Economía

Instalan en Tierras Altas primera cama biológica de plaguicidas

La función de la cama biológica es neutralizar los residuos provenientes del lavado de bombas de aspersión.
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  • 10/07/2025 01:00

La agricultura sostenible de Panamá logra un hito al instalar la primera cama biológica asistida por el MIDA en Tierras Altas, Chiriquí. La solución permite la degradación segura de residuos de plaguicidas, previniendo así la contaminación

Panamá ha dado un paso significativo hacia una agricultura más sostenible y responsable con la instalación de la primera cama biológica en la comunidad de Las Cumbres, Tierras Altas, provincia de Chiriquí. La iniciativa, asistida por el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) a través del Laboratorio de Residuos de Plaguicidas de la Dirección Nacional de Sanidad Vegetal, ya está siendo evaluada por su eficiencia en la degradación de plaguicidas, y promete un impacto positivo en el medio ambiente y la salud pública.

La estructura, puesta en marcha por el productor de hortalizas Jorge Barría, está diseñada para gestionar de forma segura los residuos de plaguicidas y otros productos fitosanitarios. Su función principal es facilitar la degradación biológica de estos compuestos, previniendo así la contaminación de suelos y fuentes hídricas, un problema crucial en la agricultura moderna.

Por su parte, Brenda Checa, jefa del Departamento de Coordinación de Servicios Técnicos de Análisis Químico del MIDA, destacó que esta tecnología representa un avance clave en el marco de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA). “Es fundamental que los productores comprendan la importancia de prevenir la contaminación mediante el uso de herramientas como las camas biológicas”, afirmó Checa, enfatizando el compromiso del MIDA con la implementación de soluciones innovadoras.

¿Qué es una cama biológica?

Una cama biológica es una construcción ingeniosa y de bajo costo diseñada para la destrucción de moléculas de plaguicidas. Su función principal es neutralizar los residuos provenientes del lavado de bombas de aspersión, de los envases sometidos al triple lavado, e incluso de derrames accidentales.

En su forma más sencilla, una cama biológica consiste en un hoyo excavado en el suelo que se rellena con una mezcla de paja, tierra y restos de otros materiales vegetativos como hojas secas. Estas estructuras son activas y sostenibles, ya que permiten la retención y degradación microbiana de los residuos fitosanitarios. Los microorganismos presentes en la mezcla orgánica descomponen los plaguicidas y los transforman en compuestos inofensivos, lo que protege el ecosistema circundante.

Replicando el modelo

La finca de Jorge Barría, quien facilitó información detallada sobre los 25 plaguicidas que utiliza, servirá como un modelo piloto para otros productores interesados en adoptar esta tecnología. La iniciativa se enmarca en un proyecto de cooperación sur-sur entre Panamá y Uruguay, lo que facilita el intercambio de conocimientos y capacidades técnicas en el sector agrícola.

María Verónica Cesio, experta uruguaya que participó en la instalación, compartió la experiencia exitosa de su país y expresó su confianza en que los resultados en Panamá serán igualmente positivos.

Sanidad Vegetal del MIDA brindará seguimiento gratuito durante un año a través de análisis de laboratorio para monitorear el grado de degradación de los plaguicidas. Posteriormente, las evaluaciones continuarán de forma anual, asegurando así la eficacia y sostenibilidad a largo plazo de este sistema.