Energía solar da vida a la comunidad de El Guásimo, Costa Abajo de Colón
- 19/09/2025 00:00
El acceso a la energía eléctrica cambia la vida de una comunidad. En El Guásimo, el distrito de Donoso, se vive un mejor presente y el futuro es prometedor
Toma unos 45 minutos en bote, si hay buen clima, llegar a El Guásimo desde Miguel de la Borda, a través del río del mismo nombre. No hay más carreteras, solo se hacen al-gunos cortes en los caminos durante la estación seca y que duran hasta las primeras lluvias.
El Guásimo cumplirá en 2027 su primer centenario de existencia, sin embargo, hasta diciembre del año pasado, 2024, no tuvo un servicio regular de electricidad. Quienes querían alumbrarse, debieron hacerlo primero con canecos de kerosén, y mucho más adelante, quienes tuvieron la posibilidad económica, con la ayuda de plantas generado-ras a base de combustible y luego con placas solares de capacidad mínima con las que podían poco más que alumbrarse en las noches.
Hoy, todas las familias residentes en el poblado, la escuela, el subcentro de salud, la casa comunal, la casa de paz y dos iglesias cuentan con electricidad gracias al proyecto El Guásimo de la Oficina de Electrificación Rural (OER) con sistemas fotovoltaicos individuales con una capacidad instalada de 2,240 W de potencia y un sistema de almacenamiento de energía a base de batería de iones de litio con capacidad de 6.2 kW hora.
“Cada una de las viviendas cuenta con un sistema completamente autónomo con el cual puede suplir sus necesidades de energía para luces, una pequeña nevera, televisor, lavadora... prácticamente todos los artefactos eléctricos que pueden tener en una co-munidad urbana o semiurbana”, explica el ingeniero Leonardo Hernández Visuete, res-ponsable del proyecto.
También se impactó la iluminación pública, reforzando algunas luminarias correspondientes a un proyecto anterior ejecutado por la Junta Comunal. “Inclusive el parque de la comunidad tiene ahora un sistema independiente con el cual se suministra energía para cuando vienen actividades culturales como festividades congo, propias de la provincia de Colón, fiestas de los niños como en Navidad. El árbol de Navidad que ponen en la comunidad se suministra energía con ese sistema que se instaló en el parque”, agrega el ingeniero.
El proyecto tuvo su origen en una solicitud hecha hace algunos años atrás por miembros de la comunidad. Estudiantes de la escuela del poblado hicieron un video que se difundió a través de las redes sociales, cuenta Hernández. La OER luego determinó hacer el levantamiento y llevar a cabo el proyecto con una partida del Fondo de Electrificación Rural (FER), con un monto de B/.1,196,288.95, a través de la empresa AES.
¿Cómo les ha ido con el proyecto? “Eso ni se pregunta”, dice Marta Caparrosa con una sonrisa, desde el portal de su casa. “Ha sido muy importante. Algo así nunca se había visto por aquí”, asegura. Ahora, además de poder alumbrar su casa en las noches, Caparrosa cuenta con una lavadora, nevera, televisión y una máquina de coser con la que puede hacerse de un dinerito extra con las piezas que cose. “Estoy feliz, le digo, feliz”.
El panel solar que alimenta su hogar con energía está ubicado justo al frente de su casa. “Los muchachos me dijeron que si lo ponían allí iba a perder el jardín, les dije ‘¡quiten el jardín y pongan la placa!’”, recuerda. Finalmente, sus flores pudieron seguir creciendo bajo la estructura.
El proceso del diseño y montaje del sistema empieza haciendo un inventario y observando las características del poblado para determinar el modelo de sistema más conveniente, considerando la configuración geográfica de las casas y las necesidades de consumo.
“Vinimos con la oficina de Electrificación Rural cuando se hizo el inventario”, dice el ingeniero Nodier Shaik, de AES. “Una vez se dio ese proceso, vino la parte de buscar contratista y usar las especificaciones técnicas que nos daba la OER. Cuando se eligió el con-tratista, se hizo un contrato, ellos vinieron al sitio e hicieron la solicitud de materiales”.
La mayoría de los elementos del sistema fotovoltaico provienen del extranjero, mientras que los materiales eléctricos están disponibles en el país. Cuando se contó con todo lo necesario, debió coordinarse el traslado de estos equipos, por tierra, hasta Miguel de la Borda y luego, por el río hasta El Guásimo. “La logística duró alrededor de un mes porque es algo muy complejo y una vez todo el material listo, el contratista inició el proceso de construcción, las instalaciones eléctricas internas y la instalación de los sis-temas fotovoltaicos. Eso empezó alrededor de abril del 2024”, hace un recuento.
La instalación arrancó por el mes de junio del 2024. “A todas las casas se les hizo la ins-talación eléctrica interna: tomacorrientes, luces, tablero de distribución eléctrico e interruptores. Explica Shaik. La mayoría de los paneles solares se instalaron en estructuras externas a las casas, pues hubo que considerar el peso de estas estructuras. En edificios más grandes como el subcentro de salud y la escuela, fueron instalados en el techo. A la escuela se le instalaron dos sistemas, pues por su naturaleza tiene un mayor consumo de energía.
Emiliana Miller, maestra de preescolar del C.E.B.G. Celestino Villarreta no piensa dos veces al decir que “¡estamos mejor!, antes no había ni luz, no había nada, todos los salones oscuros... ahora es distinto”. Incluso ha podido ver un cambio en la actitud de los niños. “Están felices”, asegura.
El profesor Enrique Wright compró una casa en la comunidad para no tener que desplazarse a diario. Él está convencido de que habrá un cambio notable en la calidad de la educación del centro. “Está muy bien, me ha encantado el proyecto. Hoy día podemos poner un proyector a los estudiantes para que puedan ver videos, antes no se podía. Eso les incentiva a aprender”, considera.
El centro, que alberga a 108 estudiantes sigue el programa de telebásica que podrá, en adelante, llevarse a cabo de manera más efectiva.
Para el mes de diciembre de 2024 la mayoría de los trabajos estaban listos y el 5 de diciembre la comunidad pudo alumbrar por primera vez su árbol de Navidad. El proyecto estuvo terminado en ocho meses.
Finalizada la instalación, Ipelsa Solar, empresa contratista de la obra ofreció una capacitación a los moradores de El Guásimo, de cómo manipular y limpiar el equipo pues cada familia es responsable de mantenerlo en buen funcionamiento.
La vida útil de un panel solar puede ser de unos treinta años, pero es necesario mantenerlo limpio y despejado de plantas y maleza para que la recepción de los rayos solares sea óptima. Por otra parte, advierte Shaik que la batería y el inversor tienen un ciclo de vida más corto, por lo que se debe ser cuidadoso.
Al tratarse de sistemas autónomos por hogar, los moradores de El Guásimo no tendrán que hacer frente a un recibo mensual por el servicio de energía, pero tendrán que establecer un fondo comunitario para hacer frente a imprevistos y daños del sistema.
Desde la ciudad de Panamá, o en cualquier otro lugar, a través de una aplicación de celular se le puede dar seguimiento al funcionamiento del sistema. El ingeniero Hernández Visuete muestra en la pantalla cómo a través de iconos fáciles de reconocer la aplicación muestra si el sistema está generando energía o si está consumiendo la almacenada en la batería. De esta forma se puede dar seguimiento y tomar decisiones como qué momento es el más adecuado para utilizar la lavadora o ver televisión.
La vida en El Guásimo ha cambiado. Ya no es necesario trasladar hielo a diario a través del río o vivir a oscuras si la carga de las placas disponibles se agotaba antes de tiempo. Nuevos proyectos se van sumando para hacer más evidente el progreso de la comunidad. Una edificación en construcción será la sede de un proyecto de acuicultura de un grupo de beneficiarios del programa Red de Oportunidades del Mides. El proyecto, que será financiado por una organización internacional, es ahora posible porque la comunidad cuenta con energía eléctrica.
Y Sara Mariota, honorable representante del corregimiento de El Guásimo está haciendo las gestiones para instalar en la comunidad una Infoplaza que facilitará el acceso al servicio de internet.
La comunidad de El Guásimo ha cambiado su manera de vivir. Lo dicen sus habitantes. “¡Es otro mundo, ahora es diferente!”.