Déficit fiscal y empleo formal definirán el crecimiento de Panamá en 2025, dice experto

Experto advierte que el déficit fiscal es una de las principales amenazas y que la clave está en disciplina, más ingresos e inversión estratégica.
  • 21/12/2025 00:00

Panamá lidera el crecimiento regional, pero controlar el déficit fiscal, la deuda y fortalecer el empleo formal será clave para su competitividad, según Rafael Sayagués de Deloitte

En un contexto internacional caracterizado por incertidumbre geopolítica, volatilidad económica, conflictos armados y cambios abruptos en las reglas del comercio global, Panamá continúa mostrando un desempeño económico superior al promedio regional, aunque enfrenta retos estructurales clave que definirán su crecimiento en los próximos años, afirmó Rafael Sayagués, socio director del nuevo Marketplace de Deloitte en Centroamérica, Panamá y República Dominicana, durante una entrevista con La Estrella de Panamá sobre las perspectivas económicas del país y la región.

Sayagués describió el escenario actual como una “tormenta perfecta”, marcada por economías volátiles, tensiones arancelarias, eventos climáticos extremos e inestabilidad política. No obstante, subrayó que Centroamérica, República Dominicana y particularmente Panamá siguen creciendo por encima de las economías más desarrolladas. “Panamá continúa creciendo por encima del 4 %, incluso después del ciclo electoral, del impacto del cierre minero y de la desaceleración en la inversión en infraestructura. La región en su conjunto avanza entre 3.5 % y 3.7 %, lo que confirma su atractivo como destino de inversión”, dijo el especialista en estructuración tributaria local e internacional, transacciones multijurisdiccionales, reorganización corporativa y asesoría de inversión a grupos regionales, multilatinas y multinacionales.

De acuerdo con Sayagués, las proyecciones apuntan a que la economía panameña cerrará 2025 con un crecimiento cercano al 4.5 % y se mantendrá por encima del 4 % en 2026, reflejando una evolución positiva pese a la volatilidad global.

Este desempeño, según él, se sustenta en un modelo económico basado principalmente en servicios, con un rol central del Canal de Panamá, la logística, los servicios financieros y la conectividad internacional, que continúan posicionando al país como un hub regional frente a otras economías centroamericanas.

El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) aseguró en un reciente análisis que el producto interno bruto real de Panamá acumula un crecimiento interanual hasta septiembre de 4.2 %, impulsado por sectores claves como: el transporte (destacando las operaciones del Canal de Panamá), almacenamiento y correo, hoteles y restaurantes, actividades financieras y de seguros y las actividades inmobiliarias, profesionales, científicas, técnicas y de apoyo administrativo.

Déficit fiscal y deuda, el principal desafío macroeconómico

Uno de los mayores riesgos para el crecimiento sostenible, advirtió Sayagués, es el déficit fiscal y el aumento de la deuda pública, un problema común en América Latina que se profundizó tras la pandemia.

Para Panamá, las estimaciones apuntan a un déficit fiscal cercano al -4.4 % en 2025 y -3.7 % en 2026, cifras que, si bien siguen siendo elevadas, reflejan un mayor nivel de disciplina fiscal por parte del actual gobierno.

Según datos del MEF, al cierre de octubre de 2025, la deuda pública de Panamá registró un incremento de $138.3 millones (0.2 %) respecto a septiembre, elevando el saldo total a $58,832.7 millones; sin embargo, el presidente José Raúl Mulino asegura que su administración cumplirá la meta del déficit fiscal de 2025, fijada en 4 %, 3.5 puntos menos que el año anterior.

“El déficit fiscal es una de las amenazas principales no solo para Panamá, sino para la región. La clave está en mantener disciplina, aumentar ingresos —especialmente los del Canal— y ejecutar inversiones estratégicas que generen un círculo virtuoso en la economía”, explicó Sayagués.

En ese sentido, destacó que la recuperación de los ingresos del Canal, tras los efectos de la sequía, ya está teniendo un impacto positivo en las finanzas públicas, al mejorar la capacidad de inversión del Estado.

No obstante, advirtió que Panamá no puede permitirse un nuevo deterioro en su calificación crediticia, ya que “un downgrade (degradación o rebaja encarecería el financiamiento externo y limitaría la capacidad del país para cubrir déficits y ejecutar proyectos estratégicos”.

Sectores con mayor potencial y oportunidades de inversión

Pese a los riesgos fiscales, Sayagués resaltó que el clima de inversión en Panamá sigue siendo “favorable”, impulsado por políticas públicas orientadas a la atracción de capital extranjero.

Entre los sectores con mayor potencial identificó:

Servicios financieros, como pilar del crecimiento económico.
Energía, con proyectos estratégicos que generan efectos multiplicadores en la economía.
Construcción e infraestructura, ante una posible reactivación de proyectos públicos.
Logística, puertos y hubs regionales, apalancados en el Canal y la conectividad del país.
Centros de servicios compartidos (Shared Service Centers) y operaciones regionales de multinacionales.
Regímenes como SEM, Panamá Pacífico, manufactura y logística continúan posicionando al país como una plataforma atractiva frente a otros mercados de la región y economías emergentes fuera de América Latina.
Empleo formal, inteligencia artificial y talento: el reto frente a la región

Sayagués enfatizó que “el empleo es el motor central del crecimiento económico”, pero advirtió que el alto nivel de informalidad laboral, que ronda en promedio el 40 % en la región, limita la sostenibilidad fiscal y social.

En Panamá, la tasa de desempleo total está en 9.5% y la informalidad en 49.3 %, según los últimos datos de la Encuesta de Mercado Laboral divulgados a finales del 2024, y publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC). “La informalidad genera consumo, pero no aporta impuestos ni seguridad social. El crecimiento real y sostenible solo se logra con empleo formal, de calidad y bien remunerado”, sostuvo Sayagués.

En este contexto, subrayó la necesidad de simplificar sistemas, reducir costos fiscales y generar incentivos para la formalización, de modo que el crecimiento económico se traduzca en mayor recaudación, inversión social y estabilidad fiscal.

Otro de los grandes desafíos identificados es el impacto de la inteligencia artificial en la fuerza laboral. Sayagués afirmó que esta tecnología no debe verse únicamente como una amenaza, sino como una herramienta para potenciar la productividad, aunque reconoció que implicará desplazamientos laborales y una transformación profunda del mercado de trabajo.

“El 90 % de las labores contables, por ejemplo, hoy ya pueden automatizarse. El reto no es eliminar empleos, sino reentrenar y reconvertir la fuerza laboral hacia actividades de mayor valor agregado”, explicó.

Para mantenerse competitivo frente a países como Costa Rica, República Dominicana y economías más desarrolladas como Irlanda, Singapur o Malasia, Panamá deberá priorizar la formación de talento en áreas estratégicas como ingeniería, ciencia de datos, logística, comercio exterior y tecnologías de la información.

Un punto de inflexión para Panamá

Finalmente, Sayagués concluyó que Panamá se encuentra en “un punto de inflexión”, donde las decisiones en materia fiscal, laboral, educativa y de inversión definirán su posición regional en las próximas décadas.

“Panamá tiene un enorme potencial. El reto es convertir el crecimiento económico en desarrollo sostenible, con disciplina fiscal, inversión productiva, talento humano preparado y empleo formal”, afirmó Sayagués, reinterando el compromiso con Panamá con la nueva estructura de negocios de Deloitte que integra servicios de consultoría, tecnología, impuestos, auditoría y más, buscando un crecimiento acelerado y fortaleciendo el liderazgo de la firma en la región.

“Como parte de este nuevo modelo de desarrollo y de crecimiento de negocios de Deloitte, tenemos la convicción de que Panamá claramente es uno de los países que está dentro de nuestra lista primaria de enfoque de inversión, porque creemos verdaderamente en el potencial de crecimiento que tiene esta economía”, concluyó.

Rafael Sayagués
socio director del nuevo Marketplace de Deloitte en Centroamérica, Panamá y República Dominicana
El déficit fiscal es una de las amenazas principales no solo para Panamá, sino para la región. La clave está en mantener disciplina, aumentar ingresos —especialmente los del Canal— y ejecutar inversiones estratégicas que generen un círculo virtuoso en la economía”