‘Caso de casa’, la violencia de género expuesta en el teatro
- 05/05/2025 09:29
La obra, con un toque de comedia, revela las vicisitudes que padecen las mujeres que son violentadas en el país. ‘Caso de casa’ es una obra de teatro inmersiva sobre la violencia de género que educa, concientiza y sensibiliza sobre esta realidad, con un toque de humor se estrena en Panamá el 6 de mayo.
Con un humor negro que desarma y confronta, la obra y su personaje principal, Esperanza Victoria, sumerge al espectador en una experiencia satírica e hilarante que revela, con crudeza, los mecanismos de control y manipulación dentro de una relación abusiva. A través de anécdotas tan absurdas como reales, el público transita junto a la protagonista los difíciles caminos que atraviesan muchas mujeres antes de decidirse a denunciar.
“Me gusta decir que aborda este tema valiéndonos del recurso de la comedia. No es una comedia constante. Es una comedia que entra y sale de la historia, y que nos permite no solo aligerar el drama, sino también transmitir el mensaje de una manera más eficaz”, comparte Carla Morely, directora de la obra. “No es lo mismo tener al público una hora y cuarto sentado sufriendo, que tenerlo relajado, y poco a poco irle llegando con el mensaje que queremos transmitir”; añade.
“Me gusta decir que la historia trata sobre Esperanza Victoria, la protagonista, interpretada por Liane Damas, quien invita al público a su casa para contarle cómo se convirtió en víctima de violencia. Relata qué pasó cuando decidió denunciar... y qué ocurrió después de hacerlo”, adelanta la directora.
Escrita por el reconocido dramaturgo Mario Sudano, ‘Caso de Casa’ acumula más de 1000 presentaciones en países como España, Chile, México, República Dominicana, Colombia, Argentina y Venezuela. Ahora, llega por primera vez a las salas panameñas del 6 al 11 de mayo, en el Teatro Pacific.
“Es una obra que, por supuesto, fue adaptada. Para mí era fundamental que tuviera un componente educativo, como cada una de las obras que hago. Por un lado, nos explica a nosotras como mujeres y como sociedad, que la violencia no es solo un golpe o un pellizco. Hay muchas otras formas que ocurren antes, que también son violencia, aunque muchas personas no lo sepan o no se atrevan a llamarlo así”, dice.
Morely agrega que, por otro lado, educa “porque nos documentamos muy bien, tuvimos reuniones con abogados para entender cómo funciona el sistema judicial en Panamá, el proceso de denuncia, el sistema penal, cuáles son los talones de Aquiles... y eso lo reflejamos en el texto. Queremos que el público entienda cosas como: ‘Estoy preparada para denunciar, pero sé que puede haber trabas en el camino’, o ‘me van a hacer preguntas filtro’, porque hay muchos casos abiertos y los fiscales están saturados”.
Asegura que como directora, no busca desmotivar, sino mostrar la realidad. “Quería que la obra abarcara todo eso: que sensibilice, que emocione, que genere conciencia... pero también que informe, que le ponga nombre a las cosas”
¿Qué encontró en esas reuniones con abogados? Ante la interrogante Morely responde: “Que el sistema de denuncias, a diferencia de otros países, es muy accesible. Por ejemplo, en Venezuela, si haces una denuncia en un distrito y te vas a otro buscando refugio, no sirve. Allá no hay conexión entre distritos. Aquí en Panamá, en cambio, el Ministerio Público está abierto 24/7 y siempre hay alguien para atenderte. Eso es maravilloso”.
Sin embargo, en las reuniones con los abogados, la directora entendió que “hay pocos fiscales para la cantidad de casos. Y muchas mujeres han reportado que, al llegar a denunciar, se les hacen preguntas tipo: ‘¿Estás segura de que quieres denunciar?’ o ‘¿Tienes hijos? ¿Quién va a pagar la comida si tu esposo va preso?’. Incluso: ‘¿Sabes que si no se confirma la violencia, tú podrías tener consecuencias legales?’. Esas preguntas existen, y aunque algunos fiscales quizás las hacen para confirmar que el caso sea sólido, desde mi perspectiva son muy peligrosas. Porque muchas mujeres llegan con miedo, y ese tipo de cuestionamientos las ahuyenta”.
Añade que también está el tema de las lesiones físicas. “Si no hay evidencia visible, muchas veces el proceso va más lento. Si hay una herida evidente, sí te mandan de inmediato al médico forense para el peritaje. Pero si no, todo se dilata. Y ni hablar del tema de los albergues. Muchas mujeres no pueden volver a su casa porque temen por su vida. Hay albergues supuestamente secretos... pero todo el mundo sabe dónde están. No tienen seguridad. Les quitan el celular, quedan incomunicadas. Y si tienen hijos, ¿qué pasa con esos niños durante el tiempo que están ahí?”.
En ese sentido ella, junto al dramaturgo venezolano Mario Suárez, adaptaron el guion. “Todo eso lo mostramos en la obra. La adaptamos a la realidad del país para despertar al público, para provocar. Porque ese es mi objetivo con todas las obras: provocar emociones, provocar conversaciones, provocar indignación incluso.
Sobre la selección del elenco “Fui muy estratégica. Si conoces a Yaneth Adams y a Augusto Posso, sabes que vienen del mundo de la comedia. Tal vez pienses: ‘¿Cómo vas a poner comediantes en una obra sobre violencia de género?’. Y es que justo eso es lo que hace especial a esta obra, tiene momentos inesperados de comedia. Necesitaba actores que hicieran reír, pero también que tuvieran la experiencia y el peso escénico para sostener una historia tan fuerte”.
Además que, según detalla la directora, la comedia no viene de la protagonista. No se burla del tema. “La comedia está en lo que la rodea: en su hermana, en su tía Margarita... Yaneth interpreta solo a Esperanza Victoria, pero Augusto hace más de 12 personajes, incluido Esteban de Jesús ‘El Negro’, el esposo de ella. Eso genera una sorpresa constante en el público y ese dinamismo mantiene la atención todo el tiempo”.
‘Caso de casa’ es una obra de teatro inmersiva sobre la violencia de género que educa, concientiza y sensibiliza sobre esta realidad, con un toque de humor se estrena en Panamá el 6 de mayo.
Con un humor negro que desarma y confronta, la obra y su personaje principal, Esperanza Victoria, sumerge al espectador en una experiencia satírica e hilarante que revela, con crudeza, los mecanismos de control y manipulación dentro de una relación abusiva. A través de anécdotas tan absurdas como reales, el público transita junto a la protagonista los difíciles caminos que atraviesan muchas mujeres antes de decidirse a denunciar.
“Me gusta decir que aborda este tema valiéndonos del recurso de la comedia. No es una comedia constante. Es una comedia que entra y sale de la historia, y que nos permite no solo aligerar el drama, sino también transmitir el mensaje de una manera más eficaz”, comparte Carla Morely, directora de la obra. “No es lo mismo tener al público una hora y cuarto sentado sufriendo, que tenerlo relajado, y poco a poco irle llegando con el mensaje que queremos transmitir”; añade.
“Me gusta decir que la historia trata sobre Esperanza Victoria, la protagonista, interpretada por Liane Damas, quien invita al público a su casa para contarle cómo se convirtió en víctima de violencia. Relata qué pasó cuando decidió denunciar... y qué ocurrió después de hacerlo”, adelanta la directora.
Escrita por el reconocido dramaturgo Mario Sudano, ‘Caso de Casa’ acumula más de 1000 presentaciones en países como España, Chile, México, República Dominicana, Colombia, Argentina y Venezuela. Ahora, llega por primera vez a las salas panameñas del 6 al 11 de mayo, en el Teatro Pacific.
“Es una obra que, por supuesto, fue adaptada. Para mí era fundamental que tuviera un componente educativo, como cada una de las obras que hago. Por un lado, nos explica a nosotras como mujeres y como sociedad, que la violencia no es solo un golpe o un pellizco. Hay muchas otras formas que ocurren antes, que también son violencia, aunque muchas personas no lo sepan o no se atrevan a llamarlo así”, dice.
Morely agrega que, por otro lado, educa “porque nos documentamos muy bien, tuvimos reuniones con abogados para entender cómo funciona el sistema judicial en Panamá, el proceso de denuncia, el sistema penal, cuáles son los talones de Aquiles... y eso lo reflejamos en el texto. Queremos que el público entienda cosas como: ‘Estoy preparada para denunciar, pero sé que puede haber trabas en el camino’, o ‘me van a hacer preguntas filtro’, porque hay muchos casos abiertos y los fiscales están saturados”.
Asegura que como directora, no busca desmotivar, sino mostrar la realidad. “Quería que la obra abarcara todo eso: que sensibilice, que emocione, que genere conciencia... pero también que informe, que le ponga nombre a las cosas”
Ante la interrogante Morely responde: “Que el sistema de denuncias, a diferencia de otros países, es muy accesible. Por ejemplo, en Venezuela, si haces una denuncia en un distrito y te vas a otro buscando refugio, no sirve. Allá no hay conexión entre distritos. Aquí en Panamá, en cambio, el Ministerio Público está abierto 24/7 y siempre hay alguien para atenderte. Eso es maravilloso”.
Sin embargo, en las reuniones con los abogados, la directora entendió que “hay pocos fiscales para la cantidad de casos. Y muchas mujeres han reportado que, al llegar a denunciar, se les hacen preguntas tipo: ‘¿Estás segura de que quieres denunciar?’ o ‘¿Tienes hijos? ¿Quién va a pagar la comida si tu esposo va preso?’. Incluso: ‘¿Sabes que si no se confirma la violencia, tú podrías tener consecuencias legales?’. Esas preguntas existen, y aunque algunos fiscales quizás las hacen para confirmar que el caso sea sólido, desde mi perspectiva son muy peligrosas. Porque muchas mujeres llegan con miedo, y ese tipo de cuestionamientos las ahuyenta”.
Añade que también está el tema de las lesiones físicas. “Si no hay evidencia visible, muchas veces el proceso va más lento. Si hay una herida evidente, sí te mandan de inmediato al médico forense para el peritaje. Pero si no, todo se dilata. Y ni hablar del tema de los albergues. Muchas mujeres no pueden volver a su casa porque temen por su vida. Hay albergues supuestamente secretos... pero todo el mundo sabe dónde están. No tienen seguridad. Les quitan el celular, quedan incomunicadas. Y si tienen hijos, ¿qué pasa con esos niños durante el tiempo que están ahí?”.
En ese sentido ella, junto al dramaturgo venezolano Mario Suárez, adaptaron el guion. “Todo eso lo mostramos en la obra. La adaptamos a la realidad del país para despertar al público, para provocar. Porque ese es mi objetivo con todas las obras: provocar emociones, provocar conversaciones, provocar indignación incluso.
“Fui muy estratégica. Si conoces a Yaneth Adams y a Augusto Posso, sabes que vienen del mundo de la comedia. Tal vez pienses: ‘¿Cómo vas a poner comediantes en una obra sobre violencia de género?’. Y es que justo eso es lo que hace especial a esta obra, tiene momentos inesperados de comedia. Necesitaba actores que hicieran reír, pero también que tuvieran la experiencia y el peso escénico para sostener una historia tan fuerte”.
Además que, según detalla la directora, la comedia no viene de la protagonista. No se burla del tema. “La comedia está en lo que la rodea: en su hermana, en su tía Margarita... Yaneth interpreta solo a Esperanza Victoria, pero Augusto hace más de 12 personajes, incluido Esteban de Jesús ‘El Negro’, el esposo de ella. Eso genera una sorpresa constante en el público y ese dinamismo mantiene la atención todo el tiempo”.