, apuntó.
“Nosotros desde muy niños estamos haciendo ejercicios a lo mejor sin darnos cuenta, y tenemos muchas habilidades porque tenemos una libertad que en otros lugares no existe, que nos permite hacer deporte en cualquier lugar”, destacó.
Durante las competencias federativas, uno de sus pupilos, Anthony Palacios, pudo destacarse, por lo que ha sido considerado para formar parte de la preselección de la lucha olímpica.
Actualmente en Gunayala prepara atletas en la especialidad de lucha en playa, principalmente, algo que ha replicado en Darién, y que les gustó a los dirigentes del Comité Olímpico de Panamá (COP) cuando les presentó el proyecto.
“Al COP le ha gustado la idea y probablemente salga algún presupuesto para apoyarnos, pero sería importante que el Instituto de Deportes se involucrara”, precisó.
De la mano del COP El plan de Jiménez, quien estuvo con los atletas que participaron en los Juegos Ancestrales Indígenas 2025 en Colombia, abarca varios deportes, en los que se incluye la natación, lucha, tiro con arco, atletismo y el canotaje, en diferentes sectores indígenas.
“Mi idea de presentar el proyecto fue porque nosotros no necesitamos instalaciones tan grandes para poder desarrollar algunos deportes, como la lucha, arco y flecha (tiro con arco), atletismo, etc.”, añadió.
Jiménez, además, participó en un programa de preparación y actualización de entrenadores del COP, donde se percató del programa que hay para la detección de nuevos talentos.
“Los niños de Gunayala, sin darse cuenta, están entrenados por la libertad que tiene en su región para practicar, quedando el detalle de analizar en qué deportes podrían desarrollarse, aunque estoy más enfocado en la lucha olímpica”, puntualizó.
Durante su visita a Colombia conoció a la atleta ngäbe, Yelenis Carpintero, quien ganó la medalla de oro en la prueba atlética en la que participó.
“Ella está tratando de formar parte del equipo de fondo del equipo nacional de atletismo, porque todos los días en su diario vivir camina de cinco a seis horas para trasladarse, porque no hay transporte”, explicó.
Al final, el proyecto de Jiménez podría complementarse con otros como, por ejemplo, el que lleva el profesor Narciso Orán en la comunidad guna de Veracruz, donde entrena a niños en las pesas.
La comunidad indígena es rica en atletas, y solo les hace falta el respaldo logístico para desarrollarlos y agruparlos en deportes específicos, donde indudablemente se destacarían.
Darnelo JiménezProfesor gunaSomos pequeños y tenemos la fisonomía para varios deportes, en el caso de los gunas y emberá podemos participar en las pesas y la lucha olímpica”.
En los juegos olímpicos de Estocolmo (Suecia) en 1912 llamó la atención el atleta estadounidense Jim Thorpe, debido a que dominó las pruebas de pentatlón y decatlón, siendo la primera y única vez que se registró esta hazaña.
Los orígenes de Thorpe, despojado de sus medallas al descubrirse que había jugado béisbol profesional, provenían de las tribus Sauk y Fox, algo que tampoco se había dado en la historia del deporte estadounidense.
Hoy, es muy común que atletas de orígenes indígenas sean integrados a las selecciones nacionales de sus respectivos países, pero en esos tiempos era un tabú, por toda la historia que rodeaba a los pueblos originarios.
Las mentalidades y las normas se fueron abriendo con el tiempo, y lo que fue un impedimento no formal de participación en el pasado se convirtió en una oportunidad, al aprovecharse las características idóneas de este nuevo grupo de atletas.
Panamá no ha sido ignorante de estos movimientos con sus grupos originarios indígenas en materia deportiva, aunque muy tímidamente porque nunca se le ha prestado el apoyo ni en forma económica ni de infraestructura.
Para el profesor guna Darnelo Jiménez es posible que esta situación acontezca, porque a ellos siempre se les ha visto como una comunidad que ven al deporte, como una recreación y no como algo mucho más serio.
“Creo que esto tiene que ver con las leyes. A los pueblos indígenas dentro de Pandeportes nos tienen como algo recreativo, pero eso podría mejorar si, entre otras cosas, se mejoran las instalaciones deportivas y se construyen otras”, dijo.
“Gunayala es el único lugar donde Pandeportes no tiene una oficina ni un presupuesto, aunque nosotros también tenemos algo de responsabilidad, porque no nos vemos como deportes competitivos sino recreativos y por ello nos dan algunos balones y nos sentimos contentos”, expresó.
Jiménez trabajó cuatro años en Gunayala, donde conformó en diferentes islas grupos de lucha olímpica, deporte que practicó por varios años e incluso representó a Panamá en varias competiciones.
También involucrado en el trabajo técnico de quienes participan en los Juegos Ancestrales Indígenas, también entrenó a otros jóvenes en el canotaje y el juego de la soga.
“Somos pequeños y tenemos la fisonomía para varios deportes, en el caso de los gunas y emberá podemos participar en las pesas y la lucha olímpica”, señaló Jiménez al tiempo que destacaba la figura del profesor Narciso Orán, un guna que destacó en las pesas en los años 70.
“El ser pequeños nos da una ventaja en estos deportes, solo hay que llevarlos de la mano y analizar cómo estamos, para mejorar deportivamente nuestros pueblos indígenas”, añadió.
Debido a su pasado como atleta, Jiménez pudo vincularse con la federación de lucha, y hoy como técnico lidera un grupo que es invitado a los diversos torneos de la organización.
“Una vez me trasladé a Gunayala, aproveché para conocer las diferentes islas y traer jóvenes que habían practicado conmigo, a competir a Panamá. Allí recibimos apoyo de la federación, que nos invitó a participar en sus eventos como Gunayala”, apuntó.
“Nosotros desde muy niños estamos haciendo ejercicios a lo mejor sin darnos cuenta, y tenemos muchas habilidades porque tenemos una libertad que en otros lugares no existe, que nos permite hacer deporte en cualquier lugar”, destacó.
Durante las competencias federativas, uno de sus pupilos, Anthony Palacios, pudo destacarse, por lo que ha sido considerado para formar parte de la preselección de la lucha olímpica.
Actualmente en Gunayala prepara atletas en la especialidad de lucha en playa, principalmente, algo que ha replicado en Darién, y que les gustó a los dirigentes del Comité Olímpico de Panamá (COP) cuando les presentó el proyecto.
“Al COP le ha gustado la idea y probablemente salga algún presupuesto para apoyarnos, pero sería importante que el Instituto de Deportes se involucrara”, precisó.
El plan de Jiménez, quien estuvo con los atletas que participaron en los Juegos Ancestrales Indígenas 2025 en Colombia, abarca varios deportes, en los que se incluye la natación, lucha, tiro con arco, atletismo y el canotaje, en diferentes sectores indígenas.
“Mi idea de presentar el proyecto fue porque nosotros no necesitamos instalaciones tan grandes para poder desarrollar algunos deportes, como la lucha, arco y flecha (tiro con arco), atletismo, etc.”, añadió.
Jiménez, además, participó en un programa de preparación y actualización de entrenadores del COP, donde se percató del programa que hay para la detección de nuevos talentos.
“Los niños de Gunayala, sin darse cuenta, están entrenados por la libertad que tiene en su región para practicar, quedando el detalle de analizar en qué deportes podrían desarrollarse, aunque estoy más enfocado en la lucha olímpica”, puntualizó.
Durante su visita a Colombia conoció a la atleta ngäbe, Yelenis Carpintero, quien ganó la medalla de oro en la prueba atlética en la que participó.
“Ella está tratando de formar parte del equipo de fondo del equipo nacional de atletismo, porque todos los días en su diario vivir camina de cinco a seis horas para trasladarse, porque no hay transporte”, explicó.
Al final, el proyecto de Jiménez podría complementarse con otros como, por ejemplo, el que lleva el profesor Narciso Orán en la comunidad guna de Veracruz, donde entrena a niños en las pesas.
La comunidad indígena es rica en atletas, y solo les hace falta el respaldo logístico para desarrollarlos y agruparlos en deportes específicos, donde indudablemente se destacarían.