‘Homeschooling’ en Panamá: Cuando los padres rompen el molde educativo
- 23/06/2025 00:00
Estudiar en casa antes era visto como una opción poco común, sin embargo ha ganado popularidad en Panamá y el mundo. Desde 2021, la Ley 245 regula esta modalidad educativa en el país, ofreciendo a las familias una alternativa flexible frente a problemas como el bullying, la falta de acceso a escuelas de calidad y la necesidad de adaptar el aprendizaje a ritmos individuales La educación en casa, homeschooling, como se le conoce popularmente, solía ser algo bastante inusual y se asociaba a un estilo de vida hippie. Hoy en día el panorama cambió. En 2025, Estados Unidos registró casi 4 millones de niños en homeschooling, ¡60% más que en 2019! y Panamá no se queda atrás.
El homeschooling está cada vez más generalizado. Incluso el gobierno panameño decidió legislarlo y desde el 2021 existe la Ley 245 que estipula la modalidad de enseñanza a distancia. Veamos cómo se vive en Panamá y cómo saber si es lo mejor para tu familia.
¿Por qué las familias huyen de las aulas? Sacar a los hijos de un colegio tradicional para educarlos en casa no es una decisión que se toma a la ligera. La Psicoanalista Tatiana Trujillo, explica como el homeschooling “exige como padres ser más conscientes de nuestros propios patrones y heridas, porque el vínculo con el hijo está más expuesto y menos mediado por terceros”. Hacer homeschooling “pone a prueba la organización y también la capacidad de sostener sin invadir, de acompañar sin asfixiar, y de no hacer del hijo un reflejo de nuestros logros o fracasos”.
Algunas razones para hacer homeschooling:
El bullying, que afecta entre 18% - 31% de los jóvenes panameños según revela Unicef. Niños con necesidades especiales. Familias móviles o niños con talentos con conflictos de horarios para entrenamiento. Desconfianza en la calidad educativa tradicional. Falta de acceso a escuelas de calidad. Altos costos de colegios privados. Legalidad de la educación en casa en Panamá A raíz de la creciente popularidad de este sistema, se creo la Ley 245 del 13 de octubre del 2021 y reglamentada con el Decreto 45 del 29 de abril de 2024.
Muchas de las acciones prácticas del decreto no están listas, pero esto no detiene a los padres. Quienes hacen homeschooling en Panamá usan plataformas y colegios paraguas extranjeros y después convalidan los títulos en el Meduca.
Lizeth Pérez educa a sus hijos en casa desde hace cinco años y le gustaría que Meduca “reconozca la diversidad de enfoques educativos sin imponer un molde único, pero que a la vez brinde respaldo y seguridad jurídica en cada etapa del proceso”.
Educar en casa es un método flexible, que se adapta a las necesidades familiares, pero aún hay muchos miedos y mitos. Liswill Bello, tiene a su hijo mayor en homeschooling y al menor en un colegio tradicional. Para ella “la elección responde principalmente a la disponibilidad de tiempo para poder guiar y atender a mis hijos. Es un tema de logística familiar, el que no pueda tenerlos a ambos en casa”.
Los miedos de los padres Aunque algunas familias se sienten atraídas por este sistema, se preguntan si:
¿No socializarán? Anabella Olivardía, madre de cinco niños educados en casa narra como “el aprendizaje no se limita a pantallas o libros, también tienen experiencias educativas como: talleres, visitas a exposiciones, museos, ferias, voluntariados, etc”. Hay grupos de padres que se organizan y generan una socialización activa.
¿Aprenderán lo suficiente? El Instituto Nacional de Investigación de Educación en el Hogar de EE.UU. reportó en 2024 que en EE.UU. los estudiantes educados en casa suelen obtener puntuaciones superiores a la media en los exámenes para el acceso a las universidades.
¿Será un caos con las pantallas? Como lo indica Trujillo, hacer homeschooling “para el niño implica regularse sin las estructuras externas típicas. Y para nosotros como adultos, sostener el rol parental sin volverse el maestro o muy controlador”. Ese acompañamiento implica el enseñar la autoregulación y el balance entre pantallas y vida real.
¿Tendré la paciencia para enseñarle? En las palabras de Liswill Bello: “Hacer homeschooling es una decisión para valientes”, requiere de mucho compromiso por parte de la familia, pero “lo más importante es el aprendizaje real y profundo del niño, poder acompañarlo, estar presentes”.
¿Voy a saber si está aprendiendo? Algunas plataformas tienen métricas tradicionales, pero como señala la Lic. Trujillo, “lo más importante a considerar, es la observación de su curiosidad, sus asociaciones espontáneas, su capacidad de aplicar lo aprendido a contextos nuevos. Es darle más valor a las preguntas que hace, que las respuestas que da”.
¿Es el homeschooling una buena idea para tu familia? El homeschooling es una decisión que debe ser estudiada en profundidad. La responsabilidad del aprendizaje será 100% de los padres y del hijo/a, ya no hay un profesor o un colegio al que culpar. Implica reorganizarse para aportar lo que necesita. A lo mejor es un genio en biología, pero sufre con álgebra; le es más fácil aprender con libros, que seguir un video; necesita pausas frecuentes para poder concentrarse, o le conviene estar dos horas en una sola materia.
Claves para una experiencia exitosa:
- Adaptar métodos a su estilo de aprendizaje: “Encontrar el equilibrio entre flexibilidad y estructura ya que en cada etapa siguen cambiando” como lo vive Anabella con sus cinco hijos.
- Ser flexible, usar prueba y error para ver qué se adapta mejor: Lizeth lo confirma con sus trillizos: “aunque compartan edad, entorno y padres, cada uno tiene una forma única de aprender, de expresarse y de ver el mundo”.
- Pensar fuera de la caja: tu familia no es un colegio, es otra manera de enseñar.
Además, agrega Trujillo: “buscar apoyo en nuestros pares, padres y compañeros, entornos diversos de intercambio, y por supuesto, el autocuidado y autoreflexion”.
La educación en casa post-pandemia y recomendaciones
La pandemia obligó a todos a probar la educación a distancia. Para algunos fue un desastre, para otros una bendición. Las tendencia va en aumento.
En EE.UU. pasó de 5.4% de familias en 2020 a 11.1% en 2021. En Chile las validaciones por exámenes libres aumentaron 338% en 10 años. En Francia el Ministerio de Educación tiene su propia plataforma oficial. Panamá aún no tiene datos oficiales.
Tal vez el rápido crecimiento de la inteligencia artificial acelere esta tendencia. Trujillo enfatiza que “la IA permite personalizar el aprendizaje como nunca antes, ... es una herramienta poderosa pero que hay que saberla utilizar”.
Agrega también que “la IA puede ser una gran aliada para diversificar contenidos, pero no sustituye el vínculo, ni el deseo, ni la función de sostener y acompañar a nuestros hijos. El aprendizaje no ocurre solo cuando se responde bien, sino cuando alguien se siente mirado y acompañado”.
¿Vale la pena el salto? La regulación panameña es muy nueva, aún falta mucho por hacer, aún así, muchas familias encuentran una respuesta en esta alternativa. El homeschooling no es ‘educación fácil’: es un acto de amor exigente que demanda tiempo, recursos y valentía y para muchos, es la única forma de darle a sus hijos la educación que necesitan.
La educación en casa, homeschooling, como se le conoce popularmente, solía ser algo bastante inusual y se asociaba a un estilo de vida hippie. Hoy en día el panorama cambió. En 2025, Estados Unidos registró casi 4 millones de niños en homeschooling, ¡60% más que en 2019! y Panamá no se queda atrás.
El homeschooling está cada vez más generalizado. Incluso el gobierno panameño decidió legislarlo y desde el 2021 existe la Ley 245 que estipula la modalidad de enseñanza a distancia. Veamos cómo se vive en Panamá y cómo saber si es lo mejor para tu familia.
Sacar a los hijos de un colegio tradicional para educarlos en casa no es una decisión que se toma a la ligera. La Psicoanalista Tatiana Trujillo, explica como el homeschooling “exige como padres ser más conscientes de nuestros propios patrones y heridas, porque el vínculo con el hijo está más expuesto y menos mediado por terceros”. Hacer homeschooling “pone a prueba la organización y también la capacidad de sostener sin invadir, de acompañar sin asfixiar, y de no hacer del hijo un reflejo de nuestros logros o fracasos”.
Algunas razones para hacer homeschooling:
A raíz de la creciente popularidad de este sistema, se creo la Ley 245 del 13 de octubre del 2021 y reglamentada con el Decreto 45 del 29 de abril de 2024.
Muchas de las acciones prácticas del decreto no están listas, pero esto no detiene a los padres. Quienes hacen homeschooling en Panamá usan plataformas y colegios paraguas extranjeros y después convalidan los títulos en el Meduca.
Lizeth Pérez educa a sus hijos en casa desde hace cinco años y le gustaría que Meduca “reconozca la diversidad de enfoques educativos sin imponer un molde único, pero que a la vez brinde respaldo y seguridad jurídica en cada etapa del proceso”.
Educar en casa es un método flexible, que se adapta a las necesidades familiares, pero aún hay muchos miedos y mitos. Liswill Bello, tiene a su hijo mayor en homeschooling y al menor en un colegio tradicional. Para ella “la elección responde principalmente a la disponibilidad de tiempo para poder guiar y atender a mis hijos. Es un tema de logística familiar, el que no pueda tenerlos a ambos en casa”.
Aunque algunas familias se sienten atraídas por este sistema, se preguntan si:
¿No socializarán? Anabella Olivardía, madre de cinco niños educados en casa narra como “el aprendizaje no se limita a pantallas o libros, también tienen experiencias educativas como: talleres, visitas a exposiciones, museos, ferias, voluntariados, etc”. Hay grupos de padres que se organizan y generan una socialización activa.
¿Aprenderán lo suficiente? El Instituto Nacional de Investigación de Educación en el Hogar de EE.UU. reportó en 2024 que en EE.UU. los estudiantes educados en casa suelen obtener puntuaciones superiores a la media en los exámenes para el acceso a las universidades.
¿Será un caos con las pantallas? Como lo indica Trujillo, hacer homeschooling “para el niño implica regularse sin las estructuras externas típicas. Y para nosotros como adultos, sostener el rol parental sin volverse el maestro o muy controlador”. Ese acompañamiento implica el enseñar la autoregulación y el balance entre pantallas y vida real.
¿Tendré la paciencia para enseñarle? En las palabras de Liswill Bello: “Hacer homeschooling es una decisión para valientes”, requiere de mucho compromiso por parte de la familia, pero “lo más importante es el aprendizaje real y profundo del niño, poder acompañarlo, estar presentes”.
¿Voy a saber si está aprendiendo? Algunas plataformas tienen métricas tradicionales, pero como señala la Lic. Trujillo, “lo más importante a considerar, es la observación de su curiosidad, sus asociaciones espontáneas, su capacidad de aplicar lo aprendido a contextos nuevos. Es darle más valor a las preguntas que hace, que las respuestas que da”.
El homeschooling es una decisión que debe ser estudiada en profundidad. La responsabilidad del aprendizaje será 100% de los padres y del hijo/a, ya no hay un profesor o un colegio al que culpar. Implica reorganizarse para aportar lo que necesita. A lo mejor es un genio en biología, pero sufre con álgebra; le es más fácil aprender con libros, que seguir un video; necesita pausas frecuentes para poder concentrarse, o le conviene estar dos horas en una sola materia.
Claves para una experiencia exitosa:
- Adaptar métodos a su estilo de aprendizaje: “Encontrar el equilibrio entre flexibilidad y estructura ya que en cada etapa siguen cambiando” como lo vive Anabella con sus cinco hijos.
- Ser flexible, usar prueba y error para ver qué se adapta mejor: Lizeth lo confirma con sus trillizos: “aunque compartan edad, entorno y padres, cada uno tiene una forma única de aprender, de expresarse y de ver el mundo”.
- Pensar fuera de la caja: tu familia no es un colegio, es otra manera de enseñar.
Además, agrega Trujillo: “buscar apoyo en nuestros pares, padres y compañeros, entornos diversos de intercambio, y por supuesto, el autocuidado y autoreflexion”.
La educación en casa post-pandemia y recomendaciones
La pandemia obligó a todos a probar la educación a distancia. Para algunos fue un desastre, para otros una bendición. Las tendencia va en aumento.
En EE.UU. pasó de 5.4% de familias en 2020 a 11.1% en 2021. En Chile las validaciones por exámenes libres aumentaron 338% en 10 años. En Francia el Ministerio de Educación tiene su propia plataforma oficial. Panamá aún no tiene datos oficiales.
Tal vez el rápido crecimiento de la inteligencia artificial acelere esta tendencia. Trujillo enfatiza que “la IA permite personalizar el aprendizaje como nunca antes, ... es una herramienta poderosa pero que hay que saberla utilizar”.
Agrega también que “la IA puede ser una gran aliada para diversificar contenidos, pero no sustituye el vínculo, ni el deseo, ni la función de sostener y acompañar a nuestros hijos. El aprendizaje no ocurre solo cuando se responde bien, sino cuando alguien se siente mirado y acompañado”.
¿Vale la pena el salto? La regulación panameña es muy nueva, aún falta mucho por hacer, aún así, muchas familias encuentran una respuesta en esta alternativa. El homeschooling no es ‘educación fácil’: es un acto de amor exigente que demanda tiempo, recursos y valentía y para muchos, es la única forma de darle a sus hijos la educación que necesitan.