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Protestas y bloqueos continúan en Changuinola tras despidos masivos

El defensor del Pueblo, Eduardo Leblanc, también expresó preocupación por el impacto social de los despidos. DANIEL SANTOS | AFP
  • 26/05/2025 13:08

Los despidos han generado una profunda crisis en una de las provincias más pobres de Panamá

La localidad de Changuinola, en la provincia de Bocas del Toro, enfrenta un mes de protestas y bloqueos de calles liderados por el Sindicato de Trabajadores del Banano, Agropecuaria y Empresas Afines (Sitraibana), tras el despido de 4.800 trabajadores por parte de la transnacional Chiquita.

Este hecho ha generado una profunda crisis en una de las provincias más pobres de Panamá, donde la industria bananera representa el principal motor económico.

Los despidos se produjeron luego de que un tribunal de trabajo declarara ilegal el paro liderado por Sitraibana, que surgió como respuesta a una reforma en la seguridad social que redujo beneficios laborales.

La empresa justificó la decisión alegando abandono del trabajo y pérdidas económicas que ascienden a 75 millones de dólares.

Impacto económico y social en Bocas del Toro

Aris Pimentel, presidente de la Cámara de Comercio de Bocas del Toro, destacó en declaraciones a la cadena TVN que la economía de la provincia depende en gran medida de Chiquita, lo que agrava la situación tras los despidos masivos.

“El despido de los jornaleros coloca a Bocas en una situación superdifícil”, afirmó.

El defensor del Pueblo, Eduardo Leblanc, también expresó preocupación por el impacto social de los despidos.

En su cuenta de X, escribió que “por cada trabajador bananero despedido, hay 5 o 6 personas afectadas”, subrayando que la pobreza multidimensional en Bocas del Toro alcanza el 38,9 %, una de las tasas más altas del país.

Leblanc instó a los líderes comunitarios y sindicales a priorizar la protección de los empleos en la región.

La industria bananera: eje económico de Panamá

Chiquita, que controla el 90 % de la producción nacional de banano, desempeña un papel clave en la economía panameña.

En el primer trimestre de este año, el banano se mantuvo como el principal producto de exportación del país, representando el 17,5 % de las ventas al exterior y generando 324,4 millones de dólares, el mayor valor en 15 años, según datos del Gobierno.

La industria bananera emplea a más de 7.000 personas en Bocas del Toro, donde también se desarrollan actividades como la producción de plátano, cacao y ganadería.

Sin embargo, los bloqueos han generado escasez de productos básicos y una falta de ingresos para los comercios locales. “Hay una posibilidad real de que muchos negocios no puedan volver a abrir”, advirtió Pimentel.

Negociaciones y propuestas para enfrentar la crisis

El gobierno del presidente José Raúl Mulino ha intentado mediar en la crisis mediante negociaciones con los sindicatos.

La ministra de Trabajo y Desarrollo Laboral, Jackeline Muñoz, anunció que esta semana se presentará al Parlamento una actualización de la Ley No. 45, que regula los beneficios laborales de los trabajadores bananeros.

Sin embargo, los líderes sindicales rechazaron la propuesta, manteniendo su posición de exigir la derogación de la reforma al Seguro Social.

Chiquita, por su parte, ha suspendido su actividad en la región, lo que ha llevado al Ejecutivo a establecer una comisión de alto nivel para buscar soluciones, incluyendo un diálogo con la empresa para evitar su salida definitiva del país.

Mientras tanto, el sindicato de bananeros y otros gremios, como educadores y trabajadores de la construcción, continúan en paro.

El Gobierno ha descartado la posibilidad de revertir la reforma, apostando por explicar sus beneficios y buscar alternativas para mitigar el impacto en la provincia.

La crisis en Bocas del Toro no solo pone de manifiesto la dependencia económica de la región hacia la industria bananera, sino también la necesidad de soluciones estructurales para combatir la pobreza y garantizar la estabilidad laboral.