CSS recurrirá a $286 millones de las reservas en su presupuesto 2026
- 09/09/2025 20:46
La CSS destinará de los $8.122 millones, el 85 % de su inversión en infraestructura sanitaria y modernización tecnológica, mientras asegura sostenibilidad de pensiones y atención médica a nivel nacional La Cajam de Seguro Social (CSS) presentó este martes ante la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional su propuesta de fondos para 2026, que asciende a 8.122 millones de dólares, equivalentes al 23 % del presupuesto general del Estado.
El director de la entidad, Dino Mon, destacó la relevancia de la institución dentro de la economía del país, afirmando que cualquier desajuste en sus finanzas repercute directamente en las cuentas nacionales.
Mon explicó que, para cumplir con los compromisos de gasto, será necesario recurrir a 286 millones de dólares de las reservas de la CSS. Los ingresos corrientes, que provienen de aportes, reembolsos estatales, cuotas obrero-patronales y vencimiento de inversiones, no alcanzan a cubrir la totalidad de los egresos, por lo que el uso de reservas resulta indispensable. La mayor parte de estos fondos, $283 millones, provendrá del Programa de Enfermedad y Maternidad, mientras que $2,5 millones corresponderán al Programa de Riesgos Profesionales. La medida permitirá garantizar la atención de 2,8 millones de panameños, alrededor del 63 % de la población, entre asegurados, pensionados y dependientes.
El presupuesto se distribuye en cuatro bloques principales: $3.029 millones para prestaciones económicas y pensiones, $2.325 millones para gastos operativos, $2.462 millones para inversiones financieras y $305 millones para infraestructura física. Por programas, el 65 % del gasto se destina a invalidez, vejez y muerte; el 26 % a enfermedad y maternidad; 3,8 % a riesgos profesionales; 4,5% a gestión administrativa y 0.4 % a fideicomisos.
Los ingresos estimados ascienden a $7.835 millones, de los cuales $1.424 millones provendrán de aportes y reembolsos estatales. El déficit de $286 millones será cubierto con reservas, asegurando el equilibrio financiero del presupuesto. Mon recalcó que esta situación no refleja un colapso, sino que responde a una planificación basada en la Ley 462, que incorpora casi 1.000 millones de dólares adicionales al sistema y permite proyectar sostenibilidad a largo plazo, garantizando los pagos futuros de pensiones.
El presupuesto de 2026 representa un incremento del 10,9 % respecto al aprobado en 2025 y del 14,8 % frente a la ejecución estimada de este año, impulsado principalmente por el crecimiento en inversiones financieras. En contraste, el gasto de funcionamiento muestra un ajuste del 2,7 % en comparación con 2025, aunque frente a la ejecución real de 2024 se proyecta un crecimiento leve del 1,6 %. Mon explicó que este ajuste responde a la necesidad de presentar cifras más realistas tras años de estimaciones sobredimensionadas.
El plan financiero de la CSS se sostiene en tres ejes. El primero es la sostenibilidad, entendida como responsabilidad intergeneracional, que requiere un uso racional de las reservas y proyecciones actuariales. El segundo es la inversión inteligente, con más del 85% de los recursos destinados a infraestructura sanitaria, mantenimiento de equipos médicos y modernización tecnológica. El tercero es la equidad territorial, con distribución programática de recursos en todas las provincias, priorizando áreas con mora quirúrgica y déficit de cobertura.
La Cajam de Seguro Social (CSS) presentó este martes ante la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional su propuesta de fondos para 2026, que asciende a 8.122 millones de dólares, equivalentes al 23 % del presupuesto general del Estado.
El director de la entidad, Dino Mon, destacó la relevancia de la institución dentro de la economía del país, afirmando que cualquier desajuste en sus finanzas repercute directamente en las cuentas nacionales.
Mon explicó que, para cumplir con los compromisos de gasto, será necesario recurrir a 286 millones de dólares de las reservas de la CSS. Los ingresos corrientes, que provienen de aportes, reembolsos estatales, cuotas obrero-patronales y vencimiento de inversiones, no alcanzan a cubrir la totalidad de los egresos, por lo que el uso de reservas resulta indispensable. La mayor parte de estos fondos, $283 millones, provendrá del Programa de Enfermedad y Maternidad, mientras que $2,5 millones corresponderán al Programa de Riesgos Profesionales. La medida permitirá garantizar la atención de 2,8 millones de panameños, alrededor del 63 % de la población, entre asegurados, pensionados y dependientes.
El presupuesto se distribuye en cuatro bloques principales: $3.029 millones para prestaciones económicas y pensiones, $2.325 millones para gastos operativos, $2.462 millones para inversiones financieras y $305 millones para infraestructura física. Por programas, el 65 % del gasto se destina a invalidez, vejez y muerte; el 26 % a enfermedad y maternidad; 3,8 % a riesgos profesionales; 4,5% a gestión administrativa y 0.4 % a fideicomisos.
Los ingresos estimados ascienden a $7.835 millones, de los cuales $1.424 millones provendrán de aportes y reembolsos estatales. El déficit de $286 millones será cubierto con reservas, asegurando el equilibrio financiero del presupuesto. Mon recalcó que esta situación no refleja un colapso, sino que responde a una planificación basada en la Ley 462, que incorpora casi 1.000 millones de dólares adicionales al sistema y permite proyectar sostenibilidad a largo plazo, garantizando los pagos futuros de pensiones.
El presupuesto de 2026 representa un incremento del 10,9 % respecto al aprobado en 2025 y del 14,8 % frente a la ejecución estimada de este año, impulsado principalmente por el crecimiento en inversiones financieras. En contraste, el gasto de funcionamiento muestra un ajuste del 2,7 % en comparación con 2025, aunque frente a la ejecución real de 2024 se proyecta un crecimiento leve del 1,6 %. Mon explicó que este ajuste responde a la necesidad de presentar cifras más realistas tras años de estimaciones sobredimensionadas.
El plan financiero de la CSS se sostiene en tres ejes. El primero es la sostenibilidad, entendida como responsabilidad intergeneracional, que requiere un uso racional de las reservas y proyecciones actuariales. El segundo es la inversión inteligente, con más del 85% de los recursos destinados a infraestructura sanitaria, mantenimiento de equipos médicos y modernización tecnológica. El tercero es la equidad territorial, con distribución programática de recursos en todas las provincias, priorizando áreas con mora quirúrgica y déficit de cobertura.