Canasta básica supera los $300 en supermercados: el alimento mensual cuesta casi la mitad del salario promedio

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  • 06/10/2025 00:00

El valor de la canasta básica en supermercados llegó a $300.59 en mayo de 2025, $3.42 más que un año antes, presionando el presupuesto familiar

En la cocina de los González, una familia de cuatro que vive en el distrito de San Miguelito, provincia de Panamá, cada visita al supermercado se ha vuelto un ejercicio de cálculo. “Ahora compro menos carne y más granos. Todo está subiendo”, dice Marta, mientras revisa el recibo de su compra: arroz, leche, pan, azúcar, café, aceite, pollo y algunas verduras. El total roza los $100, apenas para llenar media despensa.

El número coincide con la realidad que muestra el último informe de la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco): el costo promedio de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) en supermercados alcanzó $300.59 en mayo de 2025, frente a los $297.17 registrados en mayo de 2024. El alza anual es de $3.42, equivalente a un incremento del 1,1 %.

Los alimentos que más presionan el bolsillo

Según el análisis de Acodeco, el grupo de cereales y derivados fue el que más aumentó durante mayo pasado, con un alza de 1,34 %, impulsada por los precios del pan, el arroz y los cereales de desayuno. Las frutas también subieron 6 %, especialmente la naranja de jugo (+37 %), mientras que los productos lácteos y las carnes registraron incrementos más moderados.

Algunos artículos bajaron levemente, como la papa nacional (22 %), la piña (12,7 %) y el pescado corvina (13,8 %), pero su efecto fue insuficiente para compensar el alza general. En conjunto, la canasta básica sigue costando más de $300 por mes.

Un gasto que se come el salario

Con un salario promedio mensual de $636.80, el costo de la CBA representa el 47 % del ingreso de un trabajador panameño. Para familias con un solo ingreso, el gasto en comida dentro del hogar deja poco margen para cubrir transporte, vivienda o servicios básicos.

En redes sociales, la cuenta @kontadorespanama ilustra este impacto mostrando lo que lleva un carrito de supermercado para cuatro personas: un paquete de cinco libras de azúcar morena a $2.95, una botella de aceite a $4.75, dos paquetes de espaguetis a $1.12, un cereal de maíz (corn flakes) a $2.75, una avena a $1.75, tres litros de leche a $1.85 cada uno ($5.55), una libra de café a $6.35, frijoles variados por $4.00, 20 libras de arroz a $15.45, salchichas por $4.15, dos paquetes de jamón cocido a $2.81 cada uno, queso amarillo de 24 rebanadas a $6.50, tres pollos por $21, cuatro piezas de chuleta por $5.96 y carne molida por $14. Solo con esos productos, el gasto se aproxima a $101.90, sin incluir frutas, verduras ni artículos básicos como pan, queso o huevos.

En el video se escucha: “Este es un ejemplo de que la inflación cada día está más alta, por lo cual tenemos que buscar formas de incrementar y mejorar nuestras finanzas”.

La vida detrás de las cifras

Los González, como muchos hogares panameños, han aprendido a reducir porciones, comparar precios, adquirir sucedáneos y sustituir marcas. Ese diferencial puede parecer pequeño, pero no lo es. “Antes comprábamos yogurt y jamón cada semana; ahora, una vez al mes si alcanza”, comenta Marta, resignada pero pragmática.

En esa compra mensual, los González notaron algo curioso: algunos productos lácteos eran diferentes, aunque más baratos. Muchos de esos artículos eran sucedáneos, alternativas que en los supermercados no siempre están claramente identificadas en los estantes.

En Panamá ya existen iniciativas legislativas para corregir esta situación. El proyecto de ley 405 propone que supermercados, mercados y tiendas identifiquen de forma visible los productos originales y los sucedáneos, mediante letreros, separación física mínima y la etiqueta “Producto sucedáneo o imitación”.

La vigente Ley 113 de 2019 aborda los sucedáneos y obliga a los comercios a identificarlos con un letrero en español que indique nombre y procedencia. Sin embargo, no define qué es un sucedáneo ni establece parámetros de fiscalización, lo que dificulta su aplicación práctica.

Por ello, la nueva propuesta legislativa busca fortalecer esa norma, ya que el incumplimiento podría acarrear multas de entre $1,000 y $15,000, según la gravedad o reincidencia. Uno de los puntos críticos es que muchos comercios comercializan sucedáneos lácteos sin que el comprador promedio lo note, algo que las autoridades y los productores buscan corregir.

Hasta agosto pasado, la Acodeco impuso más de 100 sanciones y multó a negocios por un total de $24,975.

El impacto para el consumidor

Para los González —y miles de hogares panameños— la compra de CBA se ha vuelto un acto cauteloso. Si sustituyen yogurt o leche por versiones más baratas pero nutrimentalmente distintas, y no lo detectan por falta de letreros claros, podrían estar sacrificando calidad sin saberlo.

La combinación del alza en precios, el uso creciente de sucedáneos no identificados y el peso de la canasta sobre el salario promedio refuerzan la necesidad de mayor transparencia regulatoria y protección al consumidor.