Panamá mira el modelo chileno del parlamento digital
- 03/11/2025 00:00
El uso de herramientas de inteligencia artificial ha transformado el trabajo en la Cámara de Diputados de Chile. La experta Virginia Carmona destaca que Panamá puede avanzar si hay decisión política y una gestión ordenada de la información
En un momento en que la tecnología redefine la gestión pública en América Latina, la inteligencia artificial (IA) comienza a transformar la forma en que los parlamentos operan, legislan y se comunican con la ciudadanía.
Entre los países que han logrado dar pasos concretos en este proceso destaca Chile, que ha incorporado la IA en su Cámara de Diputados mediante un plan institucional sostenido y con resultados visibles.
La responsable de este proceso, Virginia Carmona, secretaria ejecutiva de la Comisión de Políticas de Inteligencia Artificial y Procesamiento de Datos de la Cámara de Diputados de Chile, conversó con La Estrella de Panamá y explicó cómo ese país se ha convertido en un referente regional en el uso responsable de la tecnología aplicada a la función pública.
“Lo más importante es ordenar la información. La inteligencia artificial no puede funcionar sin datos organizados. En nuestro caso, la Cámara comenzó por estructurar la información que ya tenía digitalizada para luego desarrollar herramientas internas que apoyaran el trabajo legislativo”, afirmó Carmona.
Chile inició su transformación digital en 2019 con la transcripción automática de sesiones parlamentarias, una necesidad acentuada durante la pandemia. En 2023, ese proceso evolucionó hacia el proyecto Caminar, que integra cuatro módulos: legislativo, administrativo, de transparencia y móvil.
Este último permite a los diputados y sus asesores acceder desde sus teléfonos a leyes, normas o antecedentes legislativos en tiempo real.
“Hoy un parlamentario puede consultar si un tema ya fue legislado o qué leyes podrían verse afectadas por un nuevo proyecto. Tenemos incluso un asistente que identifica el impacto regulatorio de una iniciativa, es decir, cómo una ley puede modificar otra. Todo esto ahorra tiempo y mejora la calidad del trabajo legislativo”, explicó Carmona a La Estrella de Panamá.
La funcionaria recalcó que, a diferencia de las herramientas de IA abiertas, el sistema chileno opera exclusivamente con información interna y validada, garantizando precisión y confianza.
“La inteligencia artificial corre el riesgo de entregar información errónea. Por eso desarrollamos asistentes propios que solo utilizan datos del Parlamento”, señaló.
Contrario al temor de que la automatización sustituya empleos, Carmona aseguró que el proceso en Chile ha generado nuevas áreas de trabajo, como la creación de un Departamento de Innovación y equipos técnicos dedicados a validar las respuestas de los sistemas.
“No se redujo personal. Al contrario, hemos necesitado más validadores, revisores y especialistas en datos. Los funcionarios son parte esencial del proyecto”, destacó.
Durante su visita para un conversatorio como formas de intercambio de experiencias para la Asamblea Nacional, Carmona subrayó la importancia de la voluntad política para impulsar estas transformaciones. “En América Latina hay países que ya avanzan en este camino: Uruguay, Perú y Argentina están muy interesados. Panamá podría sumarse, solo necesita activar los convenios de colaboración existentes y generar entusiasmo entre sus autoridades”, afirmó.
Chile, explicó, mantiene acuerdos de cooperación regional a través de ParlAmericas Latinoamérica, con el fin de compartir conocimientos, herramientas y buenas prácticas con otros congresos de la región. “No es algo tan caro. Si hay decisión política, se puede avanzar con acompañamiento técnico y reuniones virtuales. La clave está en comenzar”, enfatizó.
El taller de IDEA Internacional evidencia que Panamá enfrenta el desafío de organizar y sistematizar su información legislativa como paso previo a cualquier iniciativa de inteligencia artificial.