Iniciativa de la FAO promueve una pesca responsable y una acuicultura sostenible

La Iniciativa está orientada a incrementar la contribución de los sistemas alimentarios acuáticos a la seguridad alimentaria global.
Javier Villanueva, oficial principal de pesca y acuicultura de la FAO para América Latina y el Caribe.
Uno de los hitos más relevantes de esta cooperación fue la promulgación de la Ley 204 de 2021, que regula la pesca y la acuicultura en Panamá.
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  • 26/10/2025 00:00

En América Latina y el Caribe, la pesca y la acuicultura son pilares esenciales para los medios de vida de más de 85 millones de personas. Estos sectores no solo generan empleo e ingresos, sino que además proporcionan alimentos saludables que contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional de millones de hogares en la región.

No obstante, la actividad enfrenta desafíos crecientes derivados, entre otros, del cambio climático, la contaminación y la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. Todos estos factores ponen en riesgo la sostenibilidad de los ecosistemas acuáticos y el bienestar de las comunidades costeras que dependen de ellos, explicó Javier Villanueva, oficial principal de pesca y acuicultura de la FAO para América Latina y el Caribe en una entrevista.

¿Cómo está trabajando la FAO en promover el desarrollo sostenible y el cuidado ambiental?

La FAO impulsa la Iniciativa de Transformación Azul, un esfuerzo global orientado a incrementar la contribución de los sistemas alimentarios acuáticos a la seguridad alimentaria, la generación de ingresos y sostenibilidad de los medios de vida, así como a fomentar el crecimiento inclusivo y sostenible de la pesca y la acuicultura. Esta iniciativa promueve prácticas responsables que permitan que los sistemas alimentarios acuáticos sean sostenibles y resilientes, fortaleciendo la gobernanza y apoyando a los países en la formulación e implementación de políticas públicas.

El compromiso de la FAO con esta transformación ha sido reconocido en espacios internacionales de alto nivel, como el G20, que ha destacado la importancia de la transformación azul para alcanzar la sostenibilidad de los sistemas alimentarios acuáticos dentro de su agenda global.

Nuestro trabajo se centra en promover una pesca responsable y una acuicultura sostenible, proteger los derechos humanos de las comunidades pesqueras, mejorar las condiciones laborales, avanzar en el ordenamiento y gestión sostenible de la pesca y el fortalecimiento de los mecanismos para prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal no declarada y no reglamentada.

Todas estas acciones se enmarcan en la visión de la FAO de avanzar hacia una Mejor Producción, una Mejor Nutrición, un Mejor Medio Ambiente y una Vida Mejor, sin dejar a nadie atrás.

¿Cómo se articulan esas acciones con la agenda ambiental global y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)?

Todo nuestro trabajo está alineado con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. La pesca y la acuicultura sostenibles contribuyen directamente al ODS 14, que busca conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos. Además, generan impactos positivos en otros Objetivos de Desarrollo Sostenible, como el ODS 2 (Hambre Cero), el ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico) y el ODS 13 (Acción por el clima).

La FAO colabora con los países para fortalecer los sistemas alimentarios acuáticos a través de la mejora de marcos normativos, la implementación de prácticas más sostenibles, el refuerzo de la trazabilidad de los productos y la reducción de la huella ambiental del sector. Asimismo, impulsa la adopción de tecnologías e innovaciones que promuevan la sostenibilidad y mejoren la eficiencia de la pesca y acuicultura, así como en la capacitación de las comunidades pesqueras en la gestión y uso sostenible de los recursos acuáticos.

El objetivo final es impulsar una transformación integral e innovadora de los sistemas alimentarios acuáticos, que combine productividad, sostenibilidad e inclusión social, contribuyendo al bienestar de las personas y a la salud del planeta.

Panamá ha sido un caso destacado en la región. ¿Cuál ha sido el rol de la FAO en el fortalecimiento del sector pesquero y acuícola en ese país?

Panamá es un socio clave de la FAO en el fortalecimiento del sector pesquero y acuícola. A lo largo de los años, hemos trabajado de manera conjunta con el Gobierno panameño para fortalecer la gobernanza y la gestión del sector, con énfasis en la modernización institucional, la capacitación de técnicos, la actualización del marco legal, la adopción de tecnologías y la prevención de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.

Durante los últimos siete años, la FAO ha realizado alrededor de 15 misiones técnicas en el país, proporcionando asistencia especializada en la adopción e implementación de instrumentos internacionales, como el Acuerdo sobre Medidas del Estado Rector del Puerto (AMERP), una herramienta esencial para combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, así como diversas directrices voluntarias como las que establecen las responsabilidades del Estado de pabellón y la regulación sobre los transbordos.

Uno de los hitos más relevantes de esta cooperación fue la promulgación de la Ley 204 de 2021, que regula la pesca y la acuicultura en Panamá. Esta normativa marcó un punto de inflexión en la sostenibilidad del sector, al establecer principios claros sobre conservación, trazabilidad y aprovechamiento responsable de los recursos. A partir de su aprobación, la FAO ha colaborado activamente en la elaboración de reglamentos complementarios que refuerzan el marco jurídico nacional.

Además, trabajamos junto a la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) en el fortalecimiento de capacidades para el seguimiento, control y vigilancia, así como para fortalecer el Centro de Control y Seguimiento Pesquero, que hoy utiliza tecnología satelital para monitorear en tiempo real la flota pesquera de bandera nacional. Este avance coadyuva en los esfuerzos de velar por el cumplimiento de las normativas vigentes y prevenir prácticas que contravengan la legislación nacional, contribuyendo así a la gestión sostenible de los recursos marinos.

Es de señalarse que durante la XIX Reunión de la Comisión de Pesca en Pequeña Escala, Artesanal y Acuicultura para América Latina y el Caribe (CoppesaAlc), celebrada en Ciudad de Panamá en junio de 2025, y que actualmente Panamá ejerce su presidencia pro tempore, se reafirmó el compromiso regional con la sostenibilidad de los sistemas alimentarios acuáticos. En el encuentro se destacó la importancia de la “Transformación Azul” como eje para fortalecer la pesca y la acuicultura sostenibles, promover la inclusión social y garantizar la seguridad alimentaria. Asimismo, se subrayó el papel clave de Panamá y de los países miembros en el impulso de políticas basadas en innovación, equidad y resiliencia climática.

¿Qué avances se han logrado en la pesca artesanal y la acuicultura en Panamá?

En el ámbito de la pesca artesanal, la FAO ha promovido la aplicación de las Directrices voluntarias para la pesca sostenible en pequeña escala en el contexto de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza, un instrumento fundamental que busca fortalecer los medios de vida de las comunidades costeras y ribereñas, fomentar su participación en la gestión de los recursos y mejorar su acceso a los mercados locales e internacionales.

En materia de acuicultura, hemos acompañado a Panamá en su objetivo de diversificar la producción y generar empleos rurales sostenibles, impulsando prácticas responsables que contribuyan al desarrollo económico y a la seguridad alimentaria del país.

Actualmente, Panamá e busca ampliar su portafolio de cooperación con la FAO, explorando nuevas áreas estratégicas como el ordenamiento y gestión sostenible de la pesca, la expansión y desarrollo sostenible de la acuicultura, el refuerzo de la trazabilidad de los productos acuáticos, y el fortalecimiento de capacidades institucionales.

Este año se realizó la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano. ¿Qué relevancia tiene este evento para la FAO y la región?

Este tipo de eventos son de gran relevancia estratégica, ya que permiten fortalecer el diálogo global sobre la gobernanza oceánica y promover una acción colectiva hacia la sostenibilidad de los mares. La Conferencia del Océano de 2025, celebrada en Francia, constituyó una plataforma clave para reafirmar los compromisos internacionales en torno al uso sostenible y responsable de los recursos marinos.

Durante este encuentro, la FAO presentó los avances de la Iniciativa de Transformación Azul, se lanzó el nuevo estado mundial de los recursos pesqueros marinos, y destacó la relevancia de las nuevas Directrices para la Acuicultura Sostenible, las cuales ofrecen a los países una hoja de ruta integral para aumentar la producción de manera eficiente y responsable, reduciendo el impacto ambiental y fomentando la inclusión social y económica en el sector.

¿Qué mensaje dejaría a los gobiernos y actores del sector sobre el futuro de los océanos y la sostenibilidad?

El futuro del planeta y de las próximas generaciones depende de las decisiones que tomemos hoy. Ningún país ni organización puede enfrentar este desafío de manera aislada. Se requiere un compromiso colectivo, en el que los gobiernos, el sector privado, las comunidades locales y los organismos internacionales trabajen de forma articulada y solidaria para alcanzar metas comunes.

La sostenibilidad no es un concepto abstracto: es una condición esencial para garantizar el bienestar, la seguridad alimentaria y el empleo de millones de personas en todo el mundo. Los océanos continúan siendo una fuente vital de alimento, de vida y de desarrollo, pero su futuro depende de una gestión responsable y equitativa de sus recursos.

La hoja de ruta para la transformación azul nos presenta una oportunidad para trabajar de forma conjunta y bajo una visión estratégica para mejorar los sistemas alimentarios acuáticos con el fin de aumentar su contribución a la seguridad alimentaria, la nutrición y el bienestar global de manera sostenible.

Este 21 de noviembre se celebra el día mundial de la pesca, donde es una oportunidad para celebrar la enorme importancia que tienen las pesquerías para las comunidades costeras de América Latina y el Caribe. No olvidemos que los productos acuáticos aportan proteínas de alta calidad, omega-3, vitaminas y micronutrientes esenciales que fortalecen las dietas saludables y contribuyen a la seguridad alimentaria en la región.

Solo mediante esfuerzos coordinados, sostenibles e inclusivos podremos asegurar que los sistemas alimentarios acuáticos continúen siendo un motor de progreso para América Latina y el Caribe, y una herencia próspera y saludable para las generaciones venideras.