Vida y cultura

Festival Alfredo de Saint Malo, más fusión, raíces y talento

La edición 2025 reunirá a más de 500 músicos nacionales e internacionales, incluyendo niños, jóvenes y artistas profesionales. La Ciudad de las Artes será la sede académica central.
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  • 29/06/2025 00:00

El Festival Internacional de Música Académica Alfredo de Saint Malo regresa del 16 al 27 de julio con una programación que celebra la música panameña, la formación artística y el intercambio cultural. Con el lema “Raíces y Vanguardia”, la edición 2025 reunirá a más de 500 músicos nacionales e internacionales en conciertos, clases magistrales y homenajes sinfónicos

La música clásica y académica volverá a convertirse en protagonista del calendario cultural panameño con la decimonovena edición del Festival Internacional de Música Académica Alfredo de Saint Malo, que se celebrará del 16 al 27 de julio.

Con el lema “Raíces y Vanguardia”, organizado por la Fundación Sinfonía Concertante de Panamá y con el respaldo del Ministerio de Cultura, el evento reafirma su compromiso con la educación artística, la internacionalización de la música panameña y la formación de nuevas generaciones.

La edición 2025 reunirá a más de 500 músicos nacionales e internacionales, incluyendo niños, jóvenes y artistas profesionales. La Ciudad de las Artes será la sede académica central, mientras que los conciertos se realizarán en escenarios emblemáticos como el Teatro Balboa, el Museo del Canal, la Biblioteca Nacional, el Parlamento Latinoamericano y del Caribe y el Colegio San Agustín.

La programación incluye clases magistrales, conferencias, ensambles y conciertos sinfónicos, así como seminarios especializados en cuerdas, metales, percusión, coro, pedagogía musical y más.

Una interpretación magistral del legado panameño

Uno de los momentos más esperados será la interpretación completa de Carmina Burana, una obra monumental que no se ha presentado completa en Panamá desde 1990. Esta ambiciosa producción contará con la participación de orquestas, solistas y coros.

La edición también rinde homenaje al compositor panameño Roque Cordero, con un documental especial y la interpretación de una de sus obras para violín y orquesta, en colaboración con la reconocida solista Rachel Barton Pine y la Orquesta Sinfónica Nacional.

Además, se estrenará un concierto sinfónico dedicado a la música típica panameña, con arreglos del músico Andrés Carrizo e interpretaciones de piezas de Sergio Cortés, Amable Mabin Moreno y Alfredo Chávez, dirigidas por el maestro Germán Pinzón.

Este año se integrará por primera vez la Banda Nacional del Ministerio de Educación (Meduca), bajo la batuta de Irving Rodríguez en colaboración con el estadounidense Kevin Segura, marcando un paso más hacia la cooperación entre instituciones nacionales e internacionales.

Además, el grupo Paixaxe presentará una innovadora fusión de Nuevo Tango con tango tradicional, y el colectivo uruguayo Che Papusa ofrecerá una tarde musical en el Museo del Canal.

Como parte del enfoque formativo, la Orquesta Juvenil del Festival y el Coro del Festival volverán a ser protagonistas. Jóvenes de Panamá y del extranjero podrán interactuar con docentes internacionales, fortalecer sus habilidades y abrirse puertas hacia becas y estudios en el exterior.

Voces que dan vida al festival

El director artístico del festival, Isaac Casal, compartió con este medio los desafíos y apuestas de la edición 2025, la número diecinueve desde que se fundó en 2007. A su juicio, el mayor logro ha sido la continuidad del evento: llevarlo a cabo una vez más. “No es un festival fácil de hacer, requiere un año completo de trabajo”, explicó Casal, quien destacó que el verdadero mérito está en consolidar el aprecio del público y posicionar el evento como una plataforma para la producción, la formación artística y la creación de oportunidades para músicos panameños. También subrayó el impacto que tiene el festival en la proyección internacional del talento local y en la dinamización del ecosistema cultural del país.

Para los jóvenes que ven el festival como una puerta de entrada al mundo de la música, Casal recordó que la presencia de artistas internacionales, muchos provenientes de academias y universidades, ha abierto oportunidades concretas. Gracias al festival, varios talentos panameños han obtenido becas para continuar sus estudios en el extranjero. Además de presentaciones, los invitados imparten talleres y comparten conocimientos, generando un espacio de intercambio académico y artístico.

En cuanto a las novedades de esta edición, anunció que por primera vez se incluirá una cantante de tango y una fusión de música típica panameña con arreglos sinfónicos. También participarán cantautores nacionales, niños cantores, bailarines, una orquesta sinfónica y directores internacionales, todos trabajando en conjunto.

Entre los artistas invitados destaca la reconocida violinista Rachel Barton Pine, quien ofrecerá un concierto junto a la Sinfónica Nacional. “Todas las noches habrá algo nuevo”, prometió Casal. También se presentará el grupo panameño Paisaxe como parte del programa nacional.

La música panameña como protagonista

Entre los conciertos sinfónicos más esperados del Festival Alfredo de Saint Malo 2025 se encuentra “Raíces y Armonía: La Música de Nuestra Tierra”, un homenaje a tres destacados compositores panameños: Sergio Cortés, Amable Moreno y Alfredo Chávez. La propuesta, con arreglos del músico Andrés Carrizo y bajo la dirección del maestro Germán Pinzón, busca realzar el valor de la música típica nacional a través de una orquestación sinfónica de alto nivel.

Para Sergio Cortés, ser homenajeado representa más que un reconocimiento personal: es un tributo a la música popular panameña. Emocionado, explicó que cada canción que compone refleja el alma del país, sus tradiciones y emociones —desde la alegría hasta el desamor—, y que el verdadero propósito de su trabajo ha sido siempre conservar ese patrimonio aprendido de sus ancestros. “Elevar esta música a un concierto sinfónico con músicos internacionales tiene un valor incalculable”, comentó. A su juicio, este tipo de iniciativas permiten que la música panameña cruce fronteras y se escuche en nuevos formatos que resalten su riqueza cultural.

Cortés también envió un mensaje a las nuevas generaciones de músicos: los instó a preservar la esencia de la música panameña, a no perder su identidad al fusionarla sin criterio con otros géneros. Destacó el ejemplo de países como México y Colombia, donde los jóvenes han logrado mantener vivas sus tradiciones musicales. “Panamá tiene su propia música, una gran diversidad cultural, y lo importante es conservar esa esencia”, añadió. Para lograrlo, consideró fundamental el estudio y la formación artística constante.

Por su parte, el también homenajeado Amable Moreno expresó su orgullo por formar parte de esta agenda cultural, que no solo destaca su obra, sino también la de otros compositores nacionales cuyas piezas han sido cuidadosamente seleccionadas por su relevancia dentro del género típico y vernacular. Afirmó que este reconocimiento colectivo envía un mensaje claro: la música panameña tiene un origen profundo que merece ser apreciado en un contexto sinfónico y con proyección internacional.

Moreno destacó además el valor del festival como herramienta para inspirar a los jóvenes a explorar el mundo cultural. “Con este tipo de eventos culturales agarramos a esos jóvenes de la mano y les mostramos que este es un buen camino, positivo tanto para su vida como para enriquecer el acervo cultural nacional”, subrayó.

Sobre sus expectativas para esta edición del festival, Moreno valoró la apuesta innovadora de los organizadores. En su opinión, presentar la música típica panameña en formato sinfónico rompe con la idea de que solo los grandes compositores clásicos como Beethoven o Mozart merecen ese tratamiento. “Hoy se está diciendo que también hay compositores contemporáneos, con una cultura melódica diferente, que deben ser escuchados y valorados con la misma seriedad”, concluyó.

El Festival Internacional de Música Académica Alfredo de Saint Malo, no es solo una celebración de la música académica, sino una verdadera plataforma de encuentro, formación e identidad. En cada nota, cada clase y cada concierto se construye una historia que une generaciones, conecta culturas y enaltece el talento panameño. “Raíces y Vanguardia” nos recuerda que nuestras tradiciones tienen mucho que decir, y que el futuro de la música se escribe también desde aquí, con pasión y excelencia.