Más de 120.000 niños están fuera del sistema escolar
- 10/09/2025 00:00
El último informe del Fondo de Población de Naciones Unidas evidencia las brechas y desigualdades que persisten en Panamá Más de 120.000 niños, niñas y adolescentes se encuentran fuera del sistema escolar panameño. Así lo reveló el informe Análisis sobre la Población en Panamá (ASP), elaborado por el Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa) con el apoyo de la Secretaría Técnica del Gabinete Social del Gobierno nacional.
El ASP es un análisis demográfico de un país fragmentado, en el que prevalecen las desigualdades y brechas sociales a pesar de algunos avances notorios.
“Uno de los hallazgos principales es la necesidad de poder trabajar en generar las oportunidades que rompan el ciclo de brechas, de pobreza y de desigualdad, como es la educación, y sobre todo para la población joven”, destacó Edith Castillo, representante nacional de Unfpa. “El otro elemento es el envejecimiento, y tiene que ver con crear sistemas de cuidado que acompañen a la mujer, por un lado, a insertarse en la economía del cuidado, pero también, por el otro lado, tiene que ver con la mujer en la participación en la población económicamente activa. También tiene que ver con una población que envejece y empezamos a tener más esperanza de vida, o sea, estamos hablando de adultos que van a ir aumentando su rango de edad. Eso tiene una implicación en materia de servicios, en materia de salud, en materia de educación,” detalló.
El análisis reveló que la población panameña será en promedio cada vez más vieja. Se proyecta que para 2050 una de cada cuatro personas en Panamá tenga 60 años o más. Esto puede ser valioso a la hora de trazar políticas públicas, aunque es necesario tomar en cuenta las diferencias territoriales. “Sabemos que tenemos diferenciales de políticas entre una provincia más envejecida y una comarca donde todavía la fecundidad está por encima del reemplazo y tiene grandes postergaciones en acceso a infraestructura, en acceso a educación, en salud, a salud reproductiva”, apuntó Enrique Peláez, especialista en Población y Desarrollo. “Muchas veces las encuestas no permiten una desagregación de estas desigualdades, por ejemplo, una desagregación territorial o étnica. Hace falta poder contar con mayor desagregación de las fuentes de información que reflejen esta brecha de desigualdad que tiene el país”, acotó.
Por ahora, la estrategia del Gobierno se apoya en programas de ayuda social. “El Ministerio de Desarrollo Social (Mides) continúa trabajando en los programas de transferencia monetaria condicionada, a través de los cuales contribuye a la reducción de la pobreza, sobre todo trabajando en el desarrollo de capacidades humanas”, destacó Antonio Díaz, sociólogo de la Secretaría Técnica del Gabinete Social. “Así como otros programas como los que tienen que ver con toda la atención en materia de primera infancia, a través de los centros de atención de los Caipi, de los centros de primera infancia, de atención integral a la primera infancia, y sobre todo en materia de estándares de regulación, porque el Mides no solamente presta servicios, sino que tiene el deber de poder regular estos servicios y que los estándares de calidad sean cumplidos por todos los que prestan estos servicios”, añadió.
Más de 120.000 niños, niñas y adolescentes se encuentran fuera del sistema escolar panameño. Así lo reveló el informe Análisis sobre la Población en Panamá (ASP), elaborado por el Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa) con el apoyo de la Secretaría Técnica del Gabinete Social del Gobierno nacional.
El ASP es un análisis demográfico de un país fragmentado, en el que prevalecen las desigualdades y brechas sociales a pesar de algunos avances notorios.
“Uno de los hallazgos principales es la necesidad de poder trabajar en generar las oportunidades que rompan el ciclo de brechas, de pobreza y de desigualdad, como es la educación, y sobre todo para la población joven”, destacó Edith Castillo, representante nacional de Unfpa. “El otro elemento es el envejecimiento, y tiene que ver con crear sistemas de cuidado que acompañen a la mujer, por un lado, a insertarse en la economía del cuidado, pero también, por el otro lado, tiene que ver con la mujer en la participación en la población económicamente activa. También tiene que ver con una población que envejece y empezamos a tener más esperanza de vida, o sea, estamos hablando de adultos que van a ir aumentando su rango de edad. Eso tiene una implicación en materia de servicios, en materia de salud, en materia de educación,” detalló.
El análisis reveló que la población panameña será en promedio cada vez más vieja. Se proyecta que para 2050 una de cada cuatro personas en Panamá tenga 60 años o más. Esto puede ser valioso a la hora de trazar políticas públicas, aunque es necesario tomar en cuenta las diferencias territoriales. “Sabemos que tenemos diferenciales de políticas entre una provincia más envejecida y una comarca donde todavía la fecundidad está por encima del reemplazo y tiene grandes postergaciones en acceso a infraestructura, en acceso a educación, en salud, a salud reproductiva”, apuntó Enrique Peláez, especialista en Población y Desarrollo. “Muchas veces las encuestas no permiten una desagregación de estas desigualdades, por ejemplo, una desagregación territorial o étnica. Hace falta poder contar con mayor desagregación de las fuentes de información que reflejen esta brecha de desigualdad que tiene el país”, acotó.
Por ahora, la estrategia del Gobierno se apoya en programas de ayuda social. “El Ministerio de Desarrollo Social (Mides) continúa trabajando en los programas de transferencia monetaria condicionada, a través de los cuales contribuye a la reducción de la pobreza, sobre todo trabajando en el desarrollo de capacidades humanas”, destacó Antonio Díaz, sociólogo de la Secretaría Técnica del Gabinete Social. “Así como otros programas como los que tienen que ver con toda la atención en materia de primera infancia, a través de los centros de atención de los Caipi, de los centros de primera infancia, de atención integral a la primera infancia, y sobre todo en materia de estándares de regulación, porque el Mides no solamente presta servicios, sino que tiene el deber de poder regular estos servicios y que los estándares de calidad sean cumplidos por todos los que prestan estos servicios”, añadió.