Cultura

Logros del feminismo

El feminismo ha luchado por el derecho de las mujeres a trabajar en todos los sectores.
  • 09/06/2025 00:00

Presentamos un análisis de las barreras que han superado las mujeres gracias a este movimiento.

El feminismo ha tenido muchos logros y un impacto significativo en las sociedades de todo el mundo. Gracias al feminismo, las mujeres han podido tener el derecho al voto y a la representatividad política, lo que ha incrementado cada año su participación en la política de cada país, el derecho a ocupar cargos públicos, ser elegidas y poder tomar decisiones a nivel político.

Las mujeres han logrado, también, avances significativos en la igualdad jurídica, como el derecho a la propiedad, a la herencia, a realizar contratos, a decidir con quién casarse y a tener una profesión.

Se eliminó legalmente un derecho medieval, el derecho de pernada, que es la costumbre, antes un “derecho”, que tenían los terratenientes de “violar” a las campesinas que vivían en sus tierras.

El feminismo ha brindado acceso a la educación de niñas y mujeres, en igualdad de condiciones, sin tener una diferencia en el pensum escolar, puesto que antes las mujeres aprendían a cocer, a cocinar, a realizar tareas domésticas, mientras los hombres aprendían: geografía, historia, economía y otras.

Las mujeres también lograron tener más movilidad, alrededor de los años 1920, se liberaron de las indumentarias que impedían su movilidad. Se eliminó la ley que prohibía el uso de pantalones, y se eliminaron los corsés.

Durante muchos años se les negó a las mujeres el derecho al uso de contraceptivos, porque se pensaba que eso haría que las mujeres se volvieran promiscuas. Hoy en día las mujeres tienen acceso a la planificación familiar.

Gracias al feminismo, se ha obteniendo una mayor corresponsabilidad entre hombres y mujeres, teniendo una mayor participación masculina en la ejecución de las tareas domésticas, en la crianza de los chicos/as, una mayor intervención en el cuidado del hogar y mejores relaciones de pareja.

El feminismo ha luchado por el derecho de las mujeres a trabajar en todos los sectores, deshaciéndose de las expectativas tradicionales que excluyen a las mujeres de ciertos trabajos, logrando salarios más justos, eliminando el techo de cristal, incrementando la protección laboral antes y después del embarazo, además de reforzar los marcos legales que prohíben la discriminación de género en el ámbito laboral, educativo y social.

El feminismo ha puesto en la agenda pública, la lucha frontal contra la violencia doméstica, la violencia de género, la explotación comercial, el trafico de personas, del acoso, del abuso y hostigamiento sexual, creando nuevas leyes penales de garantía y de protección para las víctimas.

El feminismo ha impulsado movimientos globales contra todas formas de violencia hacia las mujeres, como #MeToo, Ni Una Menos y Marchas de las Mujeres, que han conectado luchas locales con un concepto mundial.

Se han creado centros de ayuda, en dónde se les ofrece a las mujeres servicios con profesionales: psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales, abogados, y otros espacios seguros, refugios o albergues, para niños, niñas, adolescentes, y mujeres, víctimas de violencia.

En algunos países, se ha luchado por el acceso al aborto terapéutico, esto es, en casos de violación o incesto, de que se ponga en peligro la vida de la madre o la viabilidad del feto. En otros países, se ha conseguido el aborto legal, libre y gratuito, durante el primer trimestre del embarazo (80% de los abortos espontáneos ocurre en este periodo).

La verdad es que existen muchas razones por las cuales las personas pueden tener un aborto. Un aborto espontáneo puede darse por infecciones diversas, por el rechazo del sistema inmune, por problemas genéticos, por defectos en los cromosomas del embrión, por desprendimiento de la placenta, y muchos otros.

La interrupción del embarazo puede ocurrir, asimismo, debido al peligro de los tratamientos continuos en enfermedades terminales, o enfermedades crónicas, anomalías uterinas y cervicales, defectos congénitos del útero, y muchas otras.

El feto y la mujer pudieron haber sido expuestos a diversas toxinas ambientales, a contaminaciones diversas de pesticidas, por metales pesados debido a la explotación minera, solo para mencionar algunas de ellas. Agreguemos a esto las malformaciones fetales graves tales como: la anencefalia (el feto carece de cerebro), hidranencefalia, atresia laríngea, agenesia renal, y tantas otras más.

Hay que agregar que se han reconocido las luchas de mujeres de diferentes etnias, clases sociales, orientaciones sexuales y capacidades, con sus respectivos problemas, características, realidades y circunstancias.

La visión que la población tiene de las mujeres ha cambiado. Ahora las mujeres no son vistas como menos capaces, menos inteligentes, o personas frágiles que deben ser protegidas o rescatadas, sino que son vistas como personas capaces, fuertes, independientes, que tienen libertades y derechos, iguales a los hombres.

Todavía queda, un camino por andar, como la participación igualitaria en los espacios de poder: en las juntas directivas, en los ministerios, y que todas y todos integremos que la igualdad debe reflejarse en cada uno de los espacios de la sociedad.