Una mujer participa en una cata de café el 17 de julio de 2025, en la Hacienda La Esmeralda, en el pequeño pueblo de Boquete (Panamá).
Bienvenido Velasco / EFE
El pequeño pueblo de Boquete, ubicado bajo el imponente volcán Barú, acogió este mes la octava edición de ‘La Cosecha’
En medio del auge mundial del ecoturismo, Panamá celebra un singular evento que permite asomarse al complejo mundo del café de lujo en el país centroamericano. En manos de familias de terratenientes desde hace casi un siglo, ahora cuenta con un nuevo enfoque más abierto al público.
El pequeño pueblo de Boquete, ubicado bajo el imponente volcán Barú, acogió este mes la octava edición de ‘La Cosecha’, un encuentro que recorre las fincas cafeteras para impulsar el turismo sostenible y gastronómico en esa región cercana a Costa Rica.
“Queremos lograr más espacios para llegar a más personas; al que le gusta un poquito el café, al que le gusta muchísimo o al gran experto. Queremos que sea una celebración desde el origen porque solamente aquí es donde verdaderamente podemos oler, sentir la energía tan importante que todos los cafeteros han puesto hace más de 100 años”, dijo a EFE Jorge Chanis, creador del evento.
La Cosecha 2025 ha permitido entrar a las casas y fincas de las principales familias caficultoras, almorzar con las cabezas detrás de las grandes empresas y catar varios de los cafés más caros del mundo, como el Geisha, la lujosa variedad de Panamá que rompe récords mundiales.
“Eventos como este impulsados por la empresa privada, los dueños de las fincas, hoteles, chefs panameños e invitados internacionales, nos ayudan a construir marca, país y turismo. Y a posicionarnos en esa gastronomía”, señala a EFE desde Boquete la ministra de Turismo de Panamá, Gloria De León.
Una persona participa en una cata de café el 17 de julio de 2025, en el pequeño pueblo de Boquete (Panamá).
El café panameño, cada día más lujoso
Una de ellas fue la ‘Hacienda La Esmeralda’, en manos de la familia Peterson, panameños de origen sueco-estadounidense tras la compra de esas tierras de Boquete en 1967. Su café arrasó en la competencia ‘Best of Panama 2025’ al conseguir todos los primeros puestos y establecer dos nuevos récords mundiales con el Geisha.
En concreto, el “Geisha Lavado” obtuvo 98 puntos y el “Geisha Natural”97 puntos, ambos sobre la base de 100, una calificación jamás alcanzada por un café de especialidad en ninguna competencia internacional. Y en la categoría de “Varietales”, su café de especie laurina se alzó en el primer lugar con 92.88 puntos.
“Tuvimos la dicha de tener un café sobre 2.000 metros de altura que nos dio suficiente para meter un lote en Geisha natural y un lote en Geisha lavado. Ese café venía de Cañas Verdes (su finca), a la falda del volcán”, detalló a EFE la directora de mercadeo, ventas y control de calidad de la Hacienda La Esmeralda, Rachel Peterson.
El café representa el 0,4 % del Producto Interno Bruto (PIB) de Panamá, impulsado por la producción de cafés especiales que son exportados a Asia, principalmente. El café panameño ha entrado en el mercado de lujo, cotizándose en el 2024 al precio récord de 13.518 dólares por kilogramo en una subasta electrónica.
Fotografía de jarras servidas con café durante una cata el 17 de julio de 2025 en la Hacienda La Esmeralda en el pequeño pueblo de Boquete (Panamá).
Café de bajura, otra rama en auge frente al café de altura
En Boquete también hay pequeñas familias caficultoras que han podido darse a conocer durante La Cosecha, como es el caso de Nadeia Guerra con su empresa familiar ‘Jaramillo Coffee State’, de apenas dos fincas que mantiene desde sus bisabuelos.
“Boquete es hermoso, tiene encanto y es único. El café es tan importante y especial porque te permite trabajarlo y ponerle tu identidad. Eso es muy bonito porque es un producto de muy alto nivel que te permite dejar tu huella”, dice a EFE Guerra.
En esa zona agrícola, el café es cosechado a grandes alturas por los indígenas Ngäbe Buglé, una de las siete etnias indígenas, aprovechando el extraño clima fresco y las propiedades de estar cerca de un volcán vivo. Sin embargo, el café de bajura ha comenzado a plantarse cerca de la cuenca del Canal de Panamá como proyectos sostenibles.
“El café de especialidad también va a ayudar a que el café de bajura panameño, que reforesta en la Cuenca del Canal de Panamá y en muchas otras provincias, mejore la calidad y sea una realidad de desarrollo”, recuerda el creador del evento de La Cosecha.
El chocolate, la apuesta de ‘Kotowa’ para diversificar el mercado
En medio de esa ola por el café en Panamá, la familia canadiense-panameña Koyner, dueños de la marca ‘Kotowa’ - una de las más famosas- , ha decidido “diversificar” el mercado apostando por el cacao al hacer “chocolate oscuro”.
“Nosotros llevamos en el café más de 100 años. Es nuestra pasión más grande. Pero buscando diversificar, y otro tipo de gemas en Panamá, nos encontramos con el cacao”, relata a EFE la gerente de control de calidad y desarrollo de la marca, Victoria Koyner, quien cuenta con una línea de chocolate bajo su nombre.
El chocolate ‘Kotowa’ es denso, mayor al 60% de cacao, pero no está cosechado en Boquete sino en la provincia colindante de Bocas del Toro (Caribe), porque requiere “una tierra bastante húmeda y caliente, a nivel del mar”, para darse bajo la “mejor calidad”, explica Koyner tras hacer una cata en su casa familiar.
En esa “búsqueda” de ampliar el mercado, la familia Koyner también trabaja en un té a base de cáscara de cacao, que se pudo catar a falta de ser comercializado.