Ernesto Pérez Balladares: ‘No hay condiciones para un proceso constituyente’
- 14/12/2025 13:29
El expresidente de la República habla sobre la crisis en el Caribe, el debate constituyente, las amenazas de Mulino a los magistrados y la crisis en el PRD
Ernesto Pérez Balladares, expresidente panameño entre 1994 y 1999, ofrece su lectura de la crisis del Partido Revolucionario Democrático (PRD), reitera su rechazo a lo que denomina el “asalto” a la dirección del colectivo por parte de los diputados y confirma su respaldo a Balbina Herrera en la secretaría general. Cuestiona la propuesta de una constituyente originaria y defiende, en cambio, realizar “modificaciones puntuales” a la Carta Magna vigente; además, comenta la confesión del presidente José Raúl Mulino sobre las amenazas a los magistrados del Tribunal Electoral. Según Pérez Balladares, el reciente memorándum firmado entre Estados Unidos y Panamá no afecta la soberanía, aunque admite que no resulta “conveniente” para el país. “Es necesario para ellos; no creo que sea conveniente para nosotros”, dijo al Polígrafo de La Estrella de Panamá. Sostiene que, ante una eventual invasión a Venezuela, Panamá no debe involucrarse, aun bajo presiones de Washington.
Bueno, yo supongo que sí, aunque en una ocasión me dijeron que estaba muerto después de la invasión del 89, y de las cenizas me levanté como el Fénix y ganamos cuatro años después de la elección. O sea, en política es muy difícil predecir el futuro. Lo que sí se sabe es que cuando cometes un error lo vas a pagar y los electores te castigan. Eso es lo que ha venido pasando con mi partido y con otros, no solo con el PRD. Yo apoyaba a Balbina Herrera y la sigo apoyando porque creo que tiene, primero, la capacidad; segundo, la experiencia; y el deseo de trabajar. Balbina es una mujer, una dirigente de nuestro partido, histórica, incansable y que trata de hacer siempre lo mejor. Nunca le he conocido dobleces ni mucho menos traiciones. La suerte está echada.
Claro, eso es exactamente lo que ha hecho falta y lo que debe construirse ahora. Estoy totalmente de acuerdo contigo. No solo en el PRD no existe; creo que en ninguno de los partidos políticos existe. Incluso en el movimiento independiente, aparte de su lucha contra la corrupción, que es ampliamente aceptada, no veo una propuesta de país.
Yo siempre me opuse a que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) fuera asaltado por diputados. Porque, evidentemente, a ver, ¿cuál es el primer objetivo de un diputado cuando sale electo? Su reelección. ¿Y cómo se reelige? Bueno, la única forma en que se reelige es logrando recursos. ¿Y quién puede proveerle esos recursos? El gobierno que esté de turno, y en consecuencia, su interés político difiere del interés político de un colectivo como el PRD. (...) en cuanto al dirigente presidente del partido, Benicio, independientemente de las críticas, es alguien que tiene gente. De manera que creo que a Benicio se le puede orientar hacia la creación de un nuevo sistema de participación política, hacia la creación de objetivos nacionales del partido.
Bueno, los adversarios políticos siempre tratarán de desaparecer al adversario; o sea, eso no es ninguna novedad. Yo entiendo que sí puede ser, pero a mí no me consta. No sé a qué se referirá él, pero evidentemente, una forma de ganar es que el otro pierda. Entonces, para que el otro pierda, la mejor forma es simplemente quitarlo del camino. Así que eso no le veo mayor peso ni mayor descubrimiento.
Creo que, aunque haya sido verdad, no creo que el presidente Mulino sea un mentiroso. Supongo que actuó así porque sospechaba que había personas o fuerzas que no querían su candidatura. Me llama la atención que lo hiciera en Costa Rica; debo suponer que existía tensión con el tema del presidente (Rodrigo) Cháves y su tribunal electoral, lo que motivó su comentario: “Bueno, espérate, a mí me pasó algo similar con el Tribunal Electoral.” Me pareció un poco fuera de lugar. No es un tema importante y además ya fue superado. Por ejemplo, en mis elecciones, el conteo se trabó a las 2 de la mañana cuando iba ganando, pero no puedo suponer que fuera intencional. Se trabó, se destrabó y ganamos. Siempre queda la duda de si alguien intentó algo, pero lo que sí te digo es que no era necesario.
Bueno, pero ya pasó.
Pues sí es presidente ahora mismo, pero las circunstancias de dinamitar o prender el país ya no se dan. O sea, vuelvo a decirte, me parecieron desafortunadas; yo no las hubiera hecho. Si me hubiera preguntado, le habría aconsejado que no lo hiciera. ¿Por qué decir eso? ¿Qué ganamos con decir eso a estas alturas de su presidencia? Nada.
Condiciones no creo que haya. Yo creo que lo que puede haber son condiciones para hacer modificaciones puntuales a la Constitución. Meternos en este berenjenal político de la discusión de una nueva constituyente, la elección de constituyentes y toda esta agitación política en medio de un camino en el que estamos tratando de salir del atolladero y de buscar formas de generar empleo adecuado es como crear un circo al lado.
La explicación del gobierno es que sigue siendo igual: no solo Panamá puede tener instalaciones militares y la participación de soldados norteamericanos es temporal. Además, cualquiera de las partes puede dar por terminado el acuerdo con seis meses de anticipación, es decir, si una parte ya no está interesada. Que se ve raro, sí; está dentro de los intereses más de los Estados Unidos que de Panamá, puede ser, pero no se puede negar la historia de nuestro país: tenemos una relación histórica más cercana con Estados Unidos que con ningún otro país, buenas y malas. Yo entiendo que fue producto de presiones, pero hay una salvaguarda: que no existen instalaciones permanentes de ningún otro país en Panamá.
No lo creo. Dada nuestra posición geográfica, nuestros intereses nacionales e internacionales, nos pondría en mucha más vulnerabilidad tener tropas chinas en Panamá. Eso sí crea un problema. Nosotros tenemos relaciones con China, sí, tenemos intercambio con China, sí, pero tropas chinas en Panamá es otro tema. Por la cercanía con su otro enemigo. De manera que no, yo no lo veo que nos comprometa.
Eso sería lo ideal y yo creo que lo que se está formando son entrenamientos para el beneficio de las tropas extranjeras. Es necesario para ellos; no creo que sea conveniente para nosotros, pero bueno, esas son las realidades con las que tienes que manejarte.
Entiendo el grave problema que enfrentan los Estados Unidos por el uso y abuso de drogas. Hay dos lados: quienes ofrecen la droga y quienes la consumen. Todo esfuerzo para combatir ambos lados es bienvenido. Acabar con productores y traficantes es magnífico, pero falta atender la demanda. Quisiera ver acciones tan duras como las de las narcolanchas en las costas venezolanas, que llegan a puertos como Miami y se distribuyen a todo el país. Me gustaría que se aplicara lo mismo a los distribuidores estadounidenses. No conozco ningún caso equivalente al Chapo Guzmán con distribuidores gringos enfrentando cárcel de por vida. Puede existir, pero no lo veo. Cualquier esfuerzo contra el abuso y la oferta de drogas es bienvenido, siempre que también se atienda la demanda.
En la invasión de 1989 a Panamá también influyó el narcotráfico. Noriega fue vinculado durante años con el tráfico de drogas. Había 14,000 soldados norteamericanos con conocimiento exacto de los puestos de comando y la estructura de la Guardia Nacional, y se añadieron 10,000–12,000 más frente a un ejército panameño con 6 mil efectivos formalmente. Venezuela es otro tema; tienen un ejército y una fuerza militar que hacen una invasión terrestre muy complicada. Además, acusar a Maduro, con quien no tengo simpatía y quisiera que se fuera lo más pronto posible por arruinar ese país; acusarlo de ser jefe de un cartel sin pruebas contundentes es cuestionable. Se mencionan sobrinos presos, pero no hay evidencia clara. Mientras no haya pruebas, tú te quedas con el interrogante si es verdad o es mentira.
Aparte de establecer nuevamente relaciones normales con Venezuela, yo no creo que tengamos ningún otro rol. Lo más importante, reitero, es la neutralidad de nuestro canal y, en consecuencia, la neutralidad de la política panameña en torno al canal.
Frente al vicio de pedir está la virtud de no dar. Simplemente dices que no. No nos conviene y no son nuestros intereses nacionales.