Interés preferencial: Caja de Ahorros no está obligado absorber la demanda
- 14/08/2025 00:00
La Caja de Ahorros es actualmente el banco más grande en cartera hipotecaria subsidiada, con más de 5.500 hipotecas por año. Hasta el 13 de agosto tienen 4.000 hipotecas otorgadas y casi $305 millones El gerente general de la Caja de Ahorros (CA), Andrés Farrugia, aseguró ayer a medios en un conversatorio, que el banco no está obligado a cubrir toda la demanda de créditos hipotecarios que se podrían generar con la Ley de Interés Preferencial si se mantiene bajo las actuales condiciones. Recomendó una evaluación exhaustiva, ahora que se encuentra en la Asamblea Nacional para sus futuras modificaciones.
Farrugia explicó que, pese a ser estatal, el banco funciona igual que los demás de la plaza, por lo tanto, también tiene que medir la disponibilidad que puedan tener para ofrecer los créditos hipotecarios.
Recordó que el mandato principal del banco es aportar al presupuesto general de su accionista, que es el Estado, y para eso tienen que buscar eficiencias.
“Nos vemos imposibilitado de absorber los créditos hipotecarios de la Ley de Interés Preferencial ya que, por ser estatal, el banco no está obligado a absorber los mercados deficitarios”, mencionó el gerente general.
El banquero se refiere al proyecto de ley que modificará la Ley 468 de 2025, que establece nuevas condiciones de interés preferencial a partir del enero de 2026, debido a que tiene ciertas incongruencias, imposiciones y cobro de impuestos. A raíz de que la norma, se generó incertidumbre y controversia en el sector inmobiliario. El presidente de la República, José Raúl Mulino, sancionó la Ley 472, que restituye la subrogada la Ley 3 de 1985, que establece el régimen de intereses preferenciales para préstamos hipotecarios extendiéndola hasta el 31 de diciembre próximo.
De acuerdo con Farrugia, es importante evaluar la ley desde la Asamblea Nacional porque compromete a toda la industria y además porque representa cerca del 18% del producto interno bruto. Confesó que incluso la actual Ley de Interés Preferencial golpea a los bancos, algo que, a su juicio, debe ser motivo para buscar las inconveniencias.
Por ejemplo, hizo referencia al artículo 12 que busca establecer condiciones necesarias para garantizar la pluralidad de participación de los bancos como facilitadores en los productos hipotecarios. El citado artículo 12, que tomó de sorpresa a los bancos y promotores de viviendas, establece que los bancos deben hacer una evaluación de la situación financiera del beneficiario entre 6 y 12 meses antes de que finalice el período del subsidio, para que ambas partes lleguen a un nuevo acuerdo.
En este contexto, detalló que no se puede garantizar una participación continua si los bancos no saben las condiciones económicas que tienen sus clientes para seguir pagando sus compromisos y más aún cuando se trata de tasas subsidiadas.
Farrugia mencionó que en medio de todas estas inconformidades ahora hay un anteproyecto de ley que se está verificando para que sea discutido en las próximas semanas, con el fin de lograr una ley integral que proteja las cuatro bases sobre este tema: cliente, promotor, Estado y banco.
“Hay que pensar primero en el cliente, hay que pensar en los promotores, pensar definitivamente en el apoyo que da el Estado en ese segmento, que es brutalmente importante y decisivo y, por supuesto, los bancos que somos parte fundamental. Nosotros no queremos obstaculizar el proceso, pero tiene que ser bajo condiciones que sean rentables para todas las partes”, expuso.
El gerente general de la CA destacó que actualmente son el banco más grande en cartera hipotecaria subsidiaria del país, ya que otorga entre 5.500 a 6.000 hipotecas por año. Hasta el 13 de agosto tienen 4.000 hipotecas dadas y casi $305 millones.
Hasta julio de 2025, la CA reporta $2.943 millones, de los cuales $1.913 millones son bajo la Ley de Interés Preferencial y $1.030 millones sin el beneficio de la Ley de Interés Preferencial.
Transición El gerente general de la CA también conversó sobre la transición que están teniendo con el Banco Hipotecario Nacional para que se convierta en un programa para fomentar la compra de vivienda.
Al respecto, aclaró que, pese a este proceso, la CA no asumirá la morosidad crediticia que maneja el Banco Hipotecario Nacional (BHN), que se encuentra alrededor del 90 %.
Farrugia explicó que tras las evaluaciones preliminares han detectado que el BHN se maneja con una cartera crediticia de alrededor de $250 millones con una morosidad “estratosférica, que les da poca capacidad de maniobra”.
Sin embargo, reconoció que deberán buscar la forma de sacarle el retorno a los recursos que el Estado dio, en su momento, para brindar condiciones de viviendas, pero que luego no se cumplieron con el retorno que se tenía que dar al Estado.
Para ello, adelantó que están analizando administrar la morosidad del BHN a través de una figura de fideicomiso. “Es lo que estamos pensando”, dijo.
Por el momento, en la CA han estado trabajando con expertos para evaluar la cartera del BHN con el objetivo de buscar las deficiencias y los reportes administrativos, que les ayude a llevar la cartera crediticia con los estándares que tendría cualquier banco.
“A pesar de que se llama BHN, no cumple con las condiciones mínimas igual que el Banco de Desarrollo Agropecuario (BDA) o de la regulación del resto de la plaza”, comentó.
En medio del proceso de integración, Farrugia aclaró que siguen siendo un ente regulado que debe cumplir con las normativas de la banca en general.
Por lo tanto, recalcó, “no podemos contaminar, por decirlo, la cartera existente de crédito hipotecario de la CA con esta cartera del BHN, que en su gran mayoría tiene una morosidad impresionantemente alta”.
Indicó que ya se encuentran gestionando el sistema de cierre de las sucursales del BHN.
“En los próximos días estaremos anunciando efectivamente el cierre de algunas sucursales, tal como ya se ha hecho recientemente con el Banco de Desarrollo Agropecuario”, mencionó.
Eliminación Tras cumplir su primer año de gestión el pasado 1 de julio, el presidente de la República, José Raúl Mulino, anunció la decisión de fusionar varios bancos estatales como una estrategia para hacer más eficiente el Estado.
Entre los ejemplos que dio estaba la eliminación del BDA y el BHN.
Para ello, el BDA será integrado al Banco Nacional de Panamá como un instituto de fomento agropecuario. A partir del 28 de julio se inició el cierre escalonado de las sucursales, de la cual se espera cierre el próximo 18 de agosto con la clausura de la oficina regional de Panamá.
Mientras que el BHN será un instituto dentro de la CA para fomentar los programas de vivienda.
“Iniciaremos de manera urgente un proceso de reforma del Estado para hacerlo más eficiente desmontando estructuras que se superponen y que fueron pensadas en otra época”, dijo Mulino.
Andrés FarrugiaGerente general de la CANos vemos imposibilitados de absorber los créditos hipotecarios de la Ley de Interés Preferencial ya que, por ser estatal, el banco no está obligado a absorber los mercados deficitarios”.
El gerente general de la Caja de Ahorros (CA), Andrés Farrugia, aseguró ayer a medios en un conversatorio, que el banco no está obligado a cubrir toda la demanda de créditos hipotecarios que se podrían generar con la Ley de Interés Preferencial si se mantiene bajo las actuales condiciones. Recomendó una evaluación exhaustiva, ahora que se encuentra en la Asamblea Nacional para sus futuras modificaciones.
Farrugia explicó que, pese a ser estatal, el banco funciona igual que los demás de la plaza, por lo tanto, también tiene que medir la disponibilidad que puedan tener para ofrecer los créditos hipotecarios.
Recordó que el mandato principal del banco es aportar al presupuesto general de su accionista, que es el Estado, y para eso tienen que buscar eficiencias.
“Nos vemos imposibilitado de absorber los créditos hipotecarios de la Ley de Interés Preferencial ya que, por ser estatal, el banco no está obligado a absorber los mercados deficitarios”, mencionó el gerente general.
El banquero se refiere al proyecto de ley que modificará la Ley 468 de 2025, que establece nuevas condiciones de interés preferencial a partir del enero de 2026, debido a que tiene ciertas incongruencias, imposiciones y cobro de impuestos. A raíz de que la norma, se generó incertidumbre y controversia en el sector inmobiliario. El presidente de la República, José Raúl Mulino, sancionó la Ley 472, que restituye la subrogada la Ley 3 de 1985, que establece el régimen de intereses preferenciales para préstamos hipotecarios extendiéndola hasta el 31 de diciembre próximo.
De acuerdo con Farrugia, es importante evaluar la ley desde la Asamblea Nacional porque compromete a toda la industria y además porque representa cerca del 18% del producto interno bruto. Confesó que incluso la actual Ley de Interés Preferencial golpea a los bancos, algo que, a su juicio, debe ser motivo para buscar las inconveniencias.
Por ejemplo, hizo referencia al artículo 12 que busca establecer condiciones necesarias para garantizar la pluralidad de participación de los bancos como facilitadores en los productos hipotecarios. El citado artículo 12, que tomó de sorpresa a los bancos y promotores de viviendas, establece que los bancos deben hacer una evaluación de la situación financiera del beneficiario entre 6 y 12 meses antes de que finalice el período del subsidio, para que ambas partes lleguen a un nuevo acuerdo.
En este contexto, detalló que no se puede garantizar una participación continua si los bancos no saben las condiciones económicas que tienen sus clientes para seguir pagando sus compromisos y más aún cuando se trata de tasas subsidiadas.
Farrugia mencionó que en medio de todas estas inconformidades ahora hay un anteproyecto de ley que se está verificando para que sea discutido en las próximas semanas, con el fin de lograr una ley integral que proteja las cuatro bases sobre este tema: cliente, promotor, Estado y banco.
“Hay que pensar primero en el cliente, hay que pensar en los promotores, pensar definitivamente en el apoyo que da el Estado en ese segmento, que es brutalmente importante y decisivo y, por supuesto, los bancos que somos parte fundamental. Nosotros no queremos obstaculizar el proceso, pero tiene que ser bajo condiciones que sean rentables para todas las partes”, expuso.
El gerente general de la CA destacó que actualmente son el banco más grande en cartera hipotecaria subsidiaria del país, ya que otorga entre 5.500 a 6.000 hipotecas por año. Hasta el 13 de agosto tienen 4.000 hipotecas dadas y casi $305 millones.
Hasta julio de 2025, la CA reporta $2.943 millones, de los cuales $1.913 millones son bajo la Ley de Interés Preferencial y $1.030 millones sin el beneficio de la Ley de Interés Preferencial.
El gerente general de la CA también conversó sobre la transición que están teniendo con el Banco Hipotecario Nacional para que se convierta en un programa para fomentar la compra de vivienda.
Al respecto, aclaró que, pese a este proceso, la CA no asumirá la morosidad crediticia que maneja el Banco Hipotecario Nacional (BHN), que se encuentra alrededor del 90 %.
Farrugia explicó que tras las evaluaciones preliminares han detectado que el BHN se maneja con una cartera crediticia de alrededor de $250 millones con una morosidad “estratosférica, que les da poca capacidad de maniobra”.
Sin embargo, reconoció que deberán buscar la forma de sacarle el retorno a los recursos que el Estado dio, en su momento, para brindar condiciones de viviendas, pero que luego no se cumplieron con el retorno que se tenía que dar al Estado.
Para ello, adelantó que están analizando administrar la morosidad del BHN a través de una figura de fideicomiso. “Es lo que estamos pensando”, dijo.
Por el momento, en la CA han estado trabajando con expertos para evaluar la cartera del BHN con el objetivo de buscar las deficiencias y los reportes administrativos, que les ayude a llevar la cartera crediticia con los estándares que tendría cualquier banco.
“A pesar de que se llama BHN, no cumple con las condiciones mínimas igual que el Banco de Desarrollo Agropecuario (BDA) o de la regulación del resto de la plaza”, comentó.
En medio del proceso de integración, Farrugia aclaró que siguen siendo un ente regulado que debe cumplir con las normativas de la banca en general.
Por lo tanto, recalcó, “no podemos contaminar, por decirlo, la cartera existente de crédito hipotecario de la CA con esta cartera del BHN, que en su gran mayoría tiene una morosidad impresionantemente alta”.
Indicó que ya se encuentran gestionando el sistema de cierre de las sucursales del BHN.
“En los próximos días estaremos anunciando efectivamente el cierre de algunas sucursales, tal como ya se ha hecho recientemente con el Banco de Desarrollo Agropecuario”, mencionó.
Tras cumplir su primer año de gestión el pasado 1 de julio, el presidente de la República, José Raúl Mulino, anunció la decisión de fusionar varios bancos estatales como una estrategia para hacer más eficiente el Estado.
Entre los ejemplos que dio estaba la eliminación del BDA y el BHN.
Para ello, el BDA será integrado al Banco Nacional de Panamá como un instituto de fomento agropecuario. A partir del 28 de julio se inició el cierre escalonado de las sucursales, de la cual se espera cierre el próximo 18 de agosto con la clausura de la oficina regional de Panamá.
Mientras que el BHN será un instituto dentro de la CA para fomentar los programas de vivienda.
“Iniciaremos de manera urgente un proceso de reforma del Estado para hacerlo más eficiente desmontando estructuras que se superponen y que fueron pensadas en otra época”, dijo Mulino.