De la fantasía a la realidad: el caso Snowland Panamá y el desafío de la verdad publicitaria
- 27/12/2025 00:00
El evento enfrentó una crisis de credibilidad tras utilizar imágenes generadas por IA que no coincidían con la realidad de las instalaciones: espuma de jabón en lugar de nieve y falta de infraestructura prometida
Lo que comenzó como una ambiciosa promesa de traer el invierno polar al Casco Antiguo ha terminado en un cierre abrupto y una investigación oficial. El evento Snowland Panamá, que se volvió viral por la brecha entre su publicidad y la experiencia real, ha anunciado su cancelación definitiva, dejando tras de sí una lección crítica sobre el uso de la Inteligencia Artificial (IA) en el mercadeo.
Durante semanas, la publicidad de Snowland inundó las redes sociales con imágenes de paisajes nevados impecables, pistas de esquí y zonas de patinaje inmersivas. Sin embargo, tras su inauguración el 23 de diciembre, los asistentes denunciaron que la “nieve” era en realidad espuma de jabón, las instalaciones estaban inconclusas y las imágenes promocionales —aceptadas por la empresa como generadas por IA— no guardaban relación con el montaje final.
La Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco) inició una verificación de oficio tras las múltiples quejas, recordando que, bajo la Ley 45 de 2007, todo anunciante está obligado a cumplir lo ofrecido.
Tras las presiones generadas por el evento, Snowland Panamá informó la cancelación definitiva de su evento, al asegurar que la decisión se tomó priorizando la seguridad del público, la experiencia completa de los asistentes y el cumplimiento de lo prometido, según un comunicado oficial difundido por la organización.
De acuerdo con la empresa, el objetivo del evento siempre fue ofrecer “una experiencia real, bien ejecutada y a la altura de lo anunciado”, por lo que optaron por cancelar la actividad ante la imposibilidad de garantizar plenamente esos estándares en la fecha prevista.
Snowland Panamá señaló que, durante la fase de montaje, se realizaron inversiones significativas y comprobables para la ejecución del evento. Entre estas mencionó la infraestructura general, la rampa de esquí, un cuarto de frío con hielo granizado, equipos técnicos y montaje especializado, contratos con proveedores nacionales e internacionales y una pista de patinaje sobre hielo.
La empresa explicó que la pista de patinaje no pudo estar operativa en la fecha de apertura debido a demoras ajenas a la organización, por lo que el proveedor correspondiente se encuentra actualmente en proceso de reembolso del dinero invertido.
Asimismo, indicó que el cuarto frío con hielo granizado ya había sido instalado, pero no estuvo listo a tiempo, lo que afectaba la experiencia integral que se buscaba ofrecer al público.
En el comunicado, Snowland Panamá aseguró que todas las inversiones fueron reales, ejecutadas y cuentan con respaldo documental verificable, el cual —indicó— podrá ser presentado de forma privada cuando corresponda.
La empresa informó además que se encuentra organizando y validando el proceso de reembolsos, el cual será gestionado de manera ordenada, responsable y transparente. Según detalló, cada cliente será contactado de forma individual para confirmar su caso y el procedimiento correspondiente, al tiempo que agradeció la comprensión y paciencia del público.
Tras el colapso mediático del evento, el vocero de la Acodeco, Alberto Castrellón, explicó que el Departamento de Veracidad de la Publicidad se activó inmediatamente tras las denuncias en redes sociales. El primer paso fue constatar la ubicación física del local y la razón social detrás del nombre comercial, elementos clave para lograr la devolución del dinero.
“Esto fue realmente una fantasía que fue promocionada y no se cumplió. Hay un punto negativo para la empresa; sus descargos en redes sociales serán utilizados cuando la Acodeco los cite por incumplimiento”, enfatizó el vocero.
Uno de los puntos más críticos abordados por Castrellón es la nueva modalidad de utilizar IA para generar artes y videos promocionales que no guardan relación con la realidad.
Mencionó que la IA puede conducir a engaño o error si el consumidor “cae por la vista” en algo técnicamente imposible de ejecutar.
El vocero adelantó que este caso impulsará un análisis interno en Acodeco para proponer posibles reformas. Señaló que el objetivo es regular cómo las agencias utilizan recursos gráficos de IA, similar a las leyendas de “imágenes ilustrativas” en la comida rápida, pero con mayor rigor para eventos de entretenimiento.
Castrellón detalló las herramientas legales con las que cuenta la institución ante estos casos como la Ley 45 de 2007, que permite sanciones desde un centésimo hasta los $50,000, dependiendo de la gravedad, la reincidencia y si se dio o no el cumplimiento.
Además de que Acodeco, dijo, puede obligar a la empresa a publicar una rectificación en los mismos medios donde se difundió la publicidad engañosa (redes sociales, radio, TV o vallas).
El vocero mencionó que la prioridad actual es la devolución de las sumas pagadas, sin importar si el monto era “sobresaliente” o mínimo, ya que existe una relación de consumo vulnerada.
“No se puede cuantificar la sorpresa de los niños que esperaban algo que no llegó, pero sí podemos asegurar que se devuelvan las sumas abonadas”, indicó Castrellón, indicando que el proceso de audiencias determinará la decisión final antes de que termine el año.
Para evitar situaciones similares, la Acodeco recomienda a la ciudadanía verificar la ubicación física, investigar la razón social, analizar la publicidad y determinar los criterio de realidad.
De enero a noviembre del 2025, la entidad recibió 1,088 casos tramitados por veracidad de la publicidad, de las cuales 22 fueron por quejas, 139 por denuncias y 927 por oficio.