Bocas del Toro, el reto pendiente
- 30/12/2026 00:00
Cuatro meses después de la crisis que sacudió a Bocas del Toro, el ruido ha bajado. Las calles ya no están bloqueadas, los titulares se desplazaron y la urgencia mediática se disipó. Pero los problemas históricos de la región siguen ahí. Bocas del Toro continúa siendo una provincia marcada por profundas brechas sociales, donde el desarrollo no ha logrado traducirse en bienestar general. El modelo económico que la sostuvo durante décadas generó empleo, pero también dejó rezagos estructurales: pobreza persistente, servicios públicos insuficientes y una débil diversificación productiva. La crisis no creó esas carencias; simplemente las hizo visibles. El impacto de aquellos días aún pesa sobre la economía local. Muchos emprendedores, pequeños comercios y familias que apostaron por producir y generar ingresos no se han recuperado de los saqueos y la paralización. Para ellos, el futuro sigue siendo incierto. Sin apoyo efectivo, reconstruir no es solo difícil: es casi imposible. Mirar hacia adelante implica asumir responsabilidades compartidas. El Estado tiene el desafío de pasar de la reacción a la planificación: presencia institucional sostenida, inversión social focalizada, apoyo al emprendimiento y una estrategia clara que permita a la provincia romper su dependencia histórica y ampliar oportunidades. El sector privado y las comunidades también deben ser parte activa de ese proceso. Bocas del Toro no puede volver a quedar en pausa. El verdadero reto empieza ahora: convertir la lección en acción, la tensión en diálogo y la desigualdad en una agenda concreta de desarrollo. El futuro de la provincia —y su estabilidad— no admite más postergaciones.