La interrogante sobre las propuestas del segundo debate y otros demonios
- 15/03/2024 00:00
- 14/03/2024 20:56
Para algunos analistas políticos, Lombana, Torrijos, Carrizo y Roux; sacaron más provecho de este segundo debate. Aunque se plantearon propuestas, hay un vacío sobre cómo las implementarán El segundo debate presidencial en el que se abordó la corrupción, la descentralización, la economía juvenil y preparación competitiva, fue considerado mejor que el anterior, en vista de que los candidatos presentaron diversas propuestas para afrontar estos temas. Sin embargo, la interrogante es cómo lograrán implementar lo que plantearon.
Para el presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CoNEP), Temístocles Rosas, todos los candidatos presentaron iniciativas para fortalecer el empleo con programas de primer empleo que buscan garantizar que los jóvenes que egresan de colegios y universidades puedan acceder a un trabajo.
”Lo que queda por definir es la sinergia que deben tener estos programas con la empresa privada para que sean funcionales. Es el sector privado quien va a emplear a estos jóvenes y corresponde coordinar que estos vengan con el nivel de conocimiento y competencias que se requieren en el mercado laborar”, indicó.
Sostuvo que los programas de aprendices o pasantías deben regularse para que haya un aprovechamiento en la formación y experiencia del joven, y en la eficiencia y productividad de las empresas.
Por su parte, el analista político Danilo Toro expresó que en comparación con el debate anterior, este fue mejor en fondo y forma. “Se tuvo un debate, y en eso el votante salió ganando, ya que hubo mayores argumentos y contraargumentos. Los candidatos optimizaron también en fondo y forma con muchos mejores argumentos que la vez anterior y los pudieron ajustar al tiempo que disponían”, precisó.
Agregó que los interrogatorios por parte de los jóvenes los puso en un nivel de exigencia y a debatir hasta el punto que pudieran revelar más sobre sus competencias.
Para Toro, el que más aprovechó el debate fue Ricardo Lombana, del Movimiento Otro Camino. En cuanto al candidato presidencial del PRD-Molirena, José Gabriel Carrizo, a pesar del desliz con la operación matemática errada- tuvo una presentación mucho mejor que la vez anterior.
“Mejoró en contenido y mejoró en la forma de expresarse. Creo que mejoró en su dinámica y si tuviera que juzgarlo por defenderse, mejoró su defensa; es decir, demostró maniobra de ataque y de defensa”, indicó.
Para Toro, la que menos aprovechó el debate fue la candidata por la libre postulación Zulay Rodríguez.
En general, sostuvo que hubo algo de propuestas, pero no se ha llegado al punto óptimo que un candidato a presidente debe presentar.
“Creo que mejoramos con respecto al debate anterior que venía de un nivel inaceptable de presentación de propuestas, en términos generales hubo excepciones, pero en este debate hubo una mejoría en cuanto a la presentación de propuestas. Todos los candidatos se esforzaron por presentar y puntualizar algo”, precisó.
Para el también analista político Edwin Cabrera, el candidato presidencial por los partidos Realizando Metas (RM) y Alianza, José Raúl Mulino, aunque no fue al debate presidencial, fue quien sacó mayor provecho del mismo. “Todo el mundo hablaba de él, la expectativa era de si iba a estar y qué iba a decir, y lo estuvo, en consecuencia, el ausente fue el más presente. Desde el punto de vista propagandístico fue el más beneficiado. Mulino fue comentario, a pesar de no estar allí en el debate”, afirmó.
A nivel del debate en sí, sostuvo que casi todos los candidatos estaban mucho mejor preparados desde el punto de vista escénico, incluyendo a Carrizo; cree que en esta oportunidad la gran mayoría de los candidatos proyectó bien.
Destacó a Martín Torrijos, del Partido Popular (PP), por su experiencia y procuró manejarse alejado del dime que te digo, aunque a veces metía algunos codazos. Ricardo Lombana lució como el que mejor esfuerzo hacía por conectar con los jóvenes, pues era un debate realizado por jóvenes.
Rómulo Roux mejoró notablemente con respecto al anterior, “haciendo sus propuestas, pero con una dificultad, que no termina de explicar cómo será la generación de los 500.000 empleos que es una de sus propuestas”, indicó.
Manifestó que le llama la atención que a la candidata por la libre postulación Maribel Gordón, que hace planteamientos de forma y de fondo desde su óptica sobre la realidad nacional, ninguno de los candidatos la adversa ni la cuestiona, “eso me sigue llamando muchísimo la atención”, exclamó Cabrera.
Agregó que la propuesta que lamentablemente por el error mental de Carrizo llamó la atención, la de las 40 horas de trabajo en cuatro días, acompañado del salario de $1.000, asegura que ha oído muy poca reacción de algo que en Europa y en países del primer mundo ya se viene experimentando.
“Bueno, hay que evaluar si en Panamá estamos preparados para un cambio para trabajar 10 horas diarias y trabajar cuatro días para tener viernes, sábado y domingo libres”, señaló.
En conclusión, sostuvo Cabrera, el debate fue mejor en cuanto a la cantidad de propuestas, ya que el formato impide entrar al cómo.
El segundo debate presidencial en el que se abordó la corrupción, la descentralización, la economía juvenil y preparación competitiva, fue considerado mejor que el anterior, en vista de que los candidatos presentaron diversas propuestas para afrontar estos temas. Sin embargo, la interrogante es cómo lograrán implementar lo que plantearon.
Para el presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CoNEP), Temístocles Rosas, todos los candidatos presentaron iniciativas para fortalecer el empleo con programas de primer empleo que buscan garantizar que los jóvenes que egresan de colegios y universidades puedan acceder a un trabajo.
”Lo que queda por definir es la sinergia que deben tener estos programas con la empresa privada para que sean funcionales. Es el sector privado quien va a emplear a estos jóvenes y corresponde coordinar que estos vengan con el nivel de conocimiento y competencias que se requieren en el mercado laborar”, indicó.
Sostuvo que los programas de aprendices o pasantías deben regularse para que haya un aprovechamiento en la formación y experiencia del joven, y en la eficiencia y productividad de las empresas.
Por su parte, el analista político Danilo Toro expresó que en comparación con el debate anterior, este fue mejor en fondo y forma. “Se tuvo un debate, y en eso el votante salió ganando, ya que hubo mayores argumentos y contraargumentos. Los candidatos optimizaron también en fondo y forma con muchos mejores argumentos que la vez anterior y los pudieron ajustar al tiempo que disponían”, precisó.
Agregó que los interrogatorios por parte de los jóvenes los puso en un nivel de exigencia y a debatir hasta el punto que pudieran revelar más sobre sus competencias.
Para Toro, el que más aprovechó el debate fue Ricardo Lombana, del Movimiento Otro Camino. En cuanto al candidato presidencial del PRD-Molirena, José Gabriel Carrizo, a pesar del desliz con la operación matemática errada- tuvo una presentación mucho mejor que la vez anterior.
“Mejoró en contenido y mejoró en la forma de expresarse. Creo que mejoró en su dinámica y si tuviera que juzgarlo por defenderse, mejoró su defensa; es decir, demostró maniobra de ataque y de defensa”, indicó.
Para Toro, la que menos aprovechó el debate fue la candidata por la libre postulación Zulay Rodríguez.
En general, sostuvo que hubo algo de propuestas, pero no se ha llegado al punto óptimo que un candidato a presidente debe presentar.
“Creo que mejoramos con respecto al debate anterior que venía de un nivel inaceptable de presentación de propuestas, en términos generales hubo excepciones, pero en este debate hubo una mejoría en cuanto a la presentación de propuestas. Todos los candidatos se esforzaron por presentar y puntualizar algo”, precisó.
Para el también analista político Edwin Cabrera, el candidato presidencial por los partidos Realizando Metas (RM) y Alianza, José Raúl Mulino, aunque no fue al debate presidencial, fue quien sacó mayor provecho del mismo. “Todo el mundo hablaba de él, la expectativa era de si iba a estar y qué iba a decir, y lo estuvo, en consecuencia, el ausente fue el más presente. Desde el punto de vista propagandístico fue el más beneficiado. Mulino fue comentario, a pesar de no estar allí en el debate”, afirmó.
A nivel del debate en sí, sostuvo que casi todos los candidatos estaban mucho mejor preparados desde el punto de vista escénico, incluyendo a Carrizo; cree que en esta oportunidad la gran mayoría de los candidatos proyectó bien.
Destacó a Martín Torrijos, del Partido Popular (PP), por su experiencia y procuró manejarse alejado del dime que te digo, aunque a veces metía algunos codazos. Ricardo Lombana lució como el que mejor esfuerzo hacía por conectar con los jóvenes, pues era un debate realizado por jóvenes.
Rómulo Roux mejoró notablemente con respecto al anterior, “haciendo sus propuestas, pero con una dificultad, que no termina de explicar cómo será la generación de los 500.000 empleos que es una de sus propuestas”, indicó.
Manifestó que le llama la atención que a la candidata por la libre postulación Maribel Gordón, que hace planteamientos de forma y de fondo desde su óptica sobre la realidad nacional, ninguno de los candidatos la adversa ni la cuestiona, “eso me sigue llamando muchísimo la atención”, exclamó Cabrera.
Agregó que la propuesta que lamentablemente por el error mental de Carrizo llamó la atención, la de las 40 horas de trabajo en cuatro días, acompañado del salario de $1.000, asegura que ha oído muy poca reacción de algo que en Europa y en países del primer mundo ya se viene experimentando.
“Bueno, hay que evaluar si en Panamá estamos preparados para un cambio para trabajar 10 horas diarias y trabajar cuatro días para tener viernes, sábado y domingo libres”, señaló.
En conclusión, sostuvo Cabrera, el debate fue mejor en cuanto a la cantidad de propuestas, ya que el formato impide entrar al cómo.