Pacifismo: diseñar un mundo de paz a partir del multilateralismo

Paz
La búsqueda de la paz se ha convertido en uno de los principales desafíos del mundo.
  • 02/11/2025 00:00

El activismo pacifista implica ciertamente desobediencia civil y acción política, promover formas no violentas de resistencia y presión pública

Si una lucha vale la pena en estos tiempos, es por la paz, en ese sentido, considero oportuno el pacifismo. Por ejemplo, en el campo de la filosofía, donde nos desenvolvemos, un referente fue Bertrand Russell, filósofo analítico y activista que defendió el pacifismo, organizó campañas antinucleares. Pero el pacifismo implica un activismo beligerante, no es cruzarse las manos.

Entre los principales conflictos actuales, podemos mencionar los siguientes:el Estado de Israel llevó a cabo lanzamiento de cohetes, bombardeos y operaciones militares que provocaron un alto número de víctimas civiles, destrucción de infraestructuras y crisis humanitarias, yobstaculizando cualquier solución duradera. En la actualidad hay un “acuerdo” de paz, con bastantes limitaciones. Segundo, la guerra en Ucrania, se enfrentan las fuerzas rusas con el ejército ucraniano, mientras Occidente,la OTAN fundamentalmente, provee apoyo político, económico y militar a Ucrania. Por último, las políticas intimidatorias asociadas a Donald Trump, Las políticas y la retórica intimidatoria como, por ejemplo, la imposición de aranceles.

Nuestro ideal, y en ese sentido, podríamos ser idealistas: es el diseño de un mundo de paz, uno donde las disputas se gestionan preferentemente mediante diálogo, negociación y mecanismos institucionales imparciales, no por la violencia; los estados deberían priorizar la cooperación multilateral y la justicia planetaria, abordando causas estructurales.

El activismo pacifista implica ciertamente desobediencia civil y acción política, promover formas no violentas de resistencia y presión pública, protestas, campañas, como medios legítimos para oponerse a políticas bélicas y a la carrera armamentista.El pacifismo es una propuesta ética y política que rechaza la guerra y la violencia como medios legítimos para resolver conflictos. Con la excepción de que sea la prevención de un genocidio o crímenes masivos, la intervención militar puede justificarse para detener exterminios sistemáticos cuando la diplomacia y sanciones han fracasado.

La carrera armamentista es un gran problema para la humanidad, esa competencia entre estados o bloques como la OTAN, para acumular y mejorar armamentos, tecnología militar y capacidad bélica, motivada por seguridad o disuasión, entre otros aspectos. Y, el discurso belicista no ayuda de mucho, para diseñar ese mundo de paz. Muchas veces el imperio tiene esa dinámica de empujar al mundo a su mundo de guerra para mantener su dominio.

Los problemas que hemos mencionado no son los únicos, pero sí acusiantes, no se resuelven fácilmente, ni tampoco por la imposición de una potencia, la vía es el multirateralismo, entendido como una práctica de relaciones internacionales basada en la cooperación entre tres o más estados para gestionar problemas comunes, formular normas y tomar decisiones colectivas.

Para nosotros, un país pequeño, pero con una posición privilegiada. La vía interoceánica por Panamá es una de las rutas marítimas más importantes del mundo, permitiendo el tránsito rápido de buques comerciales y reduciendo costes de transporte entre Asia, Europa y las Américas. No nos conviene parcializarnos en el conflicto de dos grandes potencias como Estados Unidos y China. Las cuales recientemente luego de la reunión entre los presidentes Trump y Jinping, se pinta un panorama relativamente optimista, al menos en cuando el entendimiento. Lamentamos profundamente que el presidente de Panamá haya sacado al país de la “Ruta de la seda”.

Ante los conflictos contemporáneos que muestran la tragedia del ejercicio de la violencia y la unilateralidad, el pacifismo militante que propugnamos, inspirado en Bertrand Russell, entre otros, apuesta por diseñar un mundo de paz mediante el multilateralismo.Para un país pequeño y estratégicamente situado como el nuestro, es fundamental la neutralidad. En última instancia con el objetivo de proteger nuestros intereses nacionales sin alineamientos que nos arrastren a las rivalidades improductivas.