Aseguradoras panameñas se preparan para nuevos cambios en el 2026
- 25/12/2025 00:00
El hito marcará un avance hacia la transparencia y comparabilidad de la información financiera del sector. Si bien la implementación exige ajustes técnicos y operativos, ésta fortalece la calidad de la información financiera en las compañías sin alterar su posición financiera subyacente
El sector de seguros de Panamá se prepara para marcar un hito histórico en la región. De acuerdo con el reciente reporte sectorial de Moody’s Local Centroamérica, el país se convertirá en el primero de Latinoamérica en publicar sus estados financieros bajo la Norma Internacional de Información Financiera 17 (NIIF 17) - Contratos de Seguros a partir de 2026. Mientras que en el resto de la región la adopción aún se encuentra en procesos iniciales o ha sido diferida, Panamá ya cuenta con un marco reglamentario sólido y un cronograma de ejecución avanzado.
La principal conclusión de Moody’s Local es que, si bien la NIIF 17 representa una transformación profunda en la forma en que se presentan los números, la posición financiera subyacente de las aseguradoras no cambia intrínsecamente por la norma. El objetivo central es sustituir a la NIIF 4, una norma provisional que permitía estándares locales heterogéneos, por un marco uniforme que refleje con mayor transparencia el impacto de las condiciones económicas en las obligaciones de seguros.
La agencia califica este cambio como una mejora sustancial en la calidad de la información revelada. Al valorar los contratos a valor presente y actualizar periódicamente los supuestos de riesgo, las aseguradoras panameñas ofrecerán estados financieros comparables con los de jurisdicciones internacionales de primer nivel. Moody’s no anticipa cambios en la fortaleza financiera de las compañías, a menos que la nueva transparencia revele impactos negativos que antes no eran visibles bajo el marco anterior.
Uno de los puntos más críticos de la transición es el efecto inicial en el patrimonio de las compañías. La NIIF 17 exige que las ganancias futuras de los contratos de seguros (denominadas Margen de Servicio Contractual o CSM) se difieran en el balance y se reconozcan gradualmente a medida que se presta el servicio, en lugar de reconocerse de inmediato.
Este diferimiento tendrá un impacto más marcado en las aseguradoras que manejan contratos de larga duración, como los ramos de vida individual o rentas vitalicias. Sin embargo, Moody’s Local destaca un beneficio a largo plazo: el patrimonio debería volverse menos volátil. Esto se debe a que la norma obliga a una mayor congruencia entre la valoración de los activos y la valoración de las obligaciones futuras, permitiendo que ambos reaccionen de manera coordinada ante cambios en las tasas de interés o variables de mercado.
La implementación en Panamá se ve influenciada por la composición del mercado local. Según datos a octubre de 2025, el 90 % del portafolio de primas en Panamá corresponde a seguros de corto plazo, liderados por ramos como Salud y Accidentes Personales (28%) y Automóvil (17%).
Para estos contratos de corta duración, las compañías tienen la opción de aplicar el Enfoque de Asignación de Primas (PAA), una metodología simplificada que no requiere valorar la porción no devengada, aunque sí obliga a medir los Pasivos por Reclamaciones Incurridas (LIC). Para los contratos de largo plazo, que representan el 10% restante, se deben utilizar enfoques más complejos como el de Bloques (BBA) o el de Comisión Variable (VFA).
La norma también redefine el rendimiento del negocio. La métrica clave pasa a ser el Resultado del Servicio de Seguros, que separa la rentabilidad pura de la suscripción de los resultados financieros netos. Esto elimina distorsiones y permite ver si una aseguradora es rentable por su gestión de riesgos o simplemente por sus inversiones financieras.
Moody’s Local resalta que la adopción de la NIIF 17 no es solo un ajuste contable, sino un desafío operativo que requiere. Por ejemplo, las aseguradoras deben invertir en módulos robustos capaces de procesar una gran granularidad de datos para calcular el CSM y los Flujos de Efectivo de Cumplimiento (FCF). Se vuelve indispensable la colaboración estrecha entre las áreas de contabilidad, actuaría y sistemas. La norma fortalece la gestión de riesgos al obligar a actualizar periódicamente los supuestos de mortalidad, morbilidad o siniestralidad.
Aquellas compañías que forman parte de grupos financieros multinacionales cuentan con una ventaja competitiva, ya que se favorecen de la transferencia de conocimiento de sus casas matrices que ya aplican la norma en otros países.
El liderazgo de Panamá es evidente al contrastar su estatus con el de sus vecinos. La Superintendencia de Seguros y Reaseguros de Panamá (SSRP) reglamentó la adopción mediante el Acuerdo No. 1 de enero de 2024, exigiendo reportes internos desde finales de ese mismo año para preparar la publicación oficial en 2026.
Costa Rica: ha pospuesto la entrada en vigor hasta el 1 de enero de 2028 debido a desafíos técnicos.
Colombia: también propone el inicio de la aplicación plena para enero de 2028.
Chile: la propuesta normativa apunta a la primera presentación de estados financieros anuales hasta 2029.
México, Brasil y Perú: los procesos de obligatoriedad plena aún están en curso o en fases de estudios de impacto cuantitativo.