Política

Gobierno apela a la neutralidad y seguridad marítima en la ONU, en medio de pugna EE.UU.-China

El mandatario panameño pronunció un discurso y dirigió la sesión del Consejo de Seguridad.
  • 12/08/2025 00:00

El presidente panameño presidió este lunes la reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, un escenario en el que Washington y Pekín se acusaron mutuamente de injerencia en el Canal

El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sesionó este lunes, presidida por el presidente de la República de Panamá, José Raúl Mulino. La sesión no estuvo exenta de las presiones de Estados Unidos y China por su disputa geopolítica.

La reunión fue convocada por Panamá como evento insignia de su presidencia del Consejo de Seguridad, en modalidad de debate abierto, que permitió la participación de todos los Estados miembros de las Naciones Unidas, en el que se inscribieron 80 países. El título del encuentro fue: “Seguridad marítima: prevención, innovación y cooperación internacional para abordar los desafíos emergentes”.

“El tráfico ilícito de drogas, armas, migrantes y mercadería falsificada se realiza en gran medida por rutas marítimas que cuentan con un alto grado de porosidad debido a la limitada capacidad de vigilancia y a la falta de cooperación efectiva entre países”, advirtió el mandatario durante su intervención.

Mulino mencionó la importancia del rol de los concesionarios portuarios en la seguridad internacional, así como el compromiso de Panamá en la lucha contra las organizaciones criminales internacionales que comprometen dicha seguridad.

Defendió además el abanderamiento de barcos bajo insignia panameña, criticadas en los últimos años por su abuso en la comisión de delitos en alta mar.

“Panamá no es ni será refugio de quienes violan el derecho internacional o amenazan la seguridad de los océanos. Detrás de cada bandera panameña en un barco hay un país que respalda la seguridad, el control y el cumplimiento transparente de las normativas vigentes”, aseguró.

Neutralidad y apoyo chino

El mandatario también reiteró la importancia de la neutralidad de las vías marítimas, especialmente del Canal de Panamá. “Es imperativo para la paz y la verdadera seguridad internacional preservar la neutralidad de estas rutas como espacios esenciales para el comercio mundial, la cooperación internacional y la estabilidad global. Nuestra neutralidad vigente en un tratado internacional al cual se han adherido más de 40 Estados se consolida como garantía de libre tránsito y estabilidad”, puntualizó.

Con el arranque de intervenciones de otros países, le correspondió la palabra al embajador de China, Fu Cong, quien expresó su solidaridad con Panamá y su neutralidad.

“Panamá ha, consistentemente y efectivamente, gestionado el Canal, haciendo significantes contribuciones al comercio global. China siempre ha respetado la neutralidad permanente del Canal y firmemente apoya a Panamá en asegurarse de su soberanía sobre el Canal para asegurar su operación abierta y fluida”, declaró.

En la reunión también participaron el administrador del Canal, Ricaurte Vásquez, el secretario general de la Organización Marítima Internacional, Arsenio Domínguez, y el secretario general de Interpol, Valdecy Urquiza.

El administrador Vásquez destacó los logros de Panamá con el Canal, la construcción del tercer juego de esclusas con fondos panameños, siendo más del 50 % de los ingresos de la vía. Además, se refirió al proyecto de Río Indio como una iniciativa para “garantizar” el acceso al agua.

“Con innovaciones en ahorro de agua, ajustes logísticos y la decisión de construir un lago artificial, hemos actuado para asegurar el abastecimiento humano y la continuidad del comercio, sostuvo Vásquez.

EE. UU. y China chocan en plena sesión

Al momento de tomar la palabra, la embajadora de Estados Unidos, Dorothy Shea, reiteró la postura de su país sobre la supuesta injerencia de China en el Canal y acusó al país asiático de “intervenir” en los asuntos internos de otras naciones.

“La influencia de China en el área del Canal, sobre todo en la estructura crítica en los puertos, no es solo un riesgo para Panamá y Estados Unidos, es una amenaza potencial para el comercio mundial y la seguridad mundial”, dijo Shea en una intervención en la que también cuestionó a Irán y la calificó de “amenaza” en relación con los ataques de buques comerciales en el golfo Pérsico.

“Estados Unidos y Panamá han sido grandes aliados en materia de seguridad marítima y apoyamos la creciente atención de Panamá en respuesta a las actividades malintencionadas cibernéticas en Panamá”, dijo.

Tras lo dicho, Mulino no hizo comentarios, más allá de pasar la palabra al representante de Grecia.

La respuesta del embajador llegó poco después, lanzando duros señalamientos a Estados Unidos y cuestionando el “matonismo” de Washington.

“La delegación de Estados Unidos, en reiteradas ocasiones ha incorporado diferentes temas para lanzar acusaciones injustificadas contra China, práctica que rechazamos”, dijo Fu Cong, quien reiteró que su país “siempre ha respetado la soberanía de Panamá sobre el Canal” y la neutralidad permanente.

“Estados Unidos lanza mentiras y ataques sin fundamento contra China, es solo un pretexto para controlar el Canal. Nos oponemos firmemente a la coacción económica y al matoneo. Le pedimos a Estados Unidos que deje de propagar mentiras que generan dificultades.

Tras el fuego cruzado entre las dos potencias, Mulino reafirmó lo dicho previamente en su discurso sobre la neutralidad de la vía, sin mencionar lo dicho por los dos países.

“ La neutralidad es la única y la mejor defensa de nuestro Canal ante cualquier amenaza particular y global. El ejercicio soberano de nuestro país, tanto en la propiedad como su administración [...] resguardada y tutelada por un tratado multilateral que está en vigencia“, aclaró el mandatario, sin comentar lo mencionado por la embajadora estadounidense sobre la supuesta “presencia china” en el Canal.

Este año, Mulino firmó con Estados Unidos varios acuerdos, un hecho cuestionado por distintos sectores como una alineamiento con Washington en su guerra con Pekín y la posibilidad de establecer bases militares, una violación directa a la soberanía nacional. El gobierno niega las acusaciones y asegura que Panamá tendrá el “control” de los espacios donde estén los soldados estadounidenses.