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No torcer el buen paso

El positivismo hacia el partido frente a Honduras no debe incidir en menospreciar a un rival con argumentos futbolísticos para hacer daño.
  • 26/06/2025 00:00

La Selección de Panamá ha tenido una fase de grupos relevante; no se debe caer en el entusiasmo de creer que el camino está libre de espinas

Con su victoria sobre Jamaica, por el cómo se logró y por el marcador con el que culminó el partido, 4-1, la selección panameña ha dado muestras de ir haciéndose más consistente. Se esperaba una Jamaica con mayor velocidad, coordinación entre líneas y profundidad, pero no se vio, tal vez porque ese perfil con el que le solían identificar no está todavía al alcance de su carta de presentación como en épocas pasadas. En la Copa Oro, el fútbol del Caribe ha dejado la impresión de que ha decaído en la Concacaf; el hecho de que para las eliminatorias mundialistas el grupo B esté conformado por solo equipos de esa región (Jamaica, Curazao, Trinidad y Tobago, Bermudas), le facilitará a uno de ellos llegar al mundial.

Aparte de esta apreciación, la selección panameña hizo un muy buen partido sin que mostrara fisuras graves como para recalcar momentos en los que el aficionado podría señalar alguna inconsistencia. Sin embargo, no hay que olvidar que el rival también juega y tiene argumentos para desestabilizar, raramente un partido suele ser el monólogo de un equipo.

Panamá, aun con las variantes en la alineación que tuvo, mantuvo el orden defensivo, su habitual pressing sobre el rival cuando este tuvo el balón, supo partir en contraataque abriendo la cancha por los costados, llegó de forma masiva cuando atacó y asumió casi siempre la iniciativa en el partido.

Adelante, Ismael Díaz en esta fase dejó sentado que está en un momento de cita permanente con el gol, hay que tomarlo con alegría, también se debería hacerlo con mesura, a los goleadores se les mide por la cantidad de anotaciones, aunque a veces no trascienden por el número mayúsculo, sino por el gol que anotaron en un partido trascendente con alta presión por el que siempre se les recordará. Hay quienes prefieren, como yo, lo segundo sobre lo primero. Tomás Rodríguez muestra credenciales para formar una dupla temible, enhorabuena, esperemos que sea así.

Hay un esquema táctico planteado por Christiansen que no ha perdido valor, manteniendo un proceso con resultados; no debemos olvidar que su eficiencia se debe a los intérpretes en la cancha que le han dado una buena respuesta individual, sustentada en una mecánica colectiva de juego. Desde esta apreciación hay que aplaudir a los jugadores en conjunto.

El partido con Jamaica pasó; ahora es el turno de enfrentar en cuartos de final el sábado a Honduras. Una selección con la que desde casi una década atrás se obtienen resultados en un balance que le es favorable globalmente a Panamá; el positivismo que puede haber al respecto no puede disminuir el respeto a un rival que no se le debe menospreciar porque puede con argumentos futbolísticos, que los tiene, hacernos morder la lengua. No es tiempo para pensar ni en la semifinal ni en la final, solo centrarse en Honduras, el próximo compromiso, porque como dice esa frase elocuente que popularizaron los argentinos esto se trata de ir “partido a partido”.