América

Cayó el último bastión de la derecha mexicana

Vista de la bandera de México.
Un total de 13 millones de mexicanos asistieron a las urnas donde efectuaron unos 300 millones de escrutinios.
  • 09/06/2025 06:27

Claudia Sheinbaum obtuvo más de 30 millones de boletas frente a menos de la mitad de la candidata de la reacción Xóchitl Gálvez

El 1 de junio de 2025 coloca a México en la historia como el primer país del mundo que pone en las manos del pueblo la elección de los hombres y mujeres que deben impartir justicia libres de las ataduras y compromisos con intereses políticos y económicos, como siempre prevalecieron desde su advenimiento como república.

Un total de 13 millones de mexicanos asistieron a las urnas donde efectuaron unos 300 millones de escrutinios si se toma en consideración que debieron votar casi 40 veces para elegir dos mil 681 cargos de jueces y magistrados nacionales y locales, incluidos los más altos del sistema, como la Suprema Corte y el Tribunal Electoral.

La oposición, que ella misma se puso la soga al cuello al invitar a sus partidarios a no votar, critica que la mayoría de los electores no acudió a las urnas, pero sin explicar que en el récord de elecciones secundarias en México o en cualquier otro país del mundo, incluido el vecino del norte, los rangos son mínimos, de 6.0 a 20 por ciento, lo cual no significa que lo que se ponga a escogencia se considere ilegal o ilegítimo, pues lo que valida cualquier resultado es la legalidad y transparencia de la convocatoria, del acto de sufragar, y del cumplimiento de lo instituido.

Esos factores no han podido ser cuestionados en la campaña mediática que el PRI, el PAN y otra fuerzas conservadores tenían preparada desde antes pensando que la concurrencia a las urnas iba a ser escasamente de un dígito.

Pero 13 millones de votos son el doble, y mucho más, que los sufragios obtenidos por esos dos partidos juntos en las pasadas elecciones en las que la presidente Claudia Sheinbaum obtuvo más de 30 millones de boletas frente a menos de la mitad de la candidata de la reacción Xóchitl Gálvez, y casi un 50 por ciento de quienes usualmente votan por el presidente de Estados Unidos.

Al margen de su error de impedir a sus militantes no ir a las urnas, lo que prevaleció en esa mala decisión parece haber sido el temor a no poder detener la ola de rechazo popular a la máxima dirigencia del Poder Judicial encabezada por la presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, una asalariada del poder económico privado que tanto mancilló a la justicia mexicana con sus arbitrariedades, su abrumadora y excesiva ambición personal, su férrea oposición al gobierno contra el cual usó toda su fuerza para quebrarlo y fracasó en su intento.

Tratar de detener la historia intentando hacer prevalecer la vieja y corrompida práctica de que fueran los partidos los que eligieran a dedo a los máximos representes del Poder Judicial y fracasar en el intento, es una clara confirmación de que la derecha mexicana coludida en el PRIPAN está recibiendo los santos óleos porque ya no tiene manera, ni posibilidad, de reinventarse.

La señora Piña, y todos los magistrados mercenarios que se opusieron a leyes en favor del pueblo como las reformas constitucionales a la industria eléctrica y la energética, que trataron de paralizar la gran obra del Tren Maya, la construcción de la refinería de petróleo de Dos Bocas, el ferrocarril interoceánico, y muchas más construcciones para elevar al máximo el bienestar del pueblo, sabía que su batalla para impedir los notables hechos de este 1 de junio fracasarían, y optaron por buscar vías de proteger las riquezas usurpadas desde sus cargos y blindarse de por vida para no perderlos.

Pero ahora con la nueva dirección del Poder Judicial, cuyo gran administrador son los mexicanos de a pie, les costará trabajo ocultar y justificar lo tomado sin pertenecerles.

No es que se abra una cacería de brujas como empiezan a pregonar, sino que la adecentación de la justicia a partir de las nuevas estructuras y normas que empezarán a aplicarse, harán caer disfraces y quedarán al desnudo todos los ilícitos cometidos durante años y otros hechos más graves aún, como mantener la impunidad de delincuentes de cuello blanco y asesinos espurios, como los que perpetraron el horroroso crimen de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

La presidenta Claudia Sheinbaum lo proclamó al afirmar: “Con el nuevo Poder Judicial se hará realidad el anhelo juarista de: ‘al margen de la ley nada; por encima de la ley nadie’. Es decir, un verdadero Estado de Derecho, donde nadie, ni siquiera los más poderosos, estén por encima de la ley. Sí, México es el país más democrático del mundo. A todas y todos los mexicanos, les digo que tengamos confianza. Vivimos un momento extraordinario, somos un país libre, soberano, independiente, cada día más justo y más democrático”.

Ahora se podrá, finalmente, iniciar la postergada reforma del sistema nacional de justicia que tanto batallaron el PAN y el PRI para que no se realizara. El último bastión de la derecha partidista de México, el Poder Judicial, acaba de caer y ya no hay marcha atrás.

Un total de
Votantes13 millones
de mexicanos asistieron a las urnas donde efectuaron unos 300 millones de escrutinios.