Nuevo edificio ambulatorio del Santo Tomás busca reducir la mora quirúrgica
- 21/11/2025 00:00
El proyecto de $53 millones se construirá en el antiguo edificio del Hospital Oncológico en la avenida Justo Arosemena, que se encuentra abandonado
El Hospital Santo Tomás, el mayor centro público de atención terciaria del país, podría enfrentar en los próximos años uno de sus cambios más significativos desde la ampliación de sus torres quirúrgicas en 2019. Con la inclusión de 47 millones de dólares en el presupuesto del Ministerio de Salud para 2026, el Gobierno anunció la construcción de un edificio de Atención Ambulatoria y Servicios Complementarios que promete reducir la mora quirúrgica, liberar camas y modernizar áreas críticas que hoy operan al límite.
El anuncio lo hizo el ministro de Salud, Fernando Boyd Galindo, quien destacó que el proyecto ocupará los terrenos donde funcionó por décadas el antiguo Instituto Oncológico Nacional, en la avenida Justo Arosemena, una infraestructura abandonada desde su traslado en 2018.
El nuevo edificio no será una extensión más, sino un componente paralelo al hospital central, diseñado específicamente para aumentar la capacidad quirúrgica y trasladar al ámbito ambulatorio servicios que hoy saturan las instalaciones principales. Entre las áreas previstas se incluyen un Centro de Cirugía Oftalmológica, un Centro de Reemplazo Articular, un Centro de Monitoreo Materno-Fetal, un Hospital de Día, un Centro Quirúrgico Ambulatorio, clínicas especializadas, un Hemocentro y una Plataforma Integral de Logística y almacenes.
“Es una estructura que permitirá despejar el Hospital Santo Tomás, que se ha quedado sin espacio por la demanda creciente”, afirmó Boyd Galindo. La falta de infraestructura ha provocado listas de espera que superan los 12 meses en especialidades como ortopedia y oftalmología, según fuentes internas del hospital.
El proyecto está valorado en $53,252,160, de los cuales $43,712,160 corresponden a la obra civil, $8,000,000 al equipamiento médico y técnico, y $1,540,000 a planos, diseños, demolición y estudios previos. La licitación está prevista para los primeros meses de 2026, y, considerando los tiempos de construcción habituales en proyectos de salud pública, la nueva estructura podría no estar operativa antes de 2028.
Para el director médico del hospital, Luis Carlos Bravo, el enfoque del proyecto apunta a aliviar la presión del hospital principal sin desnaturalizar su modelo de atención. Explicó que se trata de un edificio completo, pero orientado a la atención ambulatoria, con el objetivo de agilizar procesos, evitar hospitalizaciones innecesarias y mejorar los tiempos de respuesta.
En la práctica, esto permitiría que cirugías oftalmológicas, reemplazos articulares programados y procedimientos de baja complejidad se realicen sin ocupar camas destinadas a emergencias u operaciones mayores. De acuerdo con estimaciones internas, este traslado de servicios podría liberar entre un 20% y un 30% de la carga actual del hospital, un impacto significativo en un sistema que lleva años operando por encima de su capacidad.