Ciencia y tecnología para robustecer cultivos de arroz

Dra. Délfida Rodríguez Justavino recolectando muestras de Pyricularia en la Estación Experimental del IDIAP en Alanje, Chiriquí.
Equipo de científicos recolectando muestras de Pyricularia en los ensayos de arroz de la Estación Experimental de Veraguas.
Estereoscopio Leica M205A del laboratorio.
  • 14/11/2025 00:00

El IDIAP moderniza su laboratorio en Chiriquí con el apoyo de la Senacyt y el BID, con el objetivo de proteger los cultivos de arroz, base de la dieta panameña, estudiando el peligroso hongo Pyricularia, agente causal del ‘añublo del arroz’, creando variedades que resistan la enfermedad de forma natural

En Panamá, el arroz es mucho más que una simple guarnición en el plato; es el corazón de la alimentación nacional y clave para la seguridad alimentaria del país. Sin embargo, su producción está bajo la constante amenaza de un enemigo microscópico y muy destructivo: el hongo Pyricularia, conocido por causar el “añublo del arroz”, la enfermedad más agresiva que afecta al arroz a nivel mundial.

Este hongo es una pesadilla para los agricultores. Produce manchas en forma de rombo en las hojas y, en el peor de los casos, produce una infección que impide la formación de los granos, arruinando cosechas enteras si no se detecta y trata a tiempo.

En respuesta a esta amenaza, y buscando una solución sostenible, el Instituto de Innovación Agropecuaria de Panamá (IDIAP) ha lanzado un plan estratégico de gran alcance. Este proyecto, financiado por la Convocatoria EIE 2019 de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), está diseñado para fortalecer la infraestructura dedicada al cultivo de arroz y, simultáneamente, potenciar la investigación en otros rubros de importancia económica, como el café, la papa o la cebolla.

Tecnología e investigación

La reciente inauguración del remodelado Laboratorio de Biología Molecular en el Subcentro de Alanje, Chiriquí, forma parte de la primera fase del proyecto del IDIAP, pasando de ser un centro tradicional a una instalación de referencia nacional en la lucha contra las enfermedades de las plantas.

La nueva tecnología del laboratorio es fundamental para avanzar en esta tarea. Cuenta con un secuenciador de ADN (MiniSeq de Illumina), el “cerebro” del laboratorio, que permite a los científicos obtener información genética del hongo Pyricularia. Igualmente se obtendrá información sobre otros hongos que afectan a otros rubros de importancia. A corto, mediano y largo plazo, se estarán estableciendo ensayos en invernaderos con el objetivo de identificar las “razas” de Pyricularia presentes en Panamá.

El centro también tiene analizadores de ADN, equipos como el QSep 1 que ayudan a verificar la calidad del material genético antes de la secuenciación, asegurando resultados rápidos y precisos; o el estereoscopio Leica, una herramienta de alta precisión para fotografiar y estudiar en detalle las muestras de los hongos recolectados en campo a nivel nacional.

La ubicación del laboratorio en Alanje tampoco es casualidad. Es el centro de una de las mayores zonas arroceras del país, lo que facilita que los científicos recolecten y analicen rápidamente las muestras infectadas.

El equipo de investigadores del laboratorio, liderado por la Dra. Délfida Rodríguez Justavino, y que incluye a expertos con décadas de experiencia como el Dr. Ismael Camargo Buitrago y la Dra. Evelyn Quirós, se enfocará en mapear el peligro e identificar todos los tipos del hongo añublo presentes en Panamá y usar esta información genética para el Programa de Mejoramiento Genético de Arroz del IDIAP, con el fin de liberar nuevas variedades de arroz que puedan tolerar el ataque de Pyricularia.

Este laboratorio tendrá un papel crucial en el Programa de Mejoramiento Genético de Arroz y la meta final es tratar de minimizar el impacto del ataque de Pyricularia, desarrollando plantas que sean tolerantes o muy resistentes al hongo de forma natural, sin necesidad de usar tantos químicos.

Durante la inauguración del laboratorio, la Dra. Rodríguez Justavino presentó en detalle cómo los equipos de microscopía de luz y los equipos de biología molecular, permitirán ampliar el conocimiento sobre la diversidad de hongos presentes en arroz y otros cultivos relevantes para el país.

El Dr. Camargo añadió que la motivación del equipo de científicos es clara: “Darles respuestas a los productores con innovaciones que les permitan ser competitivos y asegurar la comida para todos los panameños”.

Más allá del grano básico

Aunque el arroz es la prioridad inicial, la inversión en este laboratorio tiene un alcance mucho mayor. La nueva infraestructura y sus equipos de punta tienen la capacidad de identificar genéticamente los hongos que causan enfermedades en otros cultivos como el café de bajura, papa, cebolla, entre otros.

Con la primera etapa ya en marcha y una colaboración internacional con expertos del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Uruguay, ya iniciada, el IDIAP y aliados como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA) y la Senacyt, han sentado las bases para una nueva era en la investigación agrícola.

El reto ahora es mantener la infraestructura del laboratorio e incorporar talento humano para responder con eficiencia ante las problemáticas de la agricultura, y traducir esta inversión en cosechas más seguras y en mayor seguridad alimentaria para todo Panamá.