Panamá

Mulino: ‘Panamá necesita consensos. Y yo estoy aquí para construirlos’

El presidente dio su discurso frente a la Asamblea Nacional. | Roberto Barrios | La Estrella de Panamá
  • 02/07/2025 00:00

Tras un año del inicio de su administración, y en medio de protestas a nivel nacional, el presidente de la República hizo un llamado a la unidad asegurando que ha sacado la politiquería del gobierno

Luego de un largo primer día del nuevo período de la Asamblea Nacional, marcado por matraqueo, demora de horas para iniciar la votación y una reunión entre la candidata oficialista a la presidencia de la Asamblea y el presidente de la República, José Raúl Mulino, en el Palacio de las Garzas, el mandatario aseguró que el resultado es un reflejo de la “nueva forma de gobernar”.

“Este resultado envía un mensaje claro: en esta nueva forma de gobernar no hay presiones, compra de conciencias, maletinazos ni matraqueo. Respeto profundamente la separación de poderes y celebro que esta haya sido una elección reñida, transparente y justa”, manifestó Mulino.

La victoria del diputado panameñista Jorge Herrera deja un resultado político difícil de interpretar para el presidente Mulino. Por un lado, es una clara derrota del oficialismo. Pero hay quienes veían en Castañedas una extensión de Ricardo Martinelli haciendo un contrapeso al poder de Mulino. De ser así, esta podría ser una victoria pírrica para el presidente, ya que aunque Herrera no es afín a Martinelli, sí es cercano a uno de sus grandes enemigos políticos: Juan Carlos Varela.

“Parte de cambiar la política es permitir que cada uno de ustedes obre con independencia, sin temor a represalias, sin las complicidades ni prebendas que por años distorsionaron el buen funcionamiento de las instituciones”, añadió Mulino en su discurso. “Sacar la politiquería del Estado es meterse en una pelea con los monos gordos. Porque, seamos sinceros: ese es el terreno del matraqueo, las negociaciones, y el lugar donde una mano lava a la otra. Todo gira en torno a intereses monetarios. Empezar a cambiar esta práctica no solo ha requerido determinación, sino aguantar las presiones de los que no quieren soltar el caramelo,” acotó.

El mandatario aseguró que, para avanzar, Panamá necesita consensos. “Y yo estoy aquí para construirlos”. Sus palabras buscan responder a los clamores populares que por más de dos meses hacen eco del descontento con la Ley 462 de la Caja de Seguro Social (CSS), así como de otras políticas del gobierno de Mulino, como la intención de reabrir la mina en Donoso y los acuerdos con Estados Unidos.

Mulino culpó a las administraciones anteriores de problemas heredados. “Recibimos obras detenidas, ministerios y entidades golpeados por la desidia de gestiones que pusieron la política por encima de llevarle soluciones reales a las personas. El endeudamiento descomunal no fue utilizado en construcción de obras y servicios para los panameños. Se despilfarró, en su mayoría, para sostener la ineficiencia de un Estado cada vez más pesado y burocrático. En resumen: usaron esos fondos para hacer política”, denunció.

Con este argumento, Mulino justificó lo que sus detractores denuncian como persecución judicial. “En un año de gobierno interpusimos 429 denuncias por hallazgos relacionados con lesiones patrimoniales escandalosas. Destapamos una verdadera olla de grillos donde estaban metidas las manos de los grandes de la política, enredados en negociados de obras inconclusas, con precios escandalosos, nombramientos y una repartidera de becas a cuanto amigo, pariente o aliado hubiese”, destacó.

Durante el actual gobierno se ha detenido e imputado cargos a múltiples dirigentes sindicales, tanto de la construcción como del sector bananero. “Soy un hombre de derecho. Creo en las libertades y las defiendo. Respeto y valoro las críticas cuando se hacen de manera constructiva, y muchas de ellas las tomo en cuenta en la gestión. Pero es importante distinguir entre el desacuerdo y las viles mentiras”, apuntó Mulino. “Hubo líderes sindicales y políticos que saltaron la cerca y pasaron a la acción con violencia. Son tan temerarios que aprovecharon la difícil, pero inaplazable reforma de la Caja de Seguro Social, para intentar desestabilizar al gobierno con movilizaciones disfrazadas de reclamos sociales. Pero esta vez no funcionó”, sentenció.

En su discurso, tomó especial cuidado en diferenciar el derecho a la protesta de los actos delincuenciales. “Manifestante es quien protesta ejerciendo su derecho constitucional. Delincuentes son los que lanzan bloques desde azoteas, destrozan el Hospital del Niño, saquean comercios en Changuinola o vandalizan la propiedad pública y privada. A las cosas hay que llamarlas por su nombre”, destacó.

CSS y protestas

Para el presidente, era imperativo y absolutamente necesario hacer las reformas a la CSS. Reconoció que “nadie en su sano juicio se sometería al desgaste” de lo contrario. “Hacerme el de la vista gorda y seguir con la misma política guabinosa de siempre, esperando que le explotara a otro, no era una opción para mí”, apuntó.

Mulino reiteró que la Ley 462 es el resultado de un proceso de consultas y el ejercicio democrático. En el pasado, el mandatario ha dejado en claro que no tiene intenciones de derogar la ley, a pesar de las protestas populares. “Las leyes se construyen con diálogo, es cierto, pero se sostienen con responsabilidad. Desconocer lo aprobado por las instituciones no solo debilita la democracia, sino que pone en riesgo la estabilidad social, financiera y jurídica del país”, destacó en su discurso.

Sobre la decisión de suspender garantías constitucionales en la provincia de Bocas del Toro por diez días, argumentó que su gabinete se apoyó en la Constitución Nacional. “No fue arbitrario. Se hizo para aplacar acciones que no eran protestas cívicas, sino vandalismo, puro y duro. Ahora tenemos que buscar juntos una solución para recuperar la actividad económica de la provincia, pensando en construir un futuro y no en destruir el presente”, concluyó.

Para Mulino, los maestros que participan en las manifestaciones han caído “en la trampa de las mentiras difundidas por algunos líderes sesgados ideológicamente”. Asegura que la nueva ley no afecta sus derechos y desconoció que sus acciones fueran una huelga, calificando en cambio las protestas y negación de ir a las aulas como un secuestro a la educación. “Surge otra triste ironía, hay maestros que enseñan tanto en escuelas públicas como privadas, pero solo hacen huelga en la pública. Incluso muchos de ellos tienen hijos que asisten a esas mismas escuelas”, cuestionó. “Regresen a las aulas y salven el año escolar. Los padres, los alumnos y yo les estaremos eternamente agradecidos. Aún estamos a tiempo”, pidió.

Sobre el memorando de entendimiento con Estados Unidos, repitió que Panamá “no ha cedido un milímetro de su soberanía”, declarando que el acuerdo lo que hace es reforzar la cooperación en temas de seguridad y lucha contra el narcotráfico. No dio detalles sobre cómo funcionará el paso de embarcaciones estadounidenses, que el presidente estadounidense, Donald Trump y su gabinete aseguran será gratuito.

El mandatario también se refirió al proyecto del reservorio de Río Indio. “El Canal necesita más agua, nosotros necesitamos más agua para beber. No podemos afectar nuestra gran ventaja competitiva y nuestra estratégica posición geográfica. Quien se opone a Río Indio se opone al progreso, se opone a tener más agua para la gente y a tener más recursos hídricos para el Canal”, declaró. A pesar de que cientos de moradores de comunidades que serán afectadas por el embalse se han pronunciado contra el proyecto, el presidente confía en que la Autoridad del Canal de Panamá se encargará del impacto social. “Esta obra no perjudica a nadie y estoy seguro de que la Autoridad del Canal de Panamá hará un trabajo humano que garantice bienestar a las personas que puedan afectarse con la obra”, resaltó.

Economía y reformas

Mulino llegó a la presidencia de la República con la promesa de más chenchén, es decir, de una revitalización de la economía panameña, promesa que tras un año de gobierno no se ha podido cumplir. “Sé que la recuperación está llevando más tiempo. Debo reconocer que fui un entusiasta, tal vez por la inocencia de no imaginar el tremendo desorden que nos dejaron”, comentó. Mulino ordenó una contención del gasto público de más de 1.800 millones de dólares. “Este sacrificio nacional, producto de los excesos del pasado, es temporal. Estamos limpiando la mesa, corrigiendo vicios acumulados y reorganizando un sistema que ya no daba para más. Lamentablemente, eso implica asumir costos adicionales millonarios que no salen del bolsillo de un expresidente, un exvicepresidente ni de antiguos ministros, sino del bolsillo de ustedes, el pueblo panameño”, explicó.

El presidente destacó varios indicadores positivos y acciones hechas por su administración. Entre ellos más de 400 millones de dólares en obras públicas, la creación de la Secretaría Nacional del Ferrocarril, el desarrollo de un plan estratégico de gobierno, las acciones para salir de listas discriminatorias de la Unión Europea, el rol de Panamá en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la creación de zonas francas para atraer inversión extranjera, el crecimiento en 25 % de las exportaciones y la llegada de 2,8 millones de turistas. En materia de salud, habló de la reactivación de proyectos hospitalarios y la creación del programa de Medicamentos Más Baratos, donde ya hay 140 medicinas.

Adelantó un proceso de reformas para aumentar la eficiencia estatal. “El Banco Hipotecario Nacional será transformado en un Instituto de Fomento a Viviendas de Interés Social, con una reducción del 80 % de la planta laboral actual y el ahorro de alquileres. Este proceso estará bajo la coordinación de la Caja de Ahorros”, detalló. “Bajo la supervisión del Banco Nacional, el Banco de Desarrollo Agropecuario se transformará en un Instituto de Fomento Agropecuario con reducción de costos operativos. El Ministerio de la Mujer pasará a ser una Secretaría dentro del Ministerio de Desarrollo Social. PROPANAMÁ pasará al Ministerio de Comercio y la política para atracción de inversiones, marca país y participación en eventos internacionales estará compuesta por una mesa ad honorem integrada por el MICI, MEF, Cancillería, Promtur y la Secretaría de Asuntos Económicos de la Presidencia, más la participación del sector privado”, añadió.

El mensaje final del presidente fue un llamado a la unidad a pesar de las diferencias. “No importa si me adversan, si no simpatizan conmigo o si piensan distinto. Los necesitamos a todos porque los desafíos son enormes y debemos remar en la misma dirección para avanzar. Los invito, sin revanchismos, a que pongan al país y su gente primero. Hagamos un Panamá donde la gestión supera a la política, donde la empatía supera los egos y el futuro supera cualquier diferencia”, concluyó.