Gastronomía y estrategia sostenida
- 28/12/2025 00:00
Panamá vuelve a ocupar titulares internacionales, esta vez no por su rol logístico ni por su posición geográfica, sino por algo más profundo: su gastronomía. Que una revista como Forbes sitúe al país entre los destinos culinarios imperdibles no es un gesto pasajero. Es el reconocimiento de una identidad construida con paciencia, productos propios y una historia que ha sabido dialogar con el mundo sin perder raíz. La cocina panameña es, ante todo, un relato de encuentro. En ella conviven memorias indígenas, herencias afroantillanas, influencias europeas y el tránsito constante de culturas que marcaron al istmo. Ese mestizaje nos define. Pero el reconocimiento internacional no puede agotarse en la celebración. Debe convertirse en una oportunidad estratégica. Fortalecer la producción nacional es clave. El campo, el mar y las comunidades que cultivan café, cacao, arroz o tubérculos son el verdadero origen de esta narrativa. La gastronomía comienza en la tierra y en quienes la trabajan. Apostar por lo nuestro implica proteger cadenas productivas, elevar estándares y dar protagonismo al productor. Panamá tiene en la gastronomía una poderosa carta de presentación. El reto hacia 2026 no es solo atraer miradas, sino sostenerlas con visión de país.