Cambios al Reglamento Interno
- 20/10/2025 00:00
A solo dos semanas del cierre de las sesiones ordinarias de la Asamblea Nacional, es poco probable que se discutan las reformas al Reglamento Interno de la entidad. Esto anticipa otro año más de fracasos en los tan esperados cambios dentro de una institución desprestigiada, que no muestra señales de transformación sustancial pese a la llegada de una nueva junta directiva que, en teoría, buscaría ser “oposición” y un “contrapeso” al Ejecutivo. Esta situación no solo evidencia una desconexión entre los diputados y las exigencias de los tiempos actuales, sino también con los reclamos ciudadanos de contar con una Asamblea activa y comprometida con los intereses nacionales. Durante meses, diversos sectores exigieron ajustes que garantizaran mayor transparencia, eficiencia legislativa y control ético. Sin embargo, lo que avanza es un proceso dilatado por los diputados de los partidos tradicionales, reacios a romper sus roscas y privilegios dentro del Legislativo, mientras que un sector de parlamentarios independientes ejerce una presión mínima, más interesado en asegurarse la pasarela para el “selfie” de cara a la próxima contienda electoral. Que esta reforma haya naufragado en su etapa inicial demuestra que la voluntad política de transformar el funcionamiento interno del Órgano Legislativo es, en el mejor de los casos, superficial. Al dejar pasar esta oportunidad —sumado a la apresurada aprobación de las reformas a la Caja de Seguro Social, con simulación de debate—, la Asamblea reafirma su imagen de institución que legisla de espaldas al pueblo. La institucionalidad democrática no se fortalece con discursos vacíos, sino con acciones valientes y transparentes. La Asamblea aún mantiene una deuda pendiente con Panamá.