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Trabajo en equipo y una meta en común, dotar de energía eléctrica a San Pedro y San Miguel Centro

Grupo de ingenieros de OER y Naturgy.
Instalación del tendido eléctrico.
Arcenio Chirú Ovalle, representante del corregimiento Candelario Ovalle.
  • 16/09/2025 00:00

El trabajo conjunto de la OER, Naturgy, y del gobierno local llevó a buen término el proyecto San Pedro- San Miguel Centro en Coclé, que llevaba dormido unos 13 años

Una de las primeras acciones del recién nombrado director ejecutivo de la Oficina de Electrificación Rural (OER), Antonio Clement, fue hacer un inventario de aquellos proyectos que habían quedado pendientes en administraciones anteriores. Uno llamó poderosamente su atención: el Proyecto San Pedro – San Miguel Centro, cuya fecha de inicio se remontaba a más de 10 años atrás. Con un total de 16.93 kilómetros de línea eléctrica ya instalados, la electricidad no llegaba aún a estos poblados, cuya fuente de energía se limitaba a algunos paneles solares que resultaban insuficientes debido a la lluvia y la alta nubosidad.

“No entendíamos cómo ese proyecto había demorado tanto... porque era grande, involucraba casi 400 casas, dos colegios, un puesto de salud, y de inmediato nos pusimos a trabajar con Naturgy para ver cómo podíamos acelerarlo”, comenta el ingeniero.

Con el contrato inicial 005-OER-2016, el proyecto estaba pagado, pero por temas relacionados con una muy necesaria poda, normas no estipuladas en el contrato y una dosis de falta de voluntad, el tendido eléctrico, aunque completamente instalado, no se había energizado.

Hubo que resolver varias situaciones. “La vegetación había crecido, la maleza llegó a enredarse en algunos transformadores. Incluso, un derrumbe en parte de la carretera quebró uno de los postes. Algunos transformadores y luminarias debieron ser reemplazados”, cuenta el ingeniero Félix Castillo, coordinador de la provincia de Coclé de la OER.

Se requerían fondos adicionales para hacer las reparaciones y la limpieza necesarias para avanzar con el proyecto. La solicitud se hizo a través del Fondo de Electrificación Rural, un instrumento financiero administrado por la OER, creado para financiar proyectos de extensión de redes y sistemas aislados que lleven electricidad sostenible a comunidades rurales sin acceso, y que se nutre de asignaciones presupuestarias estatales y aportes de los agentes del mercado eléctrico.

“Obtuvimos la aprobación y empezamos a revisar todo el equipo. Los vecinos no mostraban entusiasmo, habían perdido la esperanza de contar con electrificación en sus comunidades. Incluso el día que fuimos a conectar la electricidad, ni siquiera nos prestaban atención. Les habían dicho tantas veces que les iban a resolver y no lo hicieron que ya no nos creían. Cuando vieron que las luces empezaron a encenderse fue que reaccionaron”, relata Castillo.

Eso ocurrió el 28 de diciembre de 2024, cuando se completó la primera etapa del proyecto y la electricidad llegó a la comunidad de San Pedro.

“Tomamos esto como un reto, ya que era uno de los proyectos de línea más grandes que estaban pendientes en el país. Y bueno, con mucho esfuerzo de la OER, de la empresa Naturgy y con el apoyo que recibimos del honorable representante del corregimiento, junto con la poda que se hizo a lo largo del tendido, se logró finalmente”, dice Clement con orgullo.

Al día de hoy se han sumado a la red eléctrica unas 137 familias de la comunidad de San Pedro, de un total de 186, además del C.E.B.G. Asunción Chirú y la capilla de San Pedro.

Clement, junto a su equipo de trabajo de la provincia de Coclé, Alfredo Barrera (director de Zona Occidente de Naturgy), el honorable Arcenio Chirú Ovalle (representante del corregimiento Candelario Ovalle) y su suplente, Virginia Mendoza, se reunieron para una visita a San Pedro y San Miguel Centro, a pocos días de haberse inaugurado la segunda etapa del proyecto, que llevó la energía eléctrica hasta San Miguel Centro.

“Naturgy siempre ha tenido una buena relación con la Oficina de Electrificación. Y en este caso, pues, el año pasado el director Antonio Clement se nos acercó y nos comentó que había una serie de proyectos que ellos querían rescatar, que llevaban mucho tiempo sin poder energizarse”, recuerda el ingeniero Alfredo Barrera.

“Cuando vine aquí por primera vez con don Antonio y nos encontramos con el representante vimos que era un proyecto que tenía tanto tiempo parado, y claro que podíamos poner nuestro granito de arena y acompañar el objetivo de la OER. Hicimos un esfuerzo, nos pusimos de acuerdo y trabajamos junto con el HR y la comunidad, algo muy importante”, reconoce Barrera. “Sin el apoyo de todos habría sido mucho más complicado”.

“Había no solamente postes fracturados porque se dieron derrumbes, sino también tramos donde la vegetación había prácticamente absorbido la infraestructura. Más de 20 transformadores estaban oxidados, las luminarias deterioradas...”, recuerda.

Procedieron a hacer un levantamiento para detallar lo necesario para recuperar la red. “Hicimos una propuesta del costo de la recuperación del proyecto y lo dividimos en etapas”.

“El proceso fue muy interesante porque en conjunto pudimos también revisar algunos árboles que estaban sobre la línea, y la comunidad comprendió la importancia de podarlos para que el servicio fuese mejor. Entonces, hablamos con la comunidad y se pudo hacer el despeje de los árboles”, agrega Barrera.

Arcenio Chirú Ovalle, nieto del hombre cuyo nombre lleva el corregimiento, se toma muy en serio sus funciones como representante. “Llegamos aquí porque nos eligió el pueblo, e inmediatamente con mi suplente hicimos las gestiones en la OER para ver cómo podíamos hacer avanzar el proyecto”, cuenta. Junto a su comunidad buscaron la manera de facilitar el trabajo tanto de la Oficina de Electrificación como de Naturgy, con la limpieza y poda de la vegetación que se había salido de control.

“La gestión no ha sido difícil como representante porque fue poco el esfuerzo que hicimos, pero las autoridades nos tuvieron en cuenta. Eso es lo más importante. Nos han apoyado y por esa razón el corregimiento puede contar con energía eléctrica. Falta la tercera fase que ya está en procedimiento y pronto se completará”, dice el representante.

La tercera etapa del proyecto arranca el próximo mes. “Hay muchas áreas que, por las pendientes, van cayendo los árboles y se desliza la tierra. Ya hemos visto las rutas y alternativas para finalizar antes de que se acabe el año. Son etapas más pequeñas, pero en la medida que te vas alejando del centro urbano, hay que hacer más actividad porque los caminos son más quebradizos, hay más vegetación y se torna un poco más lento de lo que uno quisiera, pero no es nada que no podamos hacer”. Barrera confía en la tecnología y en los profesionales que permitirán continuar con las inversiones que se están haciendo en Panamá. “En este último periodo son más de 500 millones de dólares de inversión que queremos hacer en el país”.

De las 179 viviendas de San Miguel Centro, ya han establecido contrato unas 16. “La escuela acaba de hacer su contrato y en los próximos días se le hará su conexión. Esto conlleva un trámite, igual que el puesto de salud”, explica Barrera.

Pero más allá de kilómetros de electrificación, contratos realizados e inversiones monetarias, está el impacto que este proyecto tiene en las comunidades.

“Vemos a la gente contenta. Lo más importante son los niños que hemos visto en las escuelas. Ya mejoró la calidad del aprendizaje, nos contaba el director. Nos sentimos orgullosos y contentos de saber que el rendimiento académico de estos niños está subiendo y eso para nosotros es lo más importante. Porque lo que saca a uno de la pobreza es la educación, es el mejor legado que podemos dejar”, afirma Clement.

Y ya con tendido eléctrico, está la posibilidad de sumar una repetidora telefónica y de que el puesto de salud de San Miguel Centro pueda convertirse en un centro más equipado.

“Es indispensable todo ese valor agregado que a veces no vemos. Los niños pueden estudiar mejor, el comedor de sus escuelas podrá conservar mejor los alimentos, habrá más negocios en la comunidad y se contribuye con la seguridad de las personas, que ahora sí pueden caminar y disfrutar la noche con su familia. Obviamente cambia la calidad de vida de las personas y aquí estamos cambiando la vida de casi 400 familias. Para eso hemos puesto nuestro granito de arena”, asegura Barrera.

“Como administrador de la OER, yo le pongo mucho énfasis a dos cosas: a las escuelas rurales y a los proyectos olvidados que quedaron pendientes, no importa de qué administración. No podemos estar pensando en proyectos nuevos si los que teníamos los hemos dejado tirados. Y en eso estamos ahora”, señala Clement.

A esto agrega el honorable Chirú: “Como le digo a la gente, ‘alcanzamos por fin la victoria’, como dice el himno nacional, porque después de 13 años tenemos electricidad en nuestro corregimiento”.

Hubo que resolver varias situaciones. “La vegetación había crecido, la maleza llegó a enredarse en algunos transformadores. Incluso, un derrumbe en parte de la carretera quebró uno de los postes”.