Mercado de carbono: ¿nuevos créditos para el agro panameño?
- 25/12/2025 00:00
Un estudio de la Cepal identificó áreas específicas donde el sector puede generar créditos de alta calidad, tras una serie de avance en la creación de una arquitectura institucional
El sector agropecuario de Panamá se encuentra ante una coyuntura transformadora. Según el reciente estudio de la Cepal, “Mercados de carbono en el sector agropecuario: oportunidades y riesgos para Centroamérica y la República Dominicana”, el país destaca por su robusto avance institucional y su capacidad para liderar la mitigación climática a través de la agricultura y la ganadería.
Panamá es señalado en el informe como uno de los países con mayor avance en la creación de una arquitectura institucional para el mercado de carbono.
Todo esto se debe porque ha establecido el Mercado Nacional de Carbono (MNC), un sistema diseñado para facilitar la comercialización de unidades de reducción de emisiones producidas localmente.
También se destaca por la creación de la Secretaría Ejecutiva del Mercado de Carbono, que coordina la implementación de reglas claras para el registro de proyectos, evitando la doble contabilidad y asegurando la integridad ambiental.
Además porque utiliza sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) como hoja de ruta para integrar al sector agropecuario en sus metas de carbono neutralidad.
El estudio identifica áreas específicas donde el sector agropecuario panameño puede generar créditos de alta calidad.
Para la ganadería sostenible, la Cepal explica que el uso de sistemas silvopastoriles (integración de árboles en pastizales) permite capturar carbono en el suelo y la biomasa, mejorando a la vez la productividad del ganado.
Desde el arroz y cultivos clave, dijo, Panamá tiene potencial para implementar técnicas de manejo de suelos y fertilizantes que reduzcan las emisiones de metano y óxido nitroso.
En un plano de agricultura regenerativa, explicó que la restauración de suelos degradados no solo secuestra carbono, sino que aumenta la resiliencia de las fincas ante sequías e inundaciones, un factor crítico para la seguridad alimentaria nacional.
A pesar del potencial, la Cepal advierte sobre riesgos que podrían limitar la participación de los pequeños y medianos productores panameños.
Los costos de transacción, que consisten en los procesos de medición, reporte y verificación (MRV), suelen ser costosos, lo que requiere de esquemas de agregación (asociatividad) para que las pequeñas fincas sean rentables en el mercado.
La falta de datos técnicos plantea una brecha en la disponibilidad de datos específicos sobre factores de emisión locales en suelos panameños, lo que dificulta la certificación internacional.
Mientras que la volatilidad de los precios del carbono en los mercados voluntarios pueden ser inestables, lo que genera incertidumbre sobre el retorno de la inversión para el agricultor.
Para capitalizar estas oportunidades, el informe sugiere que Panamá fortalezca los siguientes puntos, como: capacitar a los extensionistas del Ministerio de Desarrollo Agropecuario para que asesoren a los productores no solo en producción, sino en la gestión de servicios ambientales.
Crear incentivos financieros y créditos verdes que cubran los costos iniciales de la transición hacia prácticas bajas en carbono.
Apostar por créditos de carbono que demuestren “co-beneficios”, como la protección de la biodiversidad local y el empoderamiento de comunidades rurales.