Vida y cultura

El MAC se viste de índigo con el ‘Retorno del mañana’

Una de las instalaciones de la obra el ‘Retorno del mañana’. Sandry Crespo | La Estrella de Panamá
‘El Retorno del mañana’ es un homenaje a la interconexión global. MAC Panamá
La obra integra música, video y vestuarios teñidos con índigo en una atmósfera que reimagina un Panamá afrofuturista. MAC Panamá
Círculos Inmateriales reflexiona sobre las conexiones entre lo terrenal y lo celestial. MAC Panamá
El índigo es un color cargado de historia. MAC Panamá
Los textiles son portadores de múltiples temporalidades y geografías. MAC Panamá
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  • 26/05/2025 00:00

Los autores de la obra invitan a repensar las cartografías impuestas por la historia, recordando que las fronteras son permeables y que, en esos cruces, emergen identidades resilientes y en constante transformación.

Parte del segundo piso del Museo de Arte Contemporáneo de Panamá (MAC Panamá) está de color índigo, un pigmento cargado de historia de colonialismo, comercio y diáspora. Una de las salas está forrada con telas desde el techo al piso, las paredes también. Suena una música instrumental que absorbe al visitante. En la sala más grande destacan los tonos rojos, además se aprecian unas figuras revestidas en telas teñidas con figuras en colores sobrios.

El Retorno del mañana parte de la serie Electric Dub Station, es un proyecto de Antonio José Guzmán (Panamá, 1971) e Iva Jankovic (Serbia, 1979) que teje un relato de migraciones, resistencia y futurismo a través del textil y el sonido. Estará abierta al público hasta el 10 de agosto de 2025.

“La obra profundiza en las conexiones transatlánticas del índigo, un pigmento cargado de historia que atraviesa siglos de colonialismo, comercio y diáspora. En la práctica del dúo, el índigo es un archivo vivo, un vestigio de memorias ancestrales, vibraciones que resuenan en la música y las culturas de las Américas”, se lee en la sinopsis.

Guzmán y Jankovic estudian cómo las estructuras sonoras y las canciones que los africanos esclavizados entonaban mientras trabajaban en la producción de índigo, azúcar, café y algodón en las plantaciones, siguen influenciando en los géneros musicales afrocaribeños como el dub jamaiquino. Los artistas manifiestan estos ritmos como ecos visuales y estructurales, reflejando cómo las sonoridades diaspóricas y las luchas coloniales siguen latentes en el presente.

Los textiles, elaborados en colaboración con el taller de Sufiyan Khatri en Gujarat, India, son portadores de múltiples temporalidades y geografías.

El retorno del mañana se convierte en un laboratorio vivo de exploración, “una cartografía de la migración, la transculturalidad y las narrativas de resistencia que emergen de las experiencias compartidas de comunidades históricamente marginadas”, describe el texto que acompaña a la obra.

“Su arquitectura textil modular evoca laberintos, actuando como una cuadrícula vibrante de frecuencias cósmicas que resuenan con la memoria colectiva de los movimientos diaspóricos y las luchas coloniales”, añade.

La exposición se articula en torno a tres instalaciones, cada una abordando el exilio, la resistencia y la regeneración desde distintas perspectivas.

Tránsito Infinito Éxodos Indefinidos: sitúa al índigo en el centro de un flujo circular de tradiciones y tiempos entrelazados.

Ecos del Vértice – Mecánicas de Resistencia: explora la circularidad y la sostenibilidad de los materiales y saberes, en un entramado de símbolos Adinkra y técnicas de impresión en bloque Ajrak.

Memoria Holográfica – Círculos Inmateriales: reflexiona sobre las conexiones entre lo terrenal y lo celestial, integrando música, video y vestuarios teñidos con índigo en una atmósfera que reimagina un Panamá afrofuturista.