Panamá bajo el agua, la crisis histórica de las inundaciones
- 06/11/2025 00:00
Las inundaciones alrededor del país afectan a miles de personas y cuestan millones de dólares al Estado. Se trata de un problema sistémico que involucra a múltiples instituciones y a la ciudadanía
Panamá es un país acostumbrado a los aguaceros, pero sin la infraestructura para manejarlos. Un par de horas de lluvia convierten calles en ríos chocolates dónde flota el caliche y naufragan los carros. Las aceras, de por sí estrechas y en malas condiciones, se vuelven intransitables para los peatones. El problema no se limita a la ciudad de Panamá, hace exactamente un año fuertes lluvias ocasionaron deslizamientos de tierra que cobraron la vida de 8 personas y costaron alrededor de 100 millones de dólares en reparaciones de la red vial, de acuerdo al ministro de Obras Públicas, José Luis Andrade.
De acuerdo al Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), 1.888 familias, o 9.328 personas, se vieron afectadas por inundaciones durante el 2024. En esas familias se cuentan un total de 3.511 hombres, 3.492 mujeres y 2.325 menores de edad.
Esta semana, en Portobelo, provincia de Colón, 25 casas quedaron inundadas perjudicando a 127 personas, entre ellas personas con discapacidad, adultos mayores y niños. Se mantiene una alerta verde para 31 distritos de las provincias de Bocas del Toro, Coclé, Colón, Chiriquí, Comarca Ngäbe Buglé, Panamá, Veraguas y Darién.
Se trata de un tema complejo que involucra múltiples instituciones y en el cual la ciudadanía también lleva responsabilidad. El director nacional de Operaciones del Instituto de Acueductos y Alcantarillados (Idaan), Pedro Saavedra, apunta al ordenamiento territorial y el clima.
“Con el crecimiento poblacional, la misma población va devastando los árboles de galería que están a la orilla de los ríos y se producen fenómenos de erosión, estos fenómenos de erosión aumentan la velocidad de bajada de los ríos del agua, del recorrido del agua en esas pendientes, lo que arrastra árboles y todo lo que está a su paso”, apuntó Saavedra.
Las inundaciones no son la única consecuencia. De las 55 plantas de tratamiento de agua potable que tiene el Idaan, la enorme mayoría dependen de captaciones en ríos. Las aguas cargadas de sedimentos, árboles y desechos obstruyen las tomas de agua. Toma días limpiarlas, y hay que esperar primero que paren las lluvias, por ello también se afecta el suministro de agua.
En la ciudad, el vandalismo de algunas personas también juega un rol. “La gente le roba las tapas a las cámaras de inspección pluviales y quedan abiertas, se llenan de basura y se obstruyen las redes que llevan hacia una tubería de mayor diámetro que llaman los sistemas colectores”, detalló Saavedra. “Al taparse y aunado al poco recurso para el mantenimiento de estas redes, se tapan los sistemas, entonces ves que se suben los niveles de agua porque la capacidad de desalojo es menor, eso es lo que pasa en el alcantarillado pluvial”, acotó.
Para el director nacional de Mantenimiento del Ministerio de Obras Públicas (MOP), Robby Rovira, la infraestructura no se ha adecuado por completo a las necesidades actuales.
“Hoy en día, llueve con más intensidad en muy poco tiempo. Los factores de diseño que se utilizaban hace unos años atrás no son los mismos factores de diseño que se deben utilizar hoy en día con la mayoría de las estructuras”, manifestó.
Explica que se trata de un análisis costo beneficio, el tiempo de duración de la infraestructura versus el precio. “Se estima que para poder hacer un diseño de una infraestructura como un puente o como una alcantarilla, tú tienes que establecer un periodo de retorno que sea económicamente viable, que a la vez te dé una funcionabilidad con una viabilidad. Porque tú puedes hacer un periodo de retorno de 250 años, pero te va a salir un puente súper costoso, te va a salir una alcantarilla súper costosa”, detalló.
En otras palabras, toda infraestructura tiene un tiempo de vida, especialmente sin el mantenimiento adecuado. “Dependiendo de qué tipo de lluvia se dé, se va a dar una inundación o un puente va a colapsar. Va a pasar, ha seguido pasando y seguirá pasando. Porque los tiempos de diseño de este tipo de lluvia no lo puedes hacer con el óptimo. Los factores de seguridad que se utilizan en las escuelas y se utilizan en los hospitales son mucho mayores de lo que se encuentran en las viviendas unifamiliares, por ejemplo”, agregó.
Además, hay problemas sistémicos. Los sistemas de drenaje deberían solo recibir agua de lluvia, pero en la práctica también se llenan de desechos y basura. En septiembre se licitó un proyecto de 12,7 millones de dólares para rehabilitar las calles y sistemas pluviales en Panamá y San Miguelito, pero aún deben realizarse los trabajos y hay otras áreas que necesitan atención.
El agua además es un factor crucial detrás de los huecos en las calles. “Para las carreteras asfálticas, el problema más grave es no contar con un sistema de drenaje adecuado. Si tenemos un sistema de drenaje colapsado, con basura, se nos empoza el agua. El agua cuando cae en la rodadura debe salir lo más rápido posible para evitar daños a la carpeta.
En la medida que nosotros, aunque es un trabajo que no se ve, actualicemos los sistemas de drenaje y no tengamos bolsas de agua y no tengamos empozamiento o que el agua demore en salir, vamos a tener una mejor rodadura. Por eso es que nunca acabamos. Porque tenemos un sistema de drenaje deficiente que al final nos daña la carpeta asfáltica y estamos todo el tiempo en ese tema”, lamentó.
Las autoridades comparten recomendaciones para la ciudadanía durante esta temporada lluviosa. “Históricamente a partir del 20 octubre al 30 de noviembre es cuando más situaciones generadas por las lluvias se registran, por tal razón lo primero es mantener la calma y estar pendiente de las cuentas oficiales del Imhpa, de las instituciones de emergencias y estamentos de seguridad, recordar que somos nuestro primer anillo de seguridad por lo cual debemos estar pendientes de nuestro entorno y nuestras vulnerabilidades, no tratar de cruzar ríos acrecentados, ni bañarnos cuando se presenten lluvias en el lugar en que estamos o en la cordillera, no tratar de cruzar vías inundadas, no hacer actividades de playa si se presentan lluvias o actividades eléctricas”, destacó René García, oficial de Emergencias del Sinaproc.