Inclinación cívica

Adriana Berna
Adriana Berna
  • 27/09/2025 00:00

Publicado en ‘Diario Matutino’ en 1971 y ‘Diario Dominical’ en 1975

Las asociaciones cívicas no solo se autocalifican de “clubes cívicos”, sino que son tenidas como tales en las comunidades donde actúan.

Esto, aunque pueda parecer extraño, más que llamarnos poderosamente la atención, nos deja un tanto perplejos, por cuanto dicha calificación no parece ser congruente con las actividades que generalmente desarrollan estas asociaciones.

En efecto, obras de caridad o de beneficencia son las que comúnmente realzan los llamados “clubes cívicos”.

Y la filantropía y generosidad de la mayoría de ellos ha sido tal, que no pocas veces han sustituido al propio gobierno nacional en la ejecución de labores sociales que a éste corresponde efectuar.

Mas el adjetivo “cívico” – que nos viene del latín civicus, de civis, ciudadano -, de acuerdo con el Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española (Decimonovena edición, 1970), no solo es la voz que pertenece a la ciudad o los ciudadanos.

Pertenece o relaciona asimismo al civismo, que a su vez es el vocablo que se utiliza, conforme el mismo diccionario, para identificar el celo por las instituciones e intereses de la patria.

De lo dicho se infiere, consiguientemente, que una auténtica asociación cívica no agota el ámbito de sus actividades con las obras de caridad y beneficencia.

Debe hacerse sentir, por el contrario, en todo aquello que afecte las instituciones e intereses del Estado, con el propósito exclusivo de mejorar tales instituciones y sin criterios sectarios que llevan a transitar por los predios que han sido reservados a los partidos políticos.

Ya es hora de que nuestros llamados “clubes cívicos” adviertan sus verdaderos objetivos y dejen de ser, lo que han sido en su inmensa mayoría, meros clubes de caridad o de beneficencia.

Ya es hora que nuestros llamados “clubes cívicos” se den cuenta que, para sentir celo por las instituciones e intereses de la Patria, hay que comenzar por hacer de nosotros y de quienes nos rodean verdaderos ciudadanos, y ésta, para concluir, debe ser la meta principal de nuestras preocupaciones, si queremos calificarnos con propiedad de “cívicos”, en lugar de utilizar tal adjetivo como una etiqueta carente de contenido.

A manera de presentación - La colección Kiwanis

En mi condición de presidente del Comité de Cultura del Club Kiwanis de Panamá, es para mi motivo de satisfacción y complacencia presentar, a través de las muy leídas páginas de ‘Panorama Educativo’, las Obras completas de María Olimpia de Obaldía, laureada poetisa panameña, las cuales han sido editadas por el Club Kiwanis de Panamá, con la valiosa colaboración del Instituto Nacional de Cultura que dirige con acierto y consagración el profesor Jaime Ingram.

Con esta publicación, el Club Kiwanis de Panamá da inicio a la encomiable tarea que se ha impuesto de editar anualmente o, por lo menos, cada dos años, las obras completas, de ser posible, de uno de los valores panameños mas destacados en las artes, en las ciencias, en las letras, etc.

Con ello se pretende estimular a sus autores, dar a conocer nacional e internacionalmente sus producciones y rescatar del olvido trabajos que han de contribuir a elevar la cultura y el civismo de nuestro pueblo, tales como los de Justo Arosemena, Eusebio A. Morales, Ricardo Miró, Guillermo Andreve, Gaspar Octavio Hernández, Narciso Garay, y tantos otros panameños ilustres de quienes nuestra patria se debe sentir verdaderamente orgullosa.

Las publicaciones aludidas, las cuales formarán la Colección Kiwanis, se han iniciado con las Obras completas de Maria Olimpia de Obaldía, precedidas de un enjundioso estudio de Gloria Guardia de Alfaro, destacada crítica literaria.

Hemos escogido la lírica de doña María Olimpia de Obaldía porque además del inmenso valor literario de su poesía, el cual la coloca de por sí en un sitial de honor en el parnaso hispanoamericano, la lira de sus versos ha sabido siempre cantar con amor, en un mundo cada día menos humano y preñado de odios y contradicciones.

Al presentar, pues, al público lector, este primer esfuerzo, confiamos en su benevolencia y decidida cooperación para poder continuar por los senderos de cultura y civismo que estamos empeñados en recorrer.

Ficha

Nombre completo: Julio E. Linares

Nacimiento: 7 de agosto de 1930. Ciudad de Panamá

Fallecimiento: 27 de octubre de 1993. Nueva York

Ocupación: Diplomático y político

Resumen de su carrera: Profesó la cátedra de Derecho Internacional Público en la Universidad de Panamá, donde fue secretario, vicedecano y decano interino. Fue diputado a la Asamblea Nacional, miembro principal del Consejo Nacional de Relaciones Exteriores, presidente de la Junta Directiva del Instituto de Vivienda y Urbanismo y de la Junta de Control de Juegos, ministro Consejero de la Delegación Permanente de Panamá ante la O.N.U., gobernador de Panamá ante el Banco Mundial, representante titular de Panamá ante el Consejo Interamericano Económico y Social, y ante la V Asamblea de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo, donde fue electo presidente de la misma.

Fue ministro de Relaciones Exteriores, ministro de Hacienda y Tesoro y Ministro Interino de Trabajo y Bienestar Social. Socio del Bufete de Abogados Tapia, Linares y Alfaro, Presidente del Club Unión, presidente del Partido Nacionalista, secretario General del Instituto Hispano-Luso-Americano de Derecho Internacional, miembro del International Law Association, de The American Society of International Law, de la Academia Panameña de Derecho, del Colegio Nacional de Abogados, del Instituto Panameño de Cultura Hispánica, de la Sociedad Bolivariana de Panamá, del Instituto Latinoamericano de Estudios Avanzados, de la Academia Panameña de la Historia, de la Asociación Argentina de Derecho Internacional, del Club Activo 20-30 de Panamá y del Club Kiwanis de Panamá.

Obras: La Casación Civil en la Legislación Panameña (1968), Derecho Internacional Público (1977), Tratado concerniente a la Neutralidad Permanente y al funcionamiento del Canal de Panamá (1983) y Enrique Linares en la Historia Política de Panamá (1869-1949) - Calvario de un pueblo por afianzar su soberanía (1989).