Realidad laboral: el 75 % de los panameños no cumple su vocación soñada
- 01/05/2025 00:00
El 25 % de los panameños trabaja en su sueño infantil, un 2 % más bajo que los resultados regionales del estudio de Konzerta. Aspiraciones: medicina, ingeniería, educación. Sin embargo, la frustración laboral es alta con un 53 %, y otro 83 % manifestó estar insatisfecho con su empleo actual El 75 % de las personas que trabajan en Panamá no ejerce la profesión que soñaba en su niñez; así lo recoge el estudio ¿Trabajas en lo que soñabas? de la consultora de trabajo Konzerta. El porcentaje es el segundo más alto de la región después de Argentina, con el 78 %. Le siguen Chile, con el 74 %; Ecuador, con el 73%, y Perú con el 62 %.
Este porcentaje se mantuvo igual con respecto a la edición anterior del estudio en 2024, cuando también el 75 % de las personas afirmó lo mismo.
¿Les provoca alguna frustración no poder trabajar en lo que soñaban? En Panamá, el 53 % de las personas trabajadoras expresa sentirse frustradas por no haber alcanzado sus sueños laborales. Por otro lado, el 38 % señala que no se sienten frustradas, ya que sus intereses cambiaron con el tiempo y ahora le atraen otras profesiones; y el 10 % restante no experimenta frustración porque considera que su sueño original era demasiado difícil de lograr.
En este contexto, el 87 % de los talentos cambiaría su actual ocupación por la que soñaba en su niñez si tuviera la oportunidad; mientras que el 13 % prefiere mantener su situación actual.
“La incongruencia entre los sueños y la realidad profesional es una tendencia creciente en Panamá: 75 % de los talentos no trabaja en la profesión que soñaba en su infancia, siendo este el segundo porcentaje más alto de la región. La contradicción que existe entre las aspiraciones y el empleo impacta fuertemente en la satisfacción laboral. El 53 % expresa sentir frustración por no haber alcanzado sus sueños”, explicó Jeff Alejandro Morales, gerente de Marketing de Konzerta.
¿Trabajas de lo que soñabas? es un estudio del reclutador de capital humano Konzerta en el que participaron 3.183 personas trabajadoras de Panamá, Chile, Ecuador, Argentina y Perú. La investigación explora si los talentos ejercen la profesión con la que soñaban en su infancia y para la que estudiaron, y cómo impacta la incongruencia entre sus aspiraciones y su realidad laboral.
El 83% de los talentos afirma no sentirse satisfecho con su trabajo actual. Esto representa un aumento de tres puntos porcentuales respecto a 2024, cuando la insatisfacción era del 80 %.
Entre las mujeres, el 27 % soñaba en su niñez con convertirse en médica; el 16 % con ser profesora; el 9 % deseaba ser cajera; y el 5 % aspiraba a ser periodista, vendedora o policía. Otras profesiones con las que soñaban son: ingeniera, arquitecta, diseñadora, modelo y veterinaria con un 4 % cada una.
Sin embargo, hoy el 36 % trabaja como cajera; el 32 % como vendedora; y el 12 % como profesora. Otros empleos que destacan son: ingeniería con 6 %, y diseñadora con 4 %.
Mientras que los hombres de niños, el 16 % soñaba con ser ingeniero; otro 16% con convertirse en médico; y el 14 % deseaba ser profesor. Otras profesiones que sobresalen son: arquitecto con 7 %, vendedor y futbolista con 6 % cada una.
En tanto, su realidad es otra, ya que el 29 % se desempeña como vendedor; el 17 % como cajero; otro 17 % como ingeniero y un 8 % es periodista. Otros empleos que sobresalen son: médicos con 5 %, profesor y escritor con 4% cada uno.
Por su parte, entre las personas que no se identifican ni con el género femenino ni con el masculino, el 19% soñaba con ser policía; un 12 % con ejercer algún tipo de ingeniería; y otro 12 % con trabajar en educación. Otras profesiones que destacan son: futbolista, diseño, y medicina. Actualmente, de este tercer segmento de personas el 38 % trabaja en ventas; el 23 % ejerce en caja; y otro 14% se desarrolla en educación. Otros empleos que sobresalen son: literatura, futbolista, extinción o prevención de incendios, diseño, fotografía, y medicina.
Curiosamente, aunque la mayoría no ejerce lo vocación soñada, el 51 % de los talentos estudió algo relacionado.
Estudios En Panamá, el 51 % de los talentos estudió algo relacionado con lo que soñaba en su niñez; mientras que el 49 % no lo hizo. No obstante, el 59 % de aquellos que siguieron estudios afines a su profesión soñada, no trabaja en un área relacionada con su formación.
Este porcentaje es el segundo más alto de la región después de Argentina que tiene el 63 %, en Ecuador, el 58 % no ejerce en su campo de formación; mientras que en Chile y Perú la tendencia es más favorable, con 51 % y 65 % respectivamente, trabajando en su área de estudio.
Entre quienes no trabajan de algo relacionado con lo que estudiaron, el 35 % se siente agradecido por tener empleo, aunque no sea en su área de formación o profesión soñada; el 23 % se siente frustrado/a por no ejercer en lo que estudió o soñó, y el 17 % se encuentran esperanzados, utilizando esta experiencia para explorar nuevas áreas y ampliar sus horizontes profesionales.
El Día del Trabajo Conocido como el Día Internacional de los Trabajadores, se celebra el 1 de mayo en la mayor parte del mundo. Su origen se remonta a las luchas obreras de finales del siglo XIX en Estados Unidos, específicamente a la huelga de Chicago de 1886. En este evento, los trabajadores demandaban la reducción de la jornada laboral a ocho horas.
En el contexto panameño, el Día del Trabajo es una jornada de reflexión sobre los avances alcanzados y los desafíos persistentes en el mundo laboral. Si bien Panamá ha promulgado leyes para proteger los derechos de los trabajadores, la realidad del mercado laboral sigue siendo un tema de debate y análisis constante.
Jornada, su marco legal y remuneración El Código de Trabajo, en su artículo 30: define los períodos de trabajo diurno (6:00 a.m. a 6:00 p.m.) y nocturno (6:00 p.m. a 6:00 a.m.), y establece cuándo una jornada se considera mixta, para su respectiva remuneración, en busca de un equilibrio entre la productividad y el bienestar de los trabajadores. Los aspectos clave incluyen:
Jornada ordinaria diurna: establecen una jornada máxima de ocho horas diarias y de cuarenta y ocho horas semanales. Es la norma general para la mayoría de las actividades laborales.
Jornada ordinaria nocturna: aplica para el trabajo realizado entre las 7:00 p.m. y las 6:00 a.m. Tiene una duración máxima de siete horas y debe ser remunerada con un recargo del 25 % sobre el salario de la jornada diurna equivalente.
Jornada mixta: comprende períodos de tiempo de ambas jornadas (diurna y nocturna). Su duración total no puede exceder de siete y media 7,5 horas. Si el período nocturno es mayor de tres horas, se considera jornada nocturna en su totalidad.
Trabajo extraordinario: también conocido como “horas extras”, se aplica a cualquier trabajo que exceda la jornada ordinaria (diurna o nocturna) se considera extraordinario y debe ser remunerado con un recargo del 50 % sobre el salario de la hora ordinaria.
Jeff A. MoralesGerente de Marketing de KonzertaLa incongruencia entre los sueños y la realidad profesional es una tendencia creciente en Panamá: el 75 % de los talentos no trabaja en la profesión que soñaba en su infancia, siendo este el segundo porcentaje más alto de la región”. Encuesta de KonzertaEmpleo35 %de los encuestados en Panamá expresó agradecimiento por trabajar, aunque no sea de lo soñado ni estudiado.
El 75 % de las personas que trabajan en Panamá no ejerce la profesión que soñaba en su niñez; así lo recoge el estudio ¿Trabajas en lo que soñabas? de la consultora de trabajo Konzerta. El porcentaje es el segundo más alto de la región después de Argentina, con el 78 %. Le siguen Chile, con el 74 %; Ecuador, con el 73%, y Perú con el 62 %.
Este porcentaje se mantuvo igual con respecto a la edición anterior del estudio en 2024, cuando también el 75 % de las personas afirmó lo mismo.
¿Les provoca alguna frustración no poder trabajar en lo que soñaban? En Panamá, el 53 % de las personas trabajadoras expresa sentirse frustradas por no haber alcanzado sus sueños laborales. Por otro lado, el 38 % señala que no se sienten frustradas, ya que sus intereses cambiaron con el tiempo y ahora le atraen otras profesiones; y el 10 % restante no experimenta frustración porque considera que su sueño original era demasiado difícil de lograr.
En este contexto, el 87 % de los talentos cambiaría su actual ocupación por la que soñaba en su niñez si tuviera la oportunidad; mientras que el 13 % prefiere mantener su situación actual.
“La incongruencia entre los sueños y la realidad profesional es una tendencia creciente en Panamá: 75 % de los talentos no trabaja en la profesión que soñaba en su infancia, siendo este el segundo porcentaje más alto de la región. La contradicción que existe entre las aspiraciones y el empleo impacta fuertemente en la satisfacción laboral. El 53 % expresa sentir frustración por no haber alcanzado sus sueños”, explicó Jeff Alejandro Morales, gerente de Marketing de Konzerta.
¿Trabajas de lo que soñabas? es un estudio del reclutador de capital humano Konzerta en el que participaron 3.183 personas trabajadoras de Panamá, Chile, Ecuador, Argentina y Perú. La investigación explora si los talentos ejercen la profesión con la que soñaban en su infancia y para la que estudiaron, y cómo impacta la incongruencia entre sus aspiraciones y su realidad laboral.
El 83% de los talentos afirma no sentirse satisfecho con su trabajo actual. Esto representa un aumento de tres puntos porcentuales respecto a 2024, cuando la insatisfacción era del 80 %.
Entre las mujeres, el 27 % soñaba en su niñez con convertirse en médica; el 16 % con ser profesora; el 9 % deseaba ser cajera; y el 5 % aspiraba a ser periodista, vendedora o policía. Otras profesiones con las que soñaban son: ingeniera, arquitecta, diseñadora, modelo y veterinaria con un 4 % cada una.
Sin embargo, hoy el 36 % trabaja como cajera; el 32 % como vendedora; y el 12 % como profesora. Otros empleos que destacan son: ingeniería con 6 %, y diseñadora con 4 %.
Mientras que los hombres de niños, el 16 % soñaba con ser ingeniero; otro 16% con convertirse en médico; y el 14 % deseaba ser profesor. Otras profesiones que sobresalen son: arquitecto con 7 %, vendedor y futbolista con 6 % cada una.
En tanto, su realidad es otra, ya que el 29 % se desempeña como vendedor; el 17 % como cajero; otro 17 % como ingeniero y un 8 % es periodista. Otros empleos que sobresalen son: médicos con 5 %, profesor y escritor con 4% cada uno.
Por su parte, entre las personas que no se identifican ni con el género femenino ni con el masculino, el 19% soñaba con ser policía; un 12 % con ejercer algún tipo de ingeniería; y otro 12 % con trabajar en educación. Otras profesiones que destacan son: futbolista, diseño, y medicina. Actualmente, de este tercer segmento de personas el 38 % trabaja en ventas; el 23 % ejerce en caja; y otro 14% se desarrolla en educación. Otros empleos que sobresalen son: literatura, futbolista, extinción o prevención de incendios, diseño, fotografía, y medicina.
Curiosamente, aunque la mayoría no ejerce lo vocación soñada, el 51 % de los talentos estudió algo relacionado.
En Panamá, el 51 % de los talentos estudió algo relacionado con lo que soñaba en su niñez; mientras que el 49 % no lo hizo. No obstante, el 59 % de aquellos que siguieron estudios afines a su profesión soñada, no trabaja en un área relacionada con su formación.
Este porcentaje es el segundo más alto de la región después de Argentina que tiene el 63 %, en Ecuador, el 58 % no ejerce en su campo de formación; mientras que en Chile y Perú la tendencia es más favorable, con 51 % y 65 % respectivamente, trabajando en su área de estudio.
Entre quienes no trabajan de algo relacionado con lo que estudiaron, el 35 % se siente agradecido por tener empleo, aunque no sea en su área de formación o profesión soñada; el 23 % se siente frustrado/a por no ejercer en lo que estudió o soñó, y el 17 % se encuentran esperanzados, utilizando esta experiencia para explorar nuevas áreas y ampliar sus horizontes profesionales.
Conocido como el Día Internacional de los Trabajadores, se celebra el 1 de mayo en la mayor parte del mundo. Su origen se remonta a las luchas obreras de finales del siglo XIX en Estados Unidos, específicamente a la huelga de Chicago de 1886. En este evento, los trabajadores demandaban la reducción de la jornada laboral a ocho horas.
En el contexto panameño, el Día del Trabajo es una jornada de reflexión sobre los avances alcanzados y los desafíos persistentes en el mundo laboral. Si bien Panamá ha promulgado leyes para proteger los derechos de los trabajadores, la realidad del mercado laboral sigue siendo un tema de debate y análisis constante.
El Código de Trabajo, en su artículo 30: define los períodos de trabajo diurno (6:00 a.m. a 6:00 p.m.) y nocturno (6:00 p.m. a 6:00 a.m.), y establece cuándo una jornada se considera mixta, para su respectiva remuneración, en busca de un equilibrio entre la productividad y el bienestar de los trabajadores. Los aspectos clave incluyen:
Jornada ordinaria diurna: establecen una jornada máxima de ocho horas diarias y de cuarenta y ocho horas semanales. Es la norma general para la mayoría de las actividades laborales.
Jornada ordinaria nocturna: aplica para el trabajo realizado entre las 7:00 p.m. y las 6:00 a.m. Tiene una duración máxima de siete horas y debe ser remunerada con un recargo del 25 % sobre el salario de la jornada diurna equivalente.
Jornada mixta: comprende períodos de tiempo de ambas jornadas (diurna y nocturna). Su duración total no puede exceder de siete y media 7,5 horas. Si el período nocturno es mayor de tres horas, se considera jornada nocturna en su totalidad.
Trabajo extraordinario: también conocido como “horas extras”, se aplica a cualquier trabajo que exceda la jornada ordinaria (diurna o nocturna) se considera extraordinario y debe ser remunerado con un recargo del 50 % sobre el salario de la hora ordinaria.