Un préstamo millonario y un derecho humano retrasado: la deuda de los $250 millones
- 15/09/2025 00:00
Panamá solicitó un préstamo de $250 millones y puso una contraparte $5.5 millones para mejoras del área metropolitana, pero producto del retraso del Idaan se gestiona una adenda de tiempo que implicara un ‘componente de dinero’ ¿ Tiene precio la demora del Estado en ejecutar un contrato, además de negarle un derecho humano a sus ciudadanos que es garantía de la paz social?
La respuesta es una deuda pública que adquirió Panamá por $250 millones para la cual tendría que pagar mayores intereses y una adenda económica que se negocia, sin contar con el perjuicio de un problema que se reclama a gritos en las calles y que pudo haberse resuelto en buena parte.
La cuantía es parte de la deuda pública que ha señalado la agencia calificadora Moodys, la semana pasada, que tiene a Panamá “al borde” de perder su perfil crediticio, pero que no resuelve el problema más elemental: el suministro de agua potable, aunque es uno de los motivos por los cuales el país se endeudó con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Y es que tolete y gas pimienta les llegó a los moradores de Tocumen en lugar de agua en la protesta del pasado 15 de julio, cuando se evidenció en los medios de comunicación un enfrentamiento con la Fuerza Pública que terminó en críticas de abuso de autoridad. Posteriormente se abordó la necesidad de inversiones del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan).
Sin embargo, nada se ha dicho hasta ahora que desde octubre de 2024 el Estado paga un préstamocon el BID por $250 millones, aprobado desde 2017 y cuya amortización se seguirá pagando hasta octubre de 2041, para mejorar la calidad del servicio de agua potable a la población del Área Metropolitana de Panamá, según el contrato de préstamo 4434 - OC/PN.
No obstante, su ejecución, según fuentes del Idaan que pidieron su reserva, apenas va por 17% cuando debería estar al 100% este año.
La Estrella de Panamá le preguntó por la ejecución al director del Idaan, Rutilio Villareal y a Jairo Sandoval, encargado de los proyectos del BID dentro del Idaan, en dos entrevistas distintas, pero no tenían claro el dato a pesar de la envergadura del proyecto y su monto.
Tocumen, por ejemplo, es uno de los lugares claves y que se estimaron con “acciones de alto impacto”, según los cientos de documentosdel BID, revisados por este medio.
El plan financiado
Mientras que Panamá pidió $250 millones para las mejoras en el área metropolitana y la optimización del servicio, el Estado tenía que poner una contrapartida de $5.5 millones, señala el contrato firmado en febrero de 2018 por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) , con el exministro de Economía y Finanzas, Dulcidio de la Guardia y refrendado en mayo de 2018 por el excontralor Federico Humbert.
Contempló tres componentes, el de asistencia técnica del Idaan por $60 millones, la optimización del sistema de producción y distribución del agua potable en el área metropolitana por $188 millones y una última etapa de auditoría de evaluación por $6 millones.
La asistencia técnica implicaba contratar a una empresa por cinco años, -que es Aguas de Barcelona (Grupo Agbar)- , para ejecutar el plan de negocios, el plan maestro del acueducto del área metropolitana y reingeniería de procesos, capacitación del personal diseño de obras y equipamiento para redes de distribución de agua potable; y la evaluación de las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales de urbanizaciones, catastro de viviendas y usuarios, cita el contrato.
La segunda etapa de optimización del sistema de producción y distribución de agua potable por $188 millones financiaría acciones que derivadas del plan maestro.
Se rehabilitarían las plantas de tratamiento de agua potable, construcción de líneas de conducción, instalación de macromedidores, rehabilitación de pequeños tanques de almacenamiento, la adquisición e instalación de válvulas de control de flujo y presión; y la optimización del sistema de agua potable.
También la rehabilitación de redes de distribución, la instalación de tomas domiciliarias y micromedidores, rehabilitación de estaciones de bombeo; entre otras acciones de mejora de eficiencia operativa de las redes de agua potable.
Esto, porque según los estudios del BID así como la justificación del préstamo, el problema del agua del país no es la falta del recurso sino el desperdicio.
Esto se traduce en que Panamá es el país con mayor consumo per cápita con 507 litros por persona al día de agua distribuida, pero solo factura la mitad: 280 litros y se distribuye 80% más de lo facturado.
El resto son pérdidas técnicas e impagos, según el estudio “El agua en la economía de Panamá”, efectuado por el BID en 2020.
Por ello en la justificación del préstamo se indica que en las áreas urbanas, donde se concentra el 67% de la población, se tiene una cobertura del 59% de alcantarillado sanitario y se ubica en el área Metropolitana de la ciudad.
Los sectores contemplados en el proyecto, al menos en los documentos originales del contrato, eran Chilibre, San Miguelito, Domingo Díaz, Centro Norte, San Francisco, Centro Oeste, Casco Antiguo, áreas revertidas, Tocumen y Pacora, según el “análisis técnico” documento del BID del programa identificado como PN-L1148.
Pero en el camino fue modificado mediante dos “enmiendas” del Idaan que terminaron incluyendo trabajos de rehabilitación y equipamiento de la planta potabilizadora Roberto Reyna del distrito de Chitré, provincia de Herrera, firmadas en agosto pasado por Rutilio Villareal y que se financian con este préstamo cuando debieron cubrirse con fondos del gobierno central.
“Simplemente le dimos continuidad entendiendo que el tema de Chitré era tan importante”, respondió Rutilio Villareal al respecto, quien fue parte de la directiva de la entidad cuando se inició el grueso del programa con el exdirector Juan A. Ducruet.
¿A qué se debe la demora , según los documentos se tenía que ejecutar en seis años?, preguntó La Estrella de Panamá
“Es que este proyecto se inicia físicamente en 2022 realmente, tiene una historia un poquito.” dijo Villareal quién no culminó la idea.
Seguidamente detalló que la primera empresa que ganó la licitación desistió y luego entró Agbar y llegó la pandemia.
Adenda con ‘componente económico’
“Este contrato debe estar venciendo en los próximos meses”, acotó Villareal quien confirmó que hay una conversación de una “adenda de tiempo y que por supuesto lleva un componente económico”.
“Todavía no se ha formalizado una adenda como tal. Es una adenda más que nada porque todavía el componente dos no se ha terminado de ejecutar necesitamos que la empresa esté con nosotros en este tema”.
El BID y el MEF deben avalarlo, además de la directiva del Idaan que analiza los aspectos técnicos, sus declaraciones se dieron el pasado 5 de septiembre, en un evento público.
¿Sería un costo adicional al préstamo? repreguntó La Decana
“Sí, debe ser un costo adicional del préstamo, sin duda, en la parte que corresponde al acompañamiento [con Agbar]. Acuérdese que es un proyecto que tiene que tiene varios componentes”.
Por su parte, Jairo Sandoval, encargado del proyecto del BID en el Idaan confirmó que de los 188 millones de la segunda etapa están en ejecución unos $39 millones, entre esto compra de seis bombas para la planta potabilizadora de Chilibre, tuberías y estaciones de bombeo y obras de acueductos en Kuna Nega.
El Idaan confirmó que aún no se han efectuado los mantenimientos a los tanques de almacenamiento en Betania, Tocumen, Tinajitas, todavía no se ha cambiado la macro medición y el control de fugas.
Están pendientes las mejoras de la potabilizadora de Chilibre y Pacora.
Sandoval comentó que se han implementado algunos medidores a nivel de grandes clientes y como parte del programa se tiene pensado hacer otras inversiones.
“Yo tengo 10 meses, no puedo contestar la razón de la demora. El impasse de la pandemia y postpandemia pudo afectar que las cosas se ejecutaran con mayor rapidez”, pero considera que todo se había desarrollado “en buena medida”.
Detalló que se está licitando la planta potabilizadora de Chitré, Pacora y Cabra uno y dos, así como Trapichito en La Chorrera y Chame, así como el proyecto de sectorización.
Un total de 20 a 30 proyectos como intervenciones en acueductos en la ciudad, más un edificio de instalaciones nuevas de la gerencia metropolitana y oeste.
Tampoco se ha iniciado la reparación de los puntos críticos de las potabilizadoras “se ha avanzado las licitaciones, pero aún la obra en campo no”, precisó Villareal. Son 12 plantas de un total de 56 dentro del plan.
“Apostamos a sacarle el mayor provecho al programa porque consideramos que es muy bueno pero no la solución definitiva. Si emularla en el resto del país”, concluyó Sandoval.
¿ Tiene precio la demora del Estado en ejecutar un contrato, además de negarle un derecho humano a sus ciudadanos que es garantía de la paz social?
La respuesta es una deuda pública que adquirió Panamá por $250 millones para la cual tendría que pagar mayores intereses y una adenda económica que se negocia, sin contar con el perjuicio de un problema que se reclama a gritos en las calles y que pudo haberse resuelto en buena parte.
La cuantía es parte de la deuda pública que ha señalado la agencia calificadora Moodys, la semana pasada, que tiene a Panamá “al borde” de perder su perfil crediticio, pero que no resuelve el problema más elemental: el suministro de agua potable, aunque es uno de los motivos por los cuales el país se endeudó con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Y es que tolete y gas pimienta les llegó a los moradores de Tocumen en lugar de agua en la protesta del pasado 15 de julio, cuando se evidenció en los medios de comunicación un enfrentamiento con la Fuerza Pública que terminó en críticas de abuso de autoridad. Posteriormente se abordó la necesidad de inversiones del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan).
Sin embargo, nada se ha dicho hasta ahora que desde octubre de 2024 el Estado paga un préstamocon el BID por $250 millones, aprobado desde 2017 y cuya amortización se seguirá pagando hasta octubre de 2041, para mejorar la calidad del servicio de agua potable a la población del Área Metropolitana de Panamá, según el contrato de préstamo 4434 - OC/PN.
No obstante, su ejecución, según fuentes del Idaan que pidieron su reserva, apenas va por 17% cuando debería estar al 100% este año.
La Estrella de Panamá le preguntó por la ejecución al director del Idaan, Rutilio Villareal y a Jairo Sandoval, encargado de los proyectos del BID dentro del Idaan, en dos entrevistas distintas, pero no tenían claro el dato a pesar de la envergadura del proyecto y su monto.
Tocumen, por ejemplo, es uno de los lugares claves y que se estimaron con “acciones de alto impacto”, según los cientos de documentosdel BID, revisados por este medio.
El plan financiado
Mientras que Panamá pidió $250 millones para las mejoras en el área metropolitana y la optimización del servicio, el Estado tenía que poner una contrapartida de $5.5 millones, señala el contrato firmado en febrero de 2018 por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) , con el exministro de Economía y Finanzas, Dulcidio de la Guardia y refrendado en mayo de 2018 por el excontralor Federico Humbert.
Contempló tres componentes, el de asistencia técnica del Idaan por $60 millones, la optimización del sistema de producción y distribución del agua potable en el área metropolitana por $188 millones y una última etapa de auditoría de evaluación por $6 millones.
La asistencia técnica implicaba contratar a una empresa por cinco años, -que es Aguas de Barcelona (Grupo Agbar)- , para ejecutar el plan de negocios, el plan maestro del acueducto del área metropolitana y reingeniería de procesos, capacitación del personal diseño de obras y equipamiento para redes de distribución de agua potable; y la evaluación de las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales de urbanizaciones, catastro de viviendas y usuarios, cita el contrato.
La segunda etapa de optimización del sistema de producción y distribución de agua potable por $188 millones financiaría acciones que derivadas del plan maestro.
Se rehabilitarían las plantas de tratamiento de agua potable, construcción de líneas de conducción, instalación de macromedidores, rehabilitación de pequeños tanques de almacenamiento, la adquisición e instalación de válvulas de control de flujo y presión; y la optimización del sistema de agua potable.
También la rehabilitación de redes de distribución, la instalación de tomas domiciliarias y micromedidores, rehabilitación de estaciones de bombeo; entre otras acciones de mejora de eficiencia operativa de las redes de agua potable.
Esto, porque según los estudios del BID así como la justificación del préstamo, el problema del agua del país no es la falta del recurso sino el desperdicio.
Esto se traduce en que Panamá es el país con mayor consumo per cápita con 507 litros por persona al día de agua distribuida, pero solo factura la mitad: 280 litros y se distribuye 80% más de lo facturado.
El resto son pérdidas técnicas e impagos, según el estudio “El agua en la economía de Panamá”, efectuado por el BID en 2020.
Por ello en la justificación del préstamo se indica que en las áreas urbanas, donde se concentra el 67% de la población, se tiene una cobertura del 59% de alcantarillado sanitario y se ubica en el área Metropolitana de la ciudad.
Los sectores contemplados en el proyecto, al menos en los documentos originales del contrato, eran Chilibre, San Miguelito, Domingo Díaz, Centro Norte, San Francisco, Centro Oeste, Casco Antiguo, áreas revertidas, Tocumen y Pacora, según el “análisis técnico” documento del BID del programa identificado como PN-L1148.
Pero en el camino fue modificado mediante dos “enmiendas” del Idaan que terminaron incluyendo trabajos de rehabilitación y equipamiento de la planta potabilizadora Roberto Reyna del distrito de Chitré, provincia de Herrera, firmadas en agosto pasado por Rutilio Villareal y que se financian con este préstamo cuando debieron cubrirse con fondos del gobierno central.
“Simplemente le dimos continuidad entendiendo que el tema de Chitré era tan importante”, respondió Rutilio Villareal al respecto, quien fue parte de la directiva de la entidad cuando se inició el grueso del programa con el exdirector Juan A. Ducruet.
¿A qué se debe la demora , según los documentos se tenía que ejecutar en seis años?, preguntó La Estrella de Panamá
“Es que este proyecto se inicia físicamente en 2022 realmente, tiene una historia un poquito.” dijo Villareal quién no culminó la idea.
Seguidamente detalló que la primera empresa que ganó la licitación desistió y luego entró Agbar y llegó la pandemia.
Adenda con ‘componente económico’
“Este contrato debe estar venciendo en los próximos meses”, acotó Villareal quien confirmó que hay una conversación de una “adenda de tiempo y que por supuesto lleva un componente económico”.
“Todavía no se ha formalizado una adenda como tal. Es una adenda más que nada porque todavía el componente dos no se ha terminado de ejecutar necesitamos que la empresa esté con nosotros en este tema”.
El BID y el MEF deben avalarlo, además de la directiva del Idaan que analiza los aspectos técnicos, sus declaraciones se dieron el pasado 5 de septiembre, en un evento público.
¿Sería un costo adicional al préstamo? repreguntó La Decana
“Sí, debe ser un costo adicional del préstamo, sin duda, en la parte que corresponde al acompañamiento [con Agbar]. Acuérdese que es un proyecto que tiene que tiene varios componentes”.
Por su parte, Jairo Sandoval, encargado del proyecto del BID en el Idaan confirmó que de los 188 millones de la segunda etapa están en ejecución unos $39 millones, entre esto compra de seis bombas para la planta potabilizadora de Chilibre, tuberías y estaciones de bombeo y obras de acueductos en Kuna Nega.
El Idaan confirmó que aún no se han efectuado los mantenimientos a los tanques de almacenamiento en Betania, Tocumen, Tinajitas, todavía no se ha cambiado la macro medición y el control de fugas.
Están pendientes las mejoras de la potabilizadora de Chilibre y Pacora.
Sandoval comentó que se han implementado algunos medidores a nivel de grandes clientes y como parte del programa se tiene pensado hacer otras inversiones.
“Yo tengo 10 meses, no puedo contestar la razón de la demora. El impasse de la pandemia y postpandemia pudo afectar que las cosas se ejecutaran con mayor rapidez”, pero considera que todo se había desarrollado “en buena medida”.
Detalló que se está licitando la planta potabilizadora de Chitré, Pacora y Cabra uno y dos, así como Trapichito en La Chorrera y Chame, así como el proyecto de sectorización.
Un total de 20 a 30 proyectos como intervenciones en acueductos en la ciudad, más un edificio de instalaciones nuevas de la gerencia metropolitana y oeste.
Tampoco se ha iniciado la reparación de los puntos críticos de las potabilizadoras “se ha avanzado las licitaciones, pero aún la obra en campo no”, precisó Villareal. Son 12 plantas de un total de 56 dentro del plan.
“Apostamos a sacarle el mayor provecho al programa porque consideramos que es muy bueno pero no la solución definitiva. Si emularla en el resto del país”, concluyó Sandoval.