Independencia viva

Entrelíneas
Bandera de Panamá Pixabay
Por

  • 28/11/2025 00:00

El 28 de noviembre llega cada año con un mensaje que no pierde vigencia. Más que una fecha en el calendario, es un recordatorio de la decisión colectiva que dio forma a Panamá: nuestra independencia. Ese día, en 1821, el país eligió caminar con identidad propia, abrir su propio rumbo y construir un futuro en sus propios términos. La independencia no fue solo un acto político; fue una afirmación de confianza en nosotros mismos. Y esa confianza es, todavía hoy, uno de nuestros mayores recursos. En tiempos donde la incertidumbre parece ganarse el centro de la conversación nacional, esta conmemoración nos invita a mirar con optimismo lo que somos capaces de hacer. Porque la independencia no es una historia lejana: es la prueba de que Panamá siempre ha tenido la madurez, la visión y la determinación para avanzar. La misma determinación que ha permitido que un país pequeño en territorio se convierta en un punto estratégico del mundo, en un espacio de encuentro, innovación y movilidad constante. El pesimismo, aunque comprensible, no refleja quiénes somos. Las dificultades existen, pero también existe un país que sabe enfrentarlas con creatividad, trabajo y unidad. Cada panameño y residente que aporta desde su oficio, cada comunidad que se organiza, cada joven que sueña, es parte de esa fuerza que ha hecho de Panamá una nación resiliente y en permanente crecimiento. La independencia, por tanto, no es un ritual silencioso. Es un llamado a recordar que este país ya ha demostrado de lo que es capaz cuando confía en sí mismo. Nos recuerda que Panamá no se ha definido por los obstáculos, sino por la manera en que los supera. Este 28 de noviembre celebremos más que una fecha: celebremos nuestra capacidad de reinventarnos, nuestro espíritu abierto y el enorme potencial que tenemos por delante. Panamá tiene razones para creer en su futuro. Y esta independencia es una de las más importantes.