Economía

Arranca debate de proyecto de ley sobre pasantías; especialistas piden profundizar la medida

Pasantes recibirían $450 y seguro privado sin generar relación laboral.
  • 10/09/2025 00:00

El proyecto de ley busca regular las pasantías en Panamá: pasantes recibirán $450 y seguro, sin vínculo laboral, con topes de contratación y beneficios fiscales para empresas voluntarias.

Este martes arranca el primer debate del proyecto de ley que crea el Programa de Pasantías Juveniles a nivel nacional, confirmó la ministra de Trabajo y Desarrollo Laboral, Jackeline Muñoz, en conversaciones con TVN.

“Usualmente, las universidades tienen entre 120 y 160 horas de pasantías en sus carreras, pero muchos estudiantes, con la esperanza de conseguir una plaza de empleo, solicitan quedarse dentro de la empresa. El problema es que muchas veces no se les honra con ningún salario, algo que queremos cambiar”, explicó la titular de Trabajo.

La iniciativa de ley plantea que, durante el periodo de la pasantía, el pasante reciba en concepto de retribución $450 al mes y un seguro privado, lo que no se traduce en un contrato laboral formal ni le otorga las prestaciones y derechos sociales propios de una contratación laboral.

“Esto va a ayudar a los jóvenes a poder movilizarse, terminar su carrera profesional y adquirir experiencia laboral”, destacó Muñoz, quien remarcó que este programa no acarrea costo alguno para el Estado, sino que todo corre por parte de la empresa contratante, la cual decide participar de este programa de manera voluntaria.

Como incentivo, el artículo 7 del anteproyecto establece que la empresa o entidad participante puede reportar el importe pagado como deducible para efectos fiscales.

La Estrella de Panamá conversó con los especialistas en el mercado laboral René Quevedo y Luis Eduardo Valle, sobre este proyecto, y ambos coinciden en que es una iniciativa muy acertada.

“La iniciativa es excelente. En Panamá no existe una regulación sobre la figura de las pasantías laborales. Existen las prácticas profesionales, sí, pero estas dependen de acuerdos entre universidades y empresas y, usualmente, están condicionadas por el calendario académico universitario”, dijo Valle.

El problema es que muchas empresas no podían abrir, de manera voluntaria, plazas de pasantías sin tener que cargar con lo que implica una contratación laboral formal. “Ahora, cualquier joven entre los 18 y 25 años va a poder buscar su pasantía bajo una figura legal que lo respalde”, agregó.

Para Quevedo, el proyecto de ley también es correcto: “Es una excelente iniciativa, ya que plantea un esfuerzo público-privado para crear los espacios para que muchos jóvenes puedan adquirir su primera experiencia laboral”, expresó.

Los pasantes y empresas que deseen adherirse al programa deberán suscribir un acuerdo de participación confeccionado por el Mitradel, en donde se deja claro que la relación laboral no deberá superar las 40 horas semanales y que la empresa ofertante debe hacerse cargo del salario y seguro del pasante.

El anteproyecto establece que, una vez concluida la pasantía, la empresa o entidad deberá emitir una certificación reconocida como experiencia laboral adquirida.

Ante la inquietud de que las empresas puedan usar esta figura para reducir su planilla formal, Valle recordó que el proyecto incluye topes de contratación. Las empresas de hasta 50 trabajadores podrán tener un máximo de dos pasantes; las de 50 a 100, hasta cuatro pasantes; de 100 a 200, hasta seis pasantes; y las que superen los 200 trabajadores podrán contar con hasta el 3 % de su planilla como pasantes. Las compañías deberán reportar trimestralmente la cantidad de pasantes que tengan.

El documento también contempla la inclusión de jóvenes menores de 18 años, siempre que tengan bachillerato completo y consentimiento escrito de sus padres.

“La propuesta tendrá una vigencia de tres años, prorrogables por tres más, lo que evita que se convierta en una medida indefinida. Este tipo de normas deberían mantenerse, ya que siempre habrá jóvenes en busca de experiencia laboral”, declaró Valle.

No obstante, el especialista recalcó la necesidad de un esfuerzo conjunto para enfrentar el desempleo juvenil. “Este es un paso en la dirección correcta, porque atiende la necesidad de experiencia laboral en los jóvenes. Sin embargo, todavía falta que la currícula universitaria se ajuste a la realidad del país y que el Ejecutivo promueva la llegada de nuevas empresas que generen plazas de trabajo”, concluyó.

Este sentir es compartido por Quevedo, quien puntualizó que “el impacto que el programa tendrá sobre los niveles de desempleo juvenil dependerá del desempeño de estos jóvenes durante su pasantía y de la mejora en el clima para la inversión privada en el país, que se traducirá en la generación de vacantes a las que estos jóvenes puedan acceder una vez culminada su pasantía”.

La ministra de Trabajo comentó que su aspiración es que las universidades adopten este programa tras finalizar el periodo de los tres años, como alternativa a las prácticas profesionales tradicionales.

Un contexto complejo

Según Quevedo, entre 2019 y 2024 hubo una reducción de unos $4.600 millones de inversión privada en la economía, agravada por el cierre minero y la pérdida del grado de inversión de Fitch Ratings en marzo de 2024, lo que ocasionó que en ese año Mitradel tramitara casi 100.000 contratos laborales menos que en 2019, una caída del 26 %, con los jóvenes siendo los más afectados.

“Ya tenemos desempleo de dos dígitos. Con la excepción de los años de pandemia y pospandemia (2020, 2021), es la tasa de desocupación más alta en 20 años (superior al 9.8 % de 2005). Pero nuestra crisis laboral no es de empleo, sino de confianza”.

El especialista indicó que, durante los últimos dos años, el país perdió cerca del 80 % de sus exportaciones y unos 54.000 empleos a causa del cierre de la mina, sin mencionar otros 15.000 que se estarían perdiendo por la crisis que atravesó Bocas del Toro recientemente.

“Estos eventos han servido de telón de fondo para una fuerte contracción del consumo. En el primer semestre de 2025, las recaudaciones de ITBMS fueron 11 % inferiores al mismo período del 2024”.

“En los seis primeros meses de este año hubo $128 millones mensuales menos de consumo que en el primer semestre del año pasado, impactando fuertemente actividades como el comercio y hoteles/restaurantes, que históricamente contratan a muchos jóvenes”, aclaró, a la par de indicar que este tipo de proyectos contribuyen a subsanar la brecha de empleo juvenil que Panamá viene arrastrando durante años.

Luis Eduardo Valle
Consultor laboral
La iniciativa es excelente. En Panamá no existe una regulación sobre la figura de las pasantías laborales. Existen las prácticas profesionales, sí, pero estas dependen de acuerdos entre universidades y empresas y, usualmente, están condicionadas por el calendario académico universitario”.