Bajo una tormenta de estrellas

Bajo el cielo nocturno, Nuevo Arraiján despide un año marcado por la reflexión, la fe y la resiliencia.
  • 27/12/2025 00:00
Dumas Alberto Myrie Sánchez
Especialidad: Geografía Regional de Panamá. Licenciatura en Geografía e Historia. Maestría en Geografía Regional de Panamá. Docente en el Ministerio de Educacióny en instituciones de educación superior. Artículos de opinión en El Panamá América, La Estrella de Panamá y revista cultural Lotería. Autor de los libros “Memorias de un bardo” y “Escritos de un sobreviviente”.

En medio de un torbellino de ideas, en lo alto de Cerro Tigre, las fumarolas cuentan el viaje a la quebrada con este habano de antaño. Las estrellas de mis chicos sanchistas se renuevan al orquestar una carrera sufrida, pero con sabor a victoria. Este viaje desde Cerro Tigre mira en el horizonte el renacer de la nueva ciudad. Mi alma en Nuevo Arraiján es alegre, al comer hojaldre y café en Hopsa. Querida tierra es el trabajo tu razón de existir y la aventura en una carretilla tu fruto directo.

Esta tierra de promesas es mi idilio y el hogar de mis aventuras. Nuevo Arraiján es una tierra cálida que ofrece, al soñador, una crema caliente en el desayuno. Son aquellas tertulias, junto a la crema, donde el turista, aprende nuevas habilidades. Estas pláticas, en lo pleno de un alba húmeda, son forjadas con la hebilla. En esta exposición salen a relucir cuentos, sobre las misiones más arriesgadas, pero con buena paga.

El reloj continuo su marcha. Al llegar, a la morada, la tarea asignada es preparar las clases. Este es una rutina que comienza con la planificación semanal. Esta jornada laboral debe ser rápida, concisa y fácil de procesar. Son chicos del barrio que necesitan solo orientación. En Nuevo Arraiján hay esperanza. Un caminar andragógico que pide la mano amiga en el otoño del río Bernandino.

Este barrio de contrastes es la trova del alférez. Es la rima de los poetas de la llanura aluvial. Nuevo Arraiján siente entre sus hijos voluntad, a pesar de la indiferencia. Un fuerte olor a pavo y jamón cosechado entre amigos. La conurbación con Vista Alegre lejos de pasar indiferente iguala el sentir como hermanos arraijaneños. Hoy el ordenamiento de los ejidos transfiere mi alma al asentamiento de Playa Venado.

Nuevo Arraiján, tierra bendita. Este viejo álbum pasa revista a las fotografías de casas de madera, de dos pisos, que alojaban a los niños de primaria. Una imagen que despide al barrio de la Yunta Pueblo Gobierno. Como a las maestras comprometidas con el quehacer local. Es este sentimiento, que vio pastorear ganado en la barriada Nuevo Arraiján, sobre caballos de la familia Paredes.

Bajo una tormenta de estrellas despido este año. Sin trabajo, pero con más humildad. A alguien cercano, que necesita perdonar, le pido reflexionar. Oro por ella. Esta enferma y necesita solo del creador. Quizás el mañana no exista, pero me llevo entre risas y lágrimas, el sabor de varias Balboa. Fueron pocos momentos entre amigos, pero aprendí a valorar mi integridad y profesionalismo.