Hay que entender lo que leemos
- 09/08/2025 00:00
Imaginemos un mundo donde no existan los libros: sin palabras que den sentido a los sentimientos y experiencias, sin la historia que nos moldea. Eso no solo sería desolador, sería inconcebible. La lectura nos da vocabulario, memoria, perspectiva. Y, sin embargo, la realidad golpea con fuerza: está más que comprobado que los estudiantes panameños carecen de un nivel óptimo de comprensión lectora, y en zonas rurales las carencias son peores. Significa que la gran mayoría no comprende adecuadamente lo que lee: una tragedia silenciada. En plena pandemia, el panorama empeoró. No es solo que no leemos; es que cada vez entendemos menos. Sin lugar a dudas, nuestro país corre el riesgo de formar adultos sin pensamiento crítico, sin imaginación, sin libertad. Es aquí cuando actividades como la Feria Internacional del Libro de Panamá adquieren un valor histórico y urgente. La FIL no es solo una fiesta literaria, sino una plataforma de transformación. Una oportunidad para mostrar que leer no es un privilegio, sino un derecho ciudadano. Si no reivindicamos la palabra escrita, tendremos generaciones que no podrán leer un contrato, interpretar una noticia o comprender su propia historia. Y eso es perder la libertad por abandono. Necesitamos más lectores activos y menos consumidores pasivos de pantallas. Porque solo nos salvamos siendo lectores... y somos tan libres como lo que comprendemos. Porque un país que no lee se condena a la amnesia.