Yamilka Pitre: una voz que inspira fuerza y autenticidad
- 13/10/2025 19:24
Con más de quince años de trayectoria, Yamilka Pitre se ha convertido en una figura indispensable dentro de la música panameña. No solo por su talento, sino por su autenticidad. Su historia, marcada por esfuerzo, fe y una conexión genuina con el público, refleja el poder de las mujeres que avanzan sin perder su esencia
La artista llega a la entrevista con su sonrisa característica, sencilla, amable y sin pretensiones. No necesita grandes introducciones: basta con su presencia para llenar el espacio. “Yo creo que caminando en mi realidad, en esa realidad de persona común, con sueños artísticos, que quiere seguir creciendo, que quiere seguir creando”, comenta. “Esa ha sido la manera de mantenerme conectada con la gente, porque así fue como me conocieron: con un gran sueño a pesar de toda la adversidad”.
Yamilka recuerda perfectamente el momento que cambió el rumbo de su vida. “Sin duda el concurso fue el inicio real de mi sueño de ser cantante”, dice con nostalgia. “Fue un antes y un después para mí, y me abrió las puertas a este camino que sigo recorriendo con amor y con gratitud”.
A lo largo de los años, ha logrado lo que pocos artistas consiguen: permanecer vigente y querida. Su voz, su presencia escénica y su humildad la han llevado a representar a Panamá dentro y fuera del país. “Cada vez que tengo la oportunidad de representar a Panamá, lo hago con orgullo. Llevo la bandera con honor, con todo mi corazón, con todas las ganas del mundo”.
En escenarios internacionales, Yamilka ha demostrado que su talento trasciende fronteras. Sin embargo, su mayor orgullo sigue siendo su gente. “Mi público ha crecido conmigo. Me ha visto evolucionar, caer, levantarme y seguir. Esa conexión no se construye de un día para otro, se cultiva con honestidad y respeto”.
Hoy, Yamilka vive un nuevo capítulo en su carrera. La intérprete se encuentra promocionando su más reciente tema, “No la beses”, una producción de Latin Zone con la colaboración del reconocido productor musical Diego Galé. El tema —ya disponible en el canal de Gale Latin Records en YouTube— es una fusión de sentimiento, ritmo y mensaje, con el toque característico de la artista.
“Estoy feliz con el resultado”, confiesa. “Es una canción que conecta con muchas mujeres. Habla desde la emoción, desde lo que sentimos y a veces no decimos. Tiene esa mezcla entre fuerza y vulnerabilidad que me gusta transmitir”.
Este lanzamiento también representa una evolución artística. “He pasado por muchas etapas musicales, pero en esta siento que he encontrado un sonido que refleja exactamente quién soy hoy. Una mujer madura, que ha vivido, que ha aprendido, y que sigue soñando con todo el corazón”.
La conversación fluye hacia lo personal, y Yamilka ríe antes de responder. “¿Qué balance? Yo no tengo balance”, dice entre risas. “He aprendido a perdonarme, a soltar y a vivir un día a la vez. Cuando eres madre, muchas cosas pueden pasar, y cuando eres artista, también. Así que dejé de pensar que tengo que equilibrar todo. Simplemente resuelvo”.
Con esa honestidad, logra conectar con miles de mujeres que, como ella, hacen malabares para cumplir con todo. “No soy perfecta. Quiero que mis hijos estén bien, que mi música sea de la mejor calidad, pero también acepto mis errores y mis sombras. Trato de levantarme cada día con entusiasmo, hacer lo mejor que pueda y seguir aprendiendo”, confesó.
En su voz no hay quejas, sino aprendizaje. “He entendido que no puedo con todo, y eso está bien. Lo importante es no rendirse. Cada etapa tiene su tiempo, y hay que disfrutar el proceso sin compararse con nadie”, añadió.
En una industria en la que todavía persisten barreras, Yamilka ha sabido abrirse camino con determinación. “Cada historia es distinta. En mi caso, he contado con mujeres maravillosas que me han apoyado, pero no ha sido fácil. Tomar decisiones como ser madre y poner una pausa en la carrera tiene un costo, pero no me arrepiento. Todo me ha hecho más fuerte”, dijo.
Para ella, el empoderamiento no está en repetir discursos, sino en vivirlos. “A veces una mujer que carga dos bolsas en la calle me inspira más que mil frases motivacionales. Me inspiro en las mujeres reales, en su esfuerzo, en su amor por la vida. Para mí, eso es el verdadero poder”, aseguró.
A las nuevas generaciones de cantantes les deja un mensaje claro: “No se rindan. No es hasta que te canses, es hasta que lo logres. Si te cansas, toma un respiro, pero sigue. Tenemos voz, talento y propósito. Hay que apoyarse entre mujeres, no competir”.
Además de su fuerza como artista, Yamilka lleva con orgullo su identidad afrodescendiente. “Sí, soy una mujer afrodescendiente, pero no solamente por mi color de piel. Lo llevo más que todo como panameña, porque soy parte de ese crisol de razas que representa a nuestro país. Ser negra es la cereza del pastel”, dice entre risas.
Consciente del valor de sus raíces, destaca la importancia de visibilizar la cultura afro dentro de la música nacional. “Aún falta más visibilidad para nuestras raíces, pero hay avances. Lo importante es seguir trabajando, seguir mostrando quiénes somos. Panamá tiene un talento enorme, solo hay que creer en él y atreverse a llevarlo más lejos”.
Para Yamilka, la música también es una forma de resistencia y de orgullo. “Cuando subo a un escenario, no solo represento mi carrera, represento una historia, una herencia, un país. Cantar para mí es honrar a quienes vinieron antes y abrir espacio para quienes vienen después”.
En medio de los retos que vive el país, la artista cree firmemente en el poder del arte como herramienta de cambio. “La música puede sanar, unir y transformar. A veces no nos damos cuenta, pero una canción puede levantar el ánimo de un pueblo entero. Somos la voz de la esperanza”, afirma con convicción.
Y añade: “Panamá tiene una energía especial, somos un país alegre, fuerte, que sabe levantarse. En momentos difíciles, la música nos recuerda quiénes somos y hacia dónde queremos ir”.
Yamilka también ve la música como una forma de sanación personal. “Aunque digas que no cantas, sí lo haces. Cantar libera, te ayuda a expresar emociones y a sanar el alma. A mí me ha salvado muchas veces”.
Con serenidad y gratitud, Yamilka se prepara para lo que viene. “Espero seguir trabajando y que llegue el momento de cosechar lo que por tantos años hemos sembrado. No quiero enfocarme en los resultados, sino en estar lista para cuando las puertas se abran. Quiero atravesarlas con dignidad, con amor y con alegría”.
Entre risas, imagina cómo quiere ser recordada dentro de unos años. “¡Esa señora era terrible en esa tarima! Esa señora lo daba todo y todavía sigue fuerte”, dice divertida.
Más que una cantante, Yamilka Pitre es una mujer que inspira con su ejemplo. Su historia habla de constancia, de fe y de amor por lo que hace. Es la voz de quienes luchan en silencio, pero siguen creyendo. Una voz que, sin gritar, resuena con fuerza y esperanza en el corazón de Panamá.