Crédito mejora en bancos en contraste con una morosidad crítica al cierre de junio 2025

En el buró de créditos del país al menos 2,3 millones de personas cuentan con, al menos, una referencia crediticia.
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  • 07/08/2025 00:00

Aunque la deuda en el sistema financiero panameño continúa creciendo, la morosidad general se redujo al 6,8 %. Los bancos lideran el crecimiento con estabilidad, pero las financieras enfrentan un alarmante deterioro crediticio

El crédito formal en Panamá sigue expandiéndose de forma sostenida, con más de 2,3 millones de personas registradas con al menos una referencia crediticia, y una deuda total que supera los $42.000 millones, según el más reciente informe de APC Experian correspondiente a junio 2025.

Sin embargo, la aparente mejora en los indicadores de morosidad, que han pasado de 7,5 % en 2024 a 6,8 % este año, podría generar una falsa sensación de tranquilidad. Así lo advirtió la gerente general de APC Experian, Giovanna Cardellicchio, al señalar que más de $139 millones han sido trasladados a Cuentas contra Reserva, lo que significa que las entidades financieras han tenido que absorber esas pérdidas con sus propias reservas al considerar irrecuperables los créditos.

En el desglose por sectores, los bancos mantienen su liderazgo tanto en volumen como en estabilidad. A junio de 2025, acumulan un saldo total de $36.484 millones, 3 % más que el año anterior. El número de obligaciones activas también creció 4%, alcanzando poco más de 2 millones. La morosidad en este sector disminuyó a 5,05 %, reafirmando su perfil como el segmento más sólido del sistema.

Por su parte, las cooperativas tuvieron un crecimiento más modesto. Con un saldo de $1.642 millones, para un alza del 4 % respecto al año anterior. Mientras las obligaciones activas cayeron ligeramente (-1 %), y la morosidad permanece alta, en 7,3 %.

En contraste, las financieras muestran una realidad preocupante, con la cartera en 20 %, alcanzando los $1.974 millones, y también incrementaron sus obligaciones en 7 %. No obstante, la morosidad a más de 60 días escaló a 19,6 %, siendo la más alta entre todas las entidades financieras formales. Esta situación refleja el perfil de riesgo de los prestatarios.

El sector denominado como “otros”, que incluye empresas de telecomunicaciones, comercio y prestamistas no regulados, también evidencia un alto nivel de vulnerabilidad. Aunque su saldo bajó un 8 % interanual, alcanzando los $948 millones, mantiene una morosidad de 46,4 %, apuntando a la necesidad de mayor regulación y control en ese tipo de financiamiento.

En cuanto a la evolución histórica del crédito en Panamá, los bancos han mostrado un crecimiento sostenido desde 2020, cuando mantenían un saldo de $30.448 millones. Para 2025, ese número subió a $36.484 millones, lo que representa un crecimiento del 20 % en cinco años. En contraste, las “otras industrias” pasaron de $4.185 millones a $4.565 millones en el mismo periodo, un alza de apenas 9 %, lo que indica una concentración progresiva del crédito en el sector bancario.

Productos

Al analizar las carteras por tipo de producto, las hipotecas bancarias dominan, con un saldo total de $21.167 millones distribuidos en 339.116 préstamos. El saldo promedio por hipoteca es de $62.420 y la morosidad bajó a 4,98 %, lo que refleja cierta mejora frente al 5,4 % del año pasado.

Los préstamos personales bancarios totalizan $8.400 millones con 624.398 obligaciones activas. La morosidad en este segmento es de 4,15 %. Las tarjetas de crédito bancarias, en cambio, muestran el índice de morosidad más alto dentro del sector bancario: 8.9% sobre saldo. Pese a lo anterior, se registraron 63.586 tarjetas nuevas en el último año, alcanzando las 826.780 en circulación.

En el rubro de préstamos de autos bancarios, se registran 161.428 préstamos con una morosidad ínfima, de apenas 2,31 %, y un saldo total de $2.170 millones. Este segmento destaca por su bajo riesgo y crecimiento constante.

Por su parte, las financieras mantienen una fuerte concentración de riesgo en préstamos personales, con más de 468.000 obligaciones y una morosidad del 18,05 %, mientras que en tarjetas de crédito alcanzan un 17,21 %.

Finalmente, el análisis de nuevas originaciones muestra que los bancos lideran en colocación de nuevos préstamos, con 45.499 operaciones en mayo pasado, 12 % más que el mismo mes del año anterior. Las cooperativas otorgaron 6.244 préstamos, con un crecimiento del 8 %, mientras que las financieras registraron una caída del 5 %, con 21.421 nuevos préstamos.

Estas cifras confirman que, aunque el crédito sigue creciendo en Panamá, los riesgos están lejos de desaparecer. La formalidad bancaria sigue siendo el ancla de la estabilidad, mientras que sectores como las financieras y los prestamistas no bancarios requieren vigilancia y correctivos para evitar que se conviertan en focos de sobreendeudamiento y riesgo sistémico.