Fallece Constancia ‘Coqui’ Calderón, pionera y guardiana del arte contemporáneo panameño
- 26/12/2025 19:57
Coqui Calderón deja un legado doble e imborrable: una producción artística de gran potencia visual y compromiso moral.
La escena cultural panameña está de luto tras el fallecimiento de Constancia Calderón de Augrain (1937–2025), conocida cariñosamente como Coqui Calderón, una de las figuras más influyentes en la construcción, pensamiento y proyección del arte contemporáneo en Panamá.
Desde la década de 1960, Calderón desarrolló una trayectoria excepcional que la consolidó tanto como artista pionera, de búsqueda constante y mirada crítica, como gestora cultural visionaria. Su labor fue decisiva para tender puentes entre el Instituto Panameño de Arte (Panarte) y la consolidación del Museo de Arte Contemporáneo de Panamá (MAC Panamá), institución de la que fue alma activa desde su fundación y a la que dedicó más de seis décadas de trabajo ininterrumpido. A lo largo de esos años, ocupó diversos cargos, incluyendo la presidencia de su junta directiva.
Su obra plástica se caracterizó por una profunda carga ética y estética. Entre la figuración crítica y la abstracción vibrante, su pintura exploró el color como lenguaje de conciencia, construyendo un relato visual de la memoria social y política del país, donde la denuncia y la poesía coexistían en un mismo espacio creativo.
En 1979, junto a la artista Alicia Viteri, fundó el Taller de Artes Gráficas, un proyecto fundamental que revitalizó el grabado en Panamá y reafirmó su convicción del arte como un acto colectivo, pedagógico y transformador. Ese espíritu de taller y experimentación compartida se convirtió en uno de los pilares del MAC Panamá y hoy permanece vivo en el Laboratorio Gráfico Julio Zachrisson.
Su relación con el MAC Panamá fue profunda y permanente. Realizó más de cinco exposiciones individuales y participó en 42 muestras colectivas, dejando una huella indeleble en la programación del museo y enriqueciendo su colección con una importante cantidad de obras.
Coqui Calderón deja un legado doble e imborrable: una producción artística de gran potencia visual y compromiso moral, y unas bases institucionales sólidas que ayudó a construir con tenacidad, inteligencia y elegancia.
Su partida deja un silencio profundo en el ámbito cultural, pero su mirada crítica y lírica continúa viva, recordando que el arte verdadero es memoria, conciencia y una expresión esencial de libertad.